Bayern: La semilla de Van Gaal
El técnico holandés fue quien gestó esta generación del conjunto bávaro
El Bayern de Munich se ha convertido bajo el mandato de Jupp Heynckes en uno de los equipos más poderosos de Europa, pero quien inició esta generación y la racha de éxitos fue Louis Van Gaal, un especialista en gestar proyectos a través de la promoción de canteranos. Lo explicamos.
Hay una ley no escrita en el fútbol que parece claudicar a favor del carácter nacional y patriótico de los clubes. Los aficionados quieren resultados, éxitos y títulos por encima de todo, pero su alegría será máxima si aquellas gestas se logran con jóvenes, o no tan jóvenes, que un día salieron de la raíz de la entidad, del primer escalón en la pirámide, de aquellos campos de tierra que desprenden humildad. Gusta crear historias en torno a ‘La Masía’, ‘La Fábrica’ o Mareo (por citar algunas) pues allí nacen aquellos predestinados a levantar el orgullo del pueblo que te anima semanalmente. Todos y cada uno de los jugadores, sean de donde sean, han salido de alguna cantera, pues sus cualidades fueron perfeccionadas en algún rincón del mundo, con técnicos expertos que en la mayoría de los casos pasaron décadas atrás por situaciones similares. Algunos de ellos, son especialistas en esa tarea pero otros, la añaden a su currículum.
Ese sentimiento tiene auténticos devotos en los banquillos. Entrenadores que son tildados de revolucionarios pues tomaron los riesgos de dar rienda suelta a la juventud, el desparpajo y la alegría que emana todo juvenil cuando está ante sus primeros compases profesionales. Puedo asegurar que Caparrós dirigía personalmente a sus ‘cachorros’ en Bilbao cada lunes (iba con ellos a entrenar) o que Guardiola ha sido el mejor psicólogo para una generación de cracks adolescentes que han disfrutado disfrutarán los culés durante muchos años. Pero también, que el exceso de presión o confianza depositada en estos adolescentes, puede ser el peor de los remedios ante una necesidad inmediata. De esto saben mucho en Múnich, donde la obligación y falta de alternativas hacia una victoria predeterminada, frena muchas alteraciones formativas. De esto sabe mucho un tal Louis Van Gaal.
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El técnico holandés es un auténtico especialista en inversión de futuro, en moldear jóvenes promesas y en perfeccionar la maquinaria de trabajo más acorde a lo que demanda el mercado. No obstante, ha sido el centro de operaciones en el Ajax (líder indiscutible en formación de jóvenes), pasando a la historia tras ganar la Champions League de 1995 con un equipo plagado de quienes años atrás habían pulido sus virtudes a la sombra del primer equipo. Hablamos de Seedorf, Kluivert, Van Der Sar o los hermanos de Boer. Además, profundizó en el Barcelona posteriormente, conociendo el estupendo trabajo desarrollado en el actual campeón de Europa con las promesas. A él le debemos los debuts de hombres determinantes como Xavi, Puyol, Iniesta o Víctor Valdés, entre otros. Allá donde fue, siempre mostró su lado más generoso con los ‘novatos’ a quienes realza la moral antes de exigirles máxima entrega y rendimiento. Prosiguió en el AZ y cuando llegó a Baviera, no tardó en demostrar que en Múnich, ya como entrenador del Bayern, sus doctrinas partían de la misma base.
Dio el empujón definitivo a un Thomas Muller al que apenas habíamos visto en anteriores temporadas en minutos de ‘basura’ o en partidos coperos. Hoy es internacional absoluto con Alemania, clave con Joachim Low y referente del futuro proyecto de uno de los gigantes mundiales. Decidió confiar en un desconocido Holger Badstuber, al que colocó de central por delante de un experto como Demichelis. Ahora es un fijo en los planes del monstruo bávaro y pieza angular para el futuro de toda la zaga, porque incluso actúa de carrilero izquierdo. Justo en esa posición, se inventó a un chico juvenil para una solución en una cita de Champions League.
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Estas sensaciones, mucho más amargas, las conoció el míster holandés toda su vida pero más aún después de torpedear a su plantilla con la indecisión, el despropósito y la duda de no saber quién es el verdadero lateral izquierdo del Bayern. No es que pretendiera desequilibrar a su bloque, sino que ninguna de las opciones primarias le acabó de parecer correcta. En su etapa, fracasaron consecutivamente Pranjic y Braadfheid, por lo que incluso Lahm, capaz de jugar en ambas bandas, recibió el silencio cuando la plantilla preguntó acerca de la disponibilidad del internacional para ser la solución ‘B’. Sin embargo, estas inseguridades le hicieron cometer el error más grave de toda su etapa bávara, recurrir al recurso que siempre le había funcionado: la cantera.
Su decisión fue más arriesgada que nunca pues colocó en una cita de Champions League (ante la Fiorentina) a uno de sus ‘novatos’ juveniles (un chico de solo 17 años que además no era fijo en ese rol, sino que solía actuar igualmente de mediocentro). Tanto se evidenció la falta de experiencia durante los primeros meses, que las críticas fueron aumentando, las dudas se multiplicaron y los resultados le abandonaron. Pero esas pruebas, esa tozudez y esa confianza, acabaron por regalar muchos minutos a un joven chico de ascendencias que hoy responden al perfil de uno de los mejores carrileros del mundo: David Alaba. Promesas hay muchas pero cracks, hay que crearlos. El rastro de Van Gaal sellará títulos, galardones y un currículum espectacular pero todos deberíamos agregarle un enorme apéndice extra donde se cite cada uno de los chicos que lograron triunfar en el fútbol por sus buenas decisiones. De las que tomó en el Bayern, hoy disfruta el equipo más en forma del planeta…