Peñarol: Walter López, el maleante ‘novato’

Un error puede haber condenado su carrera

El jugador de Peñarol Walter López fue detenido por intentar estafar a una compañía aseguradora al quemar su propio vehículo. Os contamos la historia de un error que puede haberse cobrado la carrera de una joven promesa del fútbol uruguayo.

Es un recurso habitual de los ladrones, asesinos y delincuentes que copan cada película de acción que nos llega desde tierras americanas. Quemar el vehículo en el que se han cometido los delitos, es una tarea asumida, automatizada y casi obligada para eliminar todo tipo de pistar e impedir la perfecta investigación que iniciará la policía. Algunos arden hasta calzinarse, otros llegan a estallar por los aires cuando el tipo duro abandona la zona y los más espectaculares, aguardan hasta el último momento de acción para incluso dejar atrapado en su interior a algún compañero con el que existían ajustes de cuentas previos ¡Cuantas veces habremos visto a Morgan Freeman en estas escenas con un gorro de detective privado buscando cualquier detalle que le lleve hasta el culpable!

Pero en la película que hoy narramos, no hay elegantes delicuentes, no se conocen especialistas en hurtos y, desde luego, no aguantaron ni el más mínimo síntoma de presión en cuanto la policía hizo acto de presencia. Lo más parecido a la lógica de film yankee es que, evidentemente, todo desembocó en una furgoneta Mercedes Benz quemada y enviada de inmediato al departamento de Automotores de Montevideo. Allí, en la preciosa capital uruguaya, el vehículo, con una original y misteriosa chapa paraguaya que levantó sospechas, provocó que aparecieran incluso los agentes de la Brigada Antinarcóticos. Y todo, para que el policía, sin pipa de fumar, sin gorro y sin agenda, terminara averiguando que el culpable de la trastada era el mismo al que días antes animó desde la grada: Walter López (jugador de Peñarol).

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La historia es digna de una película de acción de escaso presupuesto. El jugador, junto a un amigo de iniciales DM, denunció a la policía el robo de su vehículo, por lo que las autoridades procedieron entonces a la busqueda del mismo, que no tardó en ser encontrado. Apareció poco más tarde en un descampado de Montevideo totalmente quemado, sin opción a salvar nada de su interior y completamente perdido para la causa. Cuando fue hallado, se avisó al futbolista, pero la policía dudaba y, en sus primeras preguntas, decidió interrogar a la dupla de amigos. Algo no encajaba, algo estaba torcido y las respuestas no debían ser excesivamente complicadas de solventar. Un par de horas después, llegó la canción al completo...

El carrilero zurdo (uno de los más interesantes jugadores del campeonato charrúa tras haber pasado un gran año de cesión previo en Cerro Porteño), admitió su error ante el juez: "Nos mandamos una macana grande", algo así como que intentamos engañaros a todos pero la broma se convirtió en más pesada de lo que jamás pensamos. No volvieron a truncar versiones, sino admitir su falta de pericia anti-justicia y mantener toda la simpatía posible para evitar mayores problemas. La idea del futbolista no era otra que quitarse de encima el vehículo dado que, siendo adquirido en Asunción cuando el jugador militaba en suelo paraguayo, debía presentarse en dicha ciudad cada seis meses para reportarlo.

“López fue detenido por la División 3 de la Jefatura y se lo acusa de haber denunciado el robo de su vehículo (algo que nunca sucedió) para cobrar el seguro correspondiente”, aseguraba el juez en su dictamen definitivo, lo que mandó a Walter a prisión durante una noche, pese a que su abogado intentó que no fuera castigado de tal manera. El magistrado acabó accediendo pero aún hay que salir de dudas sobre su condena final. Un plan nefasto que no sólo quemó su furgoneta, sino posiblemente los próximos años de su carrera.

[video:https://www.youtube.com/watch?v=w4VjIzwgqEs]

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