Juventus: Cómo remontar sin arietes

Sus delanteros son de un perfil distinto a lo habitual

A la espera de que se materialize el fichaje de Fernando Llorente para la temporada 2013-2014, la Juventus de Turín carece de un nueve clásico como consecuencia de su reiterada apuesta por delanteros móviles como Giovinco, Vucinic o Quagliarella. Esta noche está obligado a remontar frente al Bayern de Munich y a hacerlo sin un ariete. Analizamos sus opciones.

Toda una vida. Diecinueve años. Cuando llegó y hasta que se fue. Cuando aterrizó era un crío que prometía esperanzas de talento para aportar a la poderosa Juventus de los años 90. Cuando partió, era un veterano obligado a marcharse a un país que en nada le recordara sus días turineses. El margen entre un avión y otro, dos décadas de éxitos, desbordes, inteligencia, faltas espectaculares y asistencias diferenciales. Pero, además, 290 razones convertidas en gol para que nadie jamás quede exento de su paso por territorio de la Vecchia, a la que él no abandonó en el trono (tuvo ofertas de medio planeta para marcharse), a la que nunca abandonó en el caos (tras ser descendido administrativamente a Serie B). Máximo goleador juventino en la historia, jugador con más partidos disputados y, todo, desde el rol más fantasista. Una fusión perfecta entre trequartista y capocannonieri. Justo lo que, en términos menores, abunda ahora mismo en la plantilla de Antonio Conte.

La reproducción e interpretación más interesante, hablaría de enormes facilidades para ofrecer alternativas ofensivas, aportar desequilibrios talentosos desde segunda línea y despertar dudas continuas en las defensas rivales. Y sí, todos y cada uno de los nombres que posee la Juventus en zonas decisivas y de ruptura, amplían de manera gratificante la amalgama de camino al gol, multiplican las carecias de un rival incapaz de controlar las diferentes opciones y el físico de sus líneas posteriores aún presiona más a un emeigo que pocas veces domina la pelota (posesión absoluta en la mayoría de partidos para Andre Pirlo). Sin embargo, la larga lista de posibilidades en el planteamiento bianconeri, oculta una clave determinante cuando el guion exige una remontada ante un referente europeo (como es el cao actual del Bayern). Ninguno de los elegidos tendrá una misión determinada que cumpla con escrupulosa eficiencia, el gol. La carencia de un referente que aún no llegó. Y ya será tarde.

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Esa línea que durante tantos años abogó el gran Del Piero, es una doble lectura de las últimas décadas donde, sin un jugador de área, más estático o con una larga lista de anotaciones producto de su capacidad rematadora, fueron la acumulación de alternativas talentosas las que cubrieron ese déficit latente. Seguramente desde la salida de David Trezeguet, el club piamontés ha vivido un parentesis casi exigido por su guión, el que sí ampliaba opciones defensivas y medulares, pero el que repetía una vez tras otra la adquisición de atacantes móviles, de grandes desmarques, inteligentes movimientos asociativos y calidad técnica, pero con carentes estadísticas de cara a puerta (pese a ir absolutamente sobrado en este aspecto en una Serie A donde es el segundo máximo goleador y el menos goleado con drástica ventaja sobre el resto). Pero ahora, hoy, es la Champions la que obliga a cambiar la valoración de cualquier análisis previo.

Vucinic (con muchos problemas físicos a lo largo de la campaña), sería el delantero titular de este planteamiento juventino actual que aboga por proteger defensivamente sus bastiones (defensa de cinco intocable aunque dos carrileros largos que transforman la perspectiva real de ese teorema) y ampliar los interiores de batalla-fuerza en pro de que se mponga el ‘pirlismo’ de su gran líder. Conseguidos esas premisas iniciales de todo partido ideal juventino, la aparición de jugadores talentosos en líneas de pase decisivas como Giovinco (aún sin mucha regularidad) o una más rematadora-móvil como Quagliarella. Si la opción es más ofensiva y directa, la clave será Matri que lejos de su mejor momento, siempre termina por cautivar y ganar un papel relevante. Y de todos ellos, ¿Dónde está el utensilio devorador que les haga ser temerosos?

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Un problema real, recalcado tras los frustrados fichajes ofensivos de este curso y la obligada acumulación de hombres de ataque que no convencían ya desde su llegada (casos concretos y alarmantes como los de Nicolás Anelka o Nicklas Bendtner, que acumulan más titulares extradeportivos que agradecimientos en el césped). La solución a largo plazo podría ser el fichaje ya confirmado de Fernando Llorente para la próxima temporada (aunque existen dudas sobre su estado físico y adaptacion a un campeonato muy diferente), pero hoy, el Juventus Arena vive el reencuentro con las noches continentales de oro y quilates que jamás debieron perder la esencia de una ciudad que sueña con recuperar el trono continental. Para ello, el primer paso será remontar contra los elementos y pensar que, como hace años, el talento del tre-quartista necesita un enclave justo por delante que le permita brillar rumbo al gol. Ese, que hoy debe llegar en forma de trébol...

LA PREGUNTA: ¿LOGRARÁ LA JUVENTUS REMONTAR LA ELIMINATORIA CONTRA EL BAYERN?

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