El cuestionable nivel de Champions League de Roberto Soldado

Pasa inadvertido en las grandes ocasiones

Roberto Soldado vuelve a generar dudas sobre su nivel en las grandes citas después del bajo rendimiento ofrecido ante el Paris Saint-Germain en los octavos de final de la Liga de Campeones, siguiendo la línea de sus discretas actuaciones cuando el Valencia más le necesita.

Los grandes jugadores se definen en las grandes citas. Es una máxima que no por haber sido repetida hasta la saciedad deja de ser cierta. Continúa vigente y no admite excepciones. El Olimpo balompédico exige, como mínimo, una noche épica en el curriculum de sus nuevos socios, haber demostrado al menos en un partido de campanillas que mereces ser considerado como uno de los mejores futbolistas del momento. Roberto Soldado carece de esa gran noche. Cierto es que ha tenido pocas ocasiones para demostrarlo, pero cuando las ha tenido ha fracasado de manera estrepitosa. O, peor todavía, ha pasado inadvertido. No hay nada peor que pasar inadvertido cuando se supone que eres la referencia de tu equipo. No estar acertado tiene perdón. No aparecer, no.

Antes de entrar en materia conviene sentar las bases y definir que entendemos por "partido importante" cuando se dice que Soldado desaparece en los "partidos importantes". Se trata de algo subjetivo, claro está, pero entiendo que compartido por la gran mayoría. "Partido importante", en mi opinión, es aquel encuentro que se disputa a vida o muerte, frente a un equipo de alcurnia, un grande, y, en la mayoría de casos con un título relativamente cerca. Si encima es en competición europea, puntúa doble. Pues bien, esos son los "partidos importantes" que se le resisten a Soldado. Los partidos para los que no tiene el nivel o, al menos, no ha demostrado tenerlo.

Algunos aprovecharán este punto para recordar los dos goles que Soldado logró contra el Rangers de Glasgow para dejar prácticamente sentenciada la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones. Pero, ni considero la fase de grupos un escenario propicio para las "noches épicas", ni a ese Rangers un grande. Los escoceses se encontraban en ese momento atravesando el proceso de una descomposición que les ha llevado hasta su situación actual. En Osasuna sí apareció en aquel año de Copa UEFA, pero el salto a "nivel Champions" con el Valencia le está quedando grande.

Podemos acotar los "partidos importantes" del Valencia con Soldado en su plantilla a las dos apariciones en octavos de final de la Champions League ante Schalke y PSG, las semifinales de la Europa League ante el Atlético de Madrid, y las eliminatorias de Copa del Rey ante Barcelona y Real Madrid de las dos últimas temporadas. Un total de 10 partidos en los que Soldado sólo fue capaz de marcar un gol, en la ida ante el Schalke. No sólo no fue el héroe del Valencia, sino que apenas apareció. Pasó totalmente inadvertido en todos esos encuentros en los que el conjunto ché necesitaba una referencia que no encontró en su delantero centro.

Su bajo rendimiento en este tipo de citas contrasta con el de los delanteros que tenía enfrente. Esta situación alcanza su máxima expresión la pasada temporada en las semifinales de la Europa League frente al Atlético de Madrid. Mientras Soldado apenas inquietó a Courtois, Radamel Falcao se consagró marcando dos golazos que sentenciaron la eliminatoria a favor de los rojiblancos, a los que llevó a la consecución de un título en la final de Bucarest ante el Athletic Club de Bilbao.

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Con el expolio de estrellas que ha sufrido el Valencia temporada tras temporada, este año Soldado se ha quedado como bandera del valencianismo. Así se ha asegurado desde el club, con Llorente sacando pecho al tiempo que desvelaba haber rechazado una oferta de 30 millones de euros por el delantero, mientras que Juan Mata era vendido por una cifra similar. De este modo, se entendía que durante este curso Soldado sería quien salvaría al Valencia en las situaciones comprometidas, pero no ha dado el nivel en ninguna de las dos citas. Ni ante el Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey, ni contra el PSG. Ese papel lo ha asumido Jonas en ambas citas. Contra el Madrid no estuvo acertado, pero lo intentó. Contra el PSG marcó el gol que daba esperanzas a los valencianos.

Pero de Soldado no hubo noticias. La noche en el Parque de los Príncipes supone la confirmación de que Roberto Soldado no tiene nivel Champions. O, al menos, de que no tiene el nivel para ser un delantero estrella en la Champions League, no para ser el líder de un equipo que aspira a estar entre los ocho mejores equipos de Europa. En París tan sólo tuvo una oportunidad para disparar a puerta, tras una pared con Jonas, pero el balón lo mandó manso a las manos de Sirigu. Ahí se acabó Soldado, y sin un nueve el Valencia no pudo consumar su superioridad ante el PSG. Llorente deberá plantearse si realmente rechazar una oferta de 30 millones de euros por Soldado es motivo suficiente para sacar pecho.

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