Australia: Formato y curiosidades en la primera década de A-League
El fútbol en Australia está evolucionando a gran velocidad

El fútbol en Australia ha seguido una firme evolución durante los últimos años y el fichaje de Alessandro Del Piero por el Sidney FC ha supuesto un espaldarazo definitivo para la A-League, que ahora es uno de los destinos favoritos para los jugadores europeos. Analizamos el crecimiento del fútbol australiano de la mano de José David López.
‘Su’ Football nació aquí en 1858, en Melbourne, como unión de las diferentes prácticas que desarrollaban las tropas británicas destinada en las colonias. Algunos de esos militares habían dejado su carrera profesional y su fama nacional por la obligatoriedad de alistarse para defender a su país, pero solo uno, la estrella del cricket inglés Tom Willis, se convirtió en pionero al interpretar que aquél juego improvisado podría servirle como vehículo para mantener la forma física hasta su regreso. Jugaban al aire libre, improvisaban porterías con palos de madera y cambiaban de compañeros cada día, pero fue tal la aceptación entre el pueblo australiano, que en cuestión de meses, aquellas reglas improvisadas encontraron un código oficial de normas (regido por el propio Willis y su amigo Henry Colden). Habían creado el Footy, un fútbol australiano único que, desde entonces, ha mantenido su reglamentación alejada del mundanal ruido llegado desde Occidente.
Sin embargo, la fuerza comercial y la expansión del deporte rey por todo el planeta, ha logrado incluso hacerse hueco en la arcaica mentalidad de los australianos. No ceden al poder de atracción y al origen de un deporte absolutamente exclusivo de su suelo, pero no han podido cerrar las puertas al crecimiento y amplitud de la A-League, que a punto de cumplir una década como deporte profesionalizado, dispara el seguimiento y las horas televisivas en todo el país. Un formato muy ‘yankee’, grandes inversiones en fichajes y una masa social que sigue ampliándose año tras años, se han convertido ya en una de las grandes amenazas de la tradición ‘futbolera’ de un país que ya se rinde a sus nuevas estrellas del césped, aunque estas sean malabaristas únicamente con los pies.
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La A-League (que es reconocida comercialmente como Hyundai A-League), no sigue las pautas de todo campeonato liguero europeo, sino que se deja influenciar por sus pensamientos estadounidenses. Tanto, que desde que en 2004 se alcanzó la profesionalización absoluta de su sistema de competición (aboliendo la antigua National Soccer League), se aprobó la propuesta de una única categoría con diez instituciones (cuando arrancó eran ocho pero su crecimiento evidencia el respaldo social hacia el nuevo fútbol) tuteladas por la Federación de Fútbol australiana (FFA) y con actividad durante los meses de primavera y verano australes (disputándose por tanto los partidos entre los meses de agosto-abril). Ese formato liguero es similar al que usan en MLS (USA) y K-League (Corea del Sur), dos campeonatos con los que pretende poder competir en los próximos años dentro del organigrama de niveles del fútbol mundial.
Dicho sistema no cuenta, por tanto, con ascensos ni descensos, sino que cualquier modificación por eliminación o incorporación de nuevos clubes, siempre depende de una serie de medidas estrictas que deberá aprobar la FFA. Cabe destacar que desde el año 2006, la A-League pudo encontrar mayor solidez en sus intentos de expandirse cuando logró unirse a la Confederación Asiática de Fútbol, lo que les permite participar en las competiciones internacionales del continente (de mayor nivel y seguimiento que las que ellos logran en Oceanía). La temporada regular finaliza tras la disputa de 27 jornadas a tres rondas (ida y vuelta), pasando a las rondas por el título únicamente los seis primeros clasificados (quedando sin opciones los cuatro últimos). En dichos play-off, los dos primeros clasificados previamente compiten solo en dos cruces, siendo el vencedor directamente finalista, pero el perdedor puede entrar en otra semifinal. Los clasificados del tercero al sexto, se miden en rondas preliminares hasta que el ganador se mete en la semifinal. Solo se clasifican para competiciones internacionales el campeón de la campaña regular y el campeón de la A-League (entran en la Liga de Campeones de la AFC), mientras el segundo clasificado logra ese mismo billete pero para las rondas previas del torneo continental.
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Una de las particularidades de la A-League radica en el límite salarial existente en cada plantilla, puesto que no se permiten rebasar los 2,35 millones de dólares australianos (también existe un límite mínimo de pago a todo jugador que se ha fijado en 46.215 dólares). Como clubes que funcionan siendo franquicias y la FFA pretende equilibrar su campeonato al máximo para que siempre sea competido, existen dos reglas única para salir de esos ‘topes’. ‘Jugador Franquicia’ que siempre tendrá que ser mayor de 23 años y que no tiene limitación de sueldo y, ‘Jugador Franquicia Sub 23’, que puede cobrar hasta 150.000 dólares más que el resto. Cada equipo tiene 20-23 fichas, entre las que puede tener como máximo una plaza para un extranjero, puesto que los futbolistas deberán ser australianos (o neozelandeses en el caso del Wellington Phoenix, que juega en Australia gracias a un acuerdo con la Asociación de Fútbol de Nueva Zelanda). Esto asegura que equilibrando al máximo las posibilidades de todos los clubes para que siempre exista alternancia y opción a crecimiento.
Además, tiene que haber mínimo tres jugadores menores de 20 años, evidenciando que es un asunto que preocupa. El desarrollo y la progresión de los objetivos programados para esta primera década de profesionalismo, han sido positivos hasta el punto que ahora la FFA está valorando seriamente la opción de crear una segunda categoría que está bajo estudio. Cierto es que, el trampolín, cantera e impulso de las jóvenes promesas sigue siendo su principal problema al no existir campeonatos de mayor nivel tras la élite, pues a los chicos que pretenden formarse solo les quedan torneos estatales en Nueva Gales del Sur, Victoria, Queensland, Australia Meridional, Australia Occidental y Territorio de la Capital Australiana.
Estos jóvenes son los que han impulsado el fútbol en Australia tras haber disfrutado siendo niños con las peripecias de estrellas pasadas como Archie Thompson, Dwight Yorke o Ned Zelic. Hoy, las nuevas estrellas del país disfrutan en su casa con Emile Heskey, Josip Tadic y, desde luego, Alessandro Del Piero, culpable número uno de la fiebre australiana por el ‘otro’ fútbol.