Oasis: desmedida pasión ‘citizen’

El Real Madrid afronta esta noche de Champions League un partido contra un fenomenal rival que no despega en Europa, el Manchester City, pero que cuenta con dos de los hinchas futbolísticos más conocidos del mundo, los hermanos Gallagher, líderes de Oasis, la banda de rock ya separada que ha sido la más trascendente en la música popular en el periodo comprendido entre estos dos siglos.

Porque los Gallagher, en especial Liam, se han significado siempre por practicar una pasión desmedida por lo ‘citizen’, por el Manchester City, rozando lo gamberro. En realidad podrían ser calificados como ‘hooligans, soft hooligans, pero hooligans al fin y al cabo’ estos hermanos Gallagher del City, que cumplen un sueño prohibido para muchos, permitirse el lujo de serlo por placer, por convicción de quien puede vivir sin cortapisas su frenesí por lo ‘citizen’.

Y hacerlo, además, en una ciudad como Manchester dominada por la mayor adicción de sus habitantes al United, los ‘Red Devils’, el club más poderoso del mundo en el siglo XXI por la venta de su mercadotecnia, entre otros factores que lo han elevado a los altares frente al Real Madrid, Barcelona y los clubes italianos del norte.

Pero los Gallagher, ya desde pequeños, han disfrutado “rayando los coches con emblemas del United”, insana pero real costumbre. Así lo confesaron divertidos cuando todavía formaban Oasis, quizás la banda de rock más popular tras los Beatles en Inglaterra, en pleno apogeo del Brit Pop de los 90 que comandaron junto a Blur.

Ahora que se separaron en 2009 y dejaron de hablarse (cada uno se mantiene en activo con su propio grupo –Beady Eyes, Liam; High Flying Birds, Noel- y hay un trasfondo de faldas en el motivo de la enconada enemistad filial), los hermanos viven a su manera y desde la separación lo único que en realidad los une, los colores del City, el nuevo rico del fútbol inglés y mundial.

Si Liam es habitual de la zona noble del Etihad Stadium (donde la hinchada no para de cantar temas de Oasis desde el graderío antes de la comunión final entre todos con el clásico Hey Jude de los Beatles) y allí donde viaja el equipo, a Noel se le pudo ver, por ejemplo, en Santiago de Chile sufriendo y luego celebrando como un poseso la Liga conquistada en el último suspiro con el gol del ‘Kun’ Agüero al Queens Park Rangers.

Primera Liga ‘citizen’ en 44 años, ahora que todo es esplendor tras la compra del club por parte del jeque de Abu Dabi Mansour bin Zayed Al Nahyan, que así cualquiera.

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http://www.youtube.com/watch?v=88mZYqRQffk ]

Liam es más exagerado que Noel en sus formas y excesos, tanto en el fútbol como en su visión del negocio musical. Divo total con sus sempiternas gafas de sol a lo John Lennon en su palco privado del Etihad, es gustoso el centro de todas las miradas, el foco que más brilla dentro del estadio de la luz.

Copa de champán en la mano que no falte, como se emborrachan los ricos, camiseta y bufanda celestes por montera, se dice, se comenta, se rumorea que en el reciente Real Madrid-Manchester City fue expulsado del estadio Santiago Bernabéu por los ‘stewards’ de la UEFA tras bajar corriendo las escaleras como un loco después del primer gol de su equipo. En este vídeo grabado por un aficionado se puede ver su euforia desmedida por el tanto.

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http://www.youtube.com/watch?v=GrKRgEyp1Nw]

Así es de impulsivo Liam, que disfrutó también sobradamente junto a otro rey del exceso, Diego Armando Maradona, suegro del ‘Kun’, cuando la victoria por 1-0 con gol de Kompany ante el eterno rival, el United.

Liam, desbordado por la felicidad, se pasó después por la sala de prensa y se sentó en el lugar de los entrenadores para meterse con sir Alex Ferguson, por ejemplo, al que acusó ácidamente de “haberse pasado con el whisky”. También mostró su adoración por el sin embargo criticado mayoritariamente Roberto Mancini, el todavía entrenador del City.

También hay otro incidente ya más grave en el historial de Liam, una supuesta pelea de bar (el otro deporte favorito de muchos británicos) con el mito caído futbolístico Paul Gascoigne, en el que el ex Oasis le habría abierto la cabeza al ex jugador del Lazio con un extintor en 2006. Tipo ‘Lock and Stock’ o ‘Snatch, cerdos y diamantes’.

Más comedidos o menos, los ‘fans’ número uno del City son los hermanos Gallagher, con simpatías también hacia el Celtic de Glasgow, y desde su dura infancia en un suburbio de Manchester. Que no se han subido al carro como otros ahora que el City, a base de dinero del petróleo, se ha convertido en un gigante sin techo, en un jugador con ventaja en lo que algunos consideran dopaje financiero.

Para terminar, el decálogo de Liam no deja lugar a dudas sobre su enemigo particular en esto del fútbol: “¿Diez cosas que detesto? Manchester United… Manchester United diez veces. Eso es todo”. Le faltó la coletilla de lo de “amigos”. Porque no tiene muchos Liam de lo orgulloso que es. Esas raíces mods…