Mourinho quiere acabar con la paz entre los jugadores del Real Madrid y Barça

La paz entre los jugadores del Real Madrid y del Barcelona no gusta al técnico madridista. Desde que comenzó esta temporada parecía que los malos rollos entre blancos y culés habían pasado a un segundo plano, pero después del Clásico puede que toda la tranquilidad que se había conseguido llegue a su fin.

Jose Mourinho es consciente de la buena relación de muchos de sus jugadores con los internacionales del Barcelona, y eso parece no gustarle. El técnico blanco opina que los contrarios, y en este caso su eterno rival, no pueden ser amigos de sus jugadores. Para Mou, mantener tensa la relación entre ambos equipos es una estrategia para conseguir de su plantilla una mayor garra y orgullo con el objetivo de alcanzar la meta final, que no es otra que la victoria.

El míster no está solo en su batalla contra los azulgranas, y buen ejemplo de ello es Pepe, que también quiso poner su grano de arena después del Clásico y acusó a los culés de ser unos teatreros, algo que causó un gran malestar dentro del equipo de Tito Vilanova, sobre todo viniendo de un jugador que se caracteriza precisamente por su dureza al defender. Mientras los jugadores españoles del club no apoyan estos ataques continuos al Barça, el míster portugués sabe que cuenta con el apoyo de sus más allegados, sus discípulos, el clan portugués del equipo. Mourinho sabe que si hay que atacar a los azulgranas, están ahí; si él no habla, ellos lo hacen por él, y si hay que defenderle ahí están ellos para decir lo gran entrenador que es y lo mucho que se aprende junto a él.

Parece ser que esta acusación del central portugués no habría gustado a sus compañeros de vestuario. Los jugadores españoles del Real Madrid opinan que estos choques y estas declaraciones pueden terminar con la paz que se había instaurado entre los culés y los merengues compañeros en la Selección Española.

Para echar más leña al fuego, el defensa azulgrana Gerard Piqué le mandó un recadito al míster portugués en unas declaraciones en las que afirmaba: “Con el Real Madrid no hay la tensión que había el año pasado. Mourinho se ha dado cuenta de que no tiene que buscar nada en Barcelona porque no encontrará nada, y al final lo está buscando en casa”. Con esta afirmación el internacional deja claro al portugués que, como con ellos no cabe lugar a la disputa, está buscando problemas en su propio vestuario, algo que no habría gustado lo más mínimo al entrenador del Real Madrid. Este mensaje del central del Barça puede ser la respuesta a las declaraciones de Pepe, con lo que la llamada paz entre clubes podría estar llegando a su fin. Parece ser que vuelven los encontronazos de antaño en los que cuando uno golpeaba, el otro la devolvía.

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Para Mourinho la unión en su equipo es primordial, siempre ha querido que sus equipos sean una piña y que todos prediquen con su palabra. En su opinión, si él se queja de los árbitros, el club y sus jugadores deberían respaldarle, y si él ataca al máximo rival, todos deberían hacer lo mismo, pero en el Real Madrid no lo está consiguiendo. Al parecer este hecho molesta mucho más de lo que se piensa al técnico blanco, ya que en sus anteriores equipos sí acabó consiguiéndolo. Esto es lo que intentará el míster antes de terminar su ciclo en el equipo blanco, pero parece muy difícil que pueda alcanzarlo, puesto que los jugadores nacionales del equipo, liderados por Casillas, no están por la labor y consideran que por encima del fútbol está la amistad de muchos de ellos con sus rivales.