Mundial 2014: La caída libre de las Islas Británicas

Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda del Norte e Irlanda han fracasado

Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda del Norte e Irlanda han vivido una jornada aciaga camino del Mundial de Brasil 2014 y en la fase de clasificación ninguno ha conseguido ganar. José David López analiza el caos en las islas.

Las hay de todos los tamaños, colores, características y debilidades. Para perderse en unas vacaciones bohemias, para ocultarse en un mal momento personal o simplemente para conocer un turismo diferencial y opuesto al que muchos conocen. Y es que cuando escuchamos hablar de islas en suelo europeo, pocas veces se citan aquellas menos frecuentadas por el turismo, pues Creta, Córcega, Ibiza, Madeira, Canarias o Sicilia, congregan gran parte de los amantes ociosos del verano europeo. Son epicentros de fiesta, entretenimiento y diversión, pero al mismo tiempo, paraísos casi siempre alejados del deporte rey, un fútbol que pocas veces logra trascendencia entre sus derrochadores visitantes.

Sin embargo, ninguna de ellas representa un estado-país por sí solo, algo que apenas pueden lograr tres ejemplos en el continente europeo (Gran Bretaña e Irlanda además de Islandia), donde curiosamente, la naturaleza y tradición, fue quien encendió la llama del fútbol en todo el planeta. Gran Bretaña, con más de 218.000 km², es parte del Reino Unido (Inglaterra, Escocia y Gales) e Irlanda, con más de 70.000 km², se divide, pues la mayor parte pertenece a la República de Irlanda y la porción nororiental está ocupada por el Reino Unido (Irlanda del Norte). Ellos sí respetan la tradición, el romanticismo y los valores leales en una cara completamente diferente sobre el poder de atracción del fútbol en las diferentes islas del continente.

Premisas que durante décadas, les colocaron como competidores constantes en la élite pero que, desde hace muchos años, pagan sus intocables doctrinas con la incapacidad de ejercer ese rol nuevamente. Hoy, son ellos quienes no encuentran una versión rentable y quienes han sufrido el déficit de alternativas y variaciones en su origen. Tanto, que aquellos países que surgieron posteriormente y que representan la humildad europea (sirvan como ejemplo Macedonia, Letonia, Montenegro, Albania o incluso la más débil aún Luxemburgo), son hoy su competencia directa, real y, a la vez cruel, de su caída libre, la de sus teorías desfasadas. Similares conceptos futbolísticos, un mismo patrón que prioriza el físico, una lectura directa, sencilla, estable y rutinaria. Todo es potencia, fuerza, juego directo, aéreo y, desde luego, tozudez, pues puede afirmarse sin temor a error que todos ellos están anclados en el tiempo y no han progresado prácticamente nada en los últimos 40 años. Una idea vetusta. Un fútbol de otra época instalado en una era que les castiga sin pudor alejándoles de sus metas competitivas.

Y todo ello, pese a que los ingleses inventaron las reglas pioneras de un deporte que expandirían al planeta bajo su formato y estructura, e incluso hoy representan quizás la competición liguera más admirable del mundo (a expensas de que el Fair Play financiero desmonte sus caóticas finanzas). Todo ello pese a que hace siglo y medio que los escoceses dieron a conocer su ‘Scottish Passing Game’ (ideas más espectaculares y dinámicas). Todo pese a que Irlanda e Irlanda del Norte llegaron a convertirse en animadores en varias fases finales mundialistas con jugadores para el recuerdo (Niall Quim o John Aldridge, así como Pat Jennings o George Best). Y todo, claro está, pese a que Gales, que un día también llegó a una fase final mundialista (1958), tiene seguramente la mejor generación de su historia actualmente (Bale, Allen, Ramsey y la opción de ‘reclutar’ a Bellamy-Giggs).

Un sentimiento, un aroma, una manera de entender el fútbol, que decae inevitablemente cada vez que las selecciones hacen acto de presencia. Merece mención aparte esa Inglaterra siempre aspirante que lleva décadas perdidas en su auto-exigencia incumplida, habiendo perdido años en experimentos con seleccionadores extranjeros que tampoco pudieron eliminar el adn automatizado en cada jugador inglés. Su nueva etapa evidencia los mismos problemas de siempre con un global que no alcanza las metas necesarias para aleccionar a las grandes referencias mundiales pese a tener en sus filas a muchos de los jugadores más valorados no solo de la Premier, sino de las nóminas financieras de todo el planeta. Su último empate en el mítico Wembley ante Ucrania (Lampard igualó en el último suspiro de penalti), reflejan que orden defensivo y cierto grado de suerte, es suficiente para desarbolar un escenario de primer orden.

[video:http://www.youtube.com/watch?v=zq7m6CelQus]

La crisis de las Islas crece aún más conforme viajamos por territorio vecino. Irlanda, capaz de insertar su nombre en la última fase final de Eurocopa y de tener su proyecto más interesante de las últimas décadas, empezó el camino a Brasil 2014 con una victoria por 1-2 en Kazajistán (con dos goles en el último minuto). Escocia ha visto como dos selecciones balcánicas de reciente independencia y creación, Serbia-Montenegro, sacaban un punto de su legendario pero cada vez menos fortificado Hampdem Park (0-0 y 1-1). Gales, de la que hace tiempo que ya se espera algo más, fue vergonzosamente goleada por Serbia (6-1) pocos días desués de haber caído en Cardiff contra Bélgica. E Irlanda del Norte, seguramente la más débil por recursos técnicos y maniobrabilidad estructural, cayó sin tirar a puerta en Rusia (2-0) y empató ante la frágil Luxemburgo en Belfast (1-1). Ni un solo resultado positivo en un martes internacional que vuelve a poner de manifiesto la crisis de identidad y capacidad regenerativa de los sistemas británicos (o vecinos). Nada ha cambiado…

[video:http://www.youtube.com/watch?v=Br1QrrqTS0M]

ANÁLISIS FASE DE CLASIFICACIÓN DEL MUNDIAL DE BRASIL 2014

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