Fabio Capello y la reconstrucción de Rusia

Irlanda del Norte será su primer rival oficial

Fabio Capello debuta en la fase de clasificación para la Copa del Mundo 2014, se enfrenta a un histórico del fútbol británico venido a menos pero que vivió su época dorada en los años ochenta, Irlanda del Norte; Rusia es un clásico de las últimas Eurocopas, pero sin embargo, no disputa la fase final de un mundial desde el año 2002, Capello debe devolver la ilusión a un fútbol roto tras el varapalo sufrido en la última Euro...

La selección rusa se convirtió en la gran sensación de la Eurocopa 2012 en sus dos primeras jornadas. Con un juego fantástico y actuaciones sorprendentes de Dzagoev, el equipo de Advocaat se postuló como una de las grandes alternativas al triunfo final, pero aquel tanto del eterno Karagounis en el tercer encuentro lo cambió todo; el castillo ruso se resquebrajó con la misma facilidad que lo hizo la poderosa selección soviética tras la desintegración de la Unión en 1991... una historia demasiado conocida por los desencantados aficionados de la selección.

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Tras el fracaso en Polonia, la federación rusa buscó un cambio, el revulsivo que fuera capaz de modificar la dinámica irregular de un equipo marcado por el desliz ante Grecia, o por la derrota en el play-off del Mundial 2010 contra todo pronóstico ante Eslovenia. Demasiados tropiezos para una selección sobrada de talento individual.

Fabio Capello ha sido el elegido. El italiano ha aceptado la propuesta de la federación rusa, ya que según manifestó, conducir al equipo al mundial de Brasil supone uno de los mayores retos de su carrera. Pero sin duda, la apuesta económica de los dirigentes rusos ha sido muy influyente en la decisión tomada por el italiano; Capello ha firmado un suculento contrato que le permitirá alargar una carrera en los banquillos que no pasaba por su mejor momento.

La contratación del ex-seleccionador de Inglaterra, generó discrepancias entre un gran número de técnicos rusos que no se mostraban partidarios de un nuevo proyecto liderado por un entrenador foráneo. A Capello se le ha pedido que refuerce la mentalidad del grupo, que potencie la calidad que ya posee la selección, y que construya un proyecto de futuro con la entrada progresiva de nuevos valores.

La federación rusa ha sido acusada de falta de transparencia y mala gestión económica. La actuación de la selección en la pasada Eurocopa, destapó la caja de los truenos y provocó la dimisión del presidente de la federación Sergei Fursenko; demasiadas polémicas internas que no pudieron ser salvadas con una aceptable actuación deportiva. El sueldo de Dick Advocaat y el de sus predecesores en el cargo, encendió la mecha de las críticas.

Hace pocos días que Nikolái Tolstij fue elegido como nuevo presidente de la Unión de Fútbol de Rusia (UFR), coincidiendo con el anuncio de la Cámara de cuentas, que auditará el balance económico de la federación tras una petición del vicepresidente de la Duma (Cámara de Diputados) Ígor Lébedev, que consideró que la proporción entre los gastos en la contratación de varios entrenadores extranjeros y los recursos que se destinan al desarrollo del fútbol en el país, no era equilibrada.

En el aspecto deportivo, Rusia tiene en el punto de mira la Copa del mundo que organizará en 2018. Pero para llegar en condiciones a ella, tendrá que adecuar parte de sus estructuras internas, todavía poco modernizadas en comparación a otras esferas de su fútbol. Fabio Capello debe clasificar al equipo para Brasil 2014 con el objetivo de mantener la calma del país, de no ser así, la presión de cara a la organización del evento podría ser casi insostenible. Se busca un proyecto competitivo que origine un cambio en los resultados de la selección.

El primer paso de Rusia pasa por vencer a la debilitada Irlanda del Norte; otro conjunto en construcción, pero con demasiadas carencias en el plano individual. Su técnico Michael O´Neill, ha manifestado que no deben pensar en clasificarse a la cita mundialista, algo utópico según su opinión.

Irlanda del Norte busca amargar el debut oficial de Capello, pero no parece contar con efectivos de talento que pudieran llevar a la selección de los seis condados del norte de la isla, de nuevo a una Copa del Mundo.

La actual, es una generación de futbolistas que se encuentra muy lejos de germinar a una estrella como George Best, el mejor futbolista norirlandés de la historia, y que como se sabe, nunca pudo jugar un mundial.

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Irlanda del Norte disputó la Copa del Mundo de 1958, donde se clasificó a los cuartos de final tras vencer en el “replay” de su grupo a Checoslovaquia por 2-1 con dos tantos de Peter McParland. Posteriormente, Francia no le dio opción en el encuentro de cuartos de final.

Irlanda del Norte no volvería al mundial hasta la edición de 1982. En tierras españolas, el equipo dirigido por Billy Bingham terminaría haciendo historia por varias razones: la primera porque en su debut mundialista jugó el futbolista más joven que participó en la Copa del mundo, Norman Whiteside, que se enfrentó en La Romareda a la Yugoslavia de Miljan Miljanic con solo 17 años y 41 días. Y la segunda, porque el equipo ofreció un espléndido rendimiento conforme el torneo avanzaba.

Los irlandeses no tenían demasiadas pretensiones, sobre todo teniendo en cuenta sus catastróficos resultados en el British Home Championship previo al mundial, y sus dos primeros encuentros en el campeonato, donde no pasaron de dos rocosas actuaciones de su defensa y del veterano portero del Arsenal, Pat Jennings.

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En el tercer encuentro debían enfrentarse a España, por lo que solo un milagro podría provocar que continuasen en el campeonato. Los norirlandeses se mostraron relajados en la jornada previa, bebiendo cerveza y esperando una vuelta segura a su país, ya que España podría no haber mostrado su mejor cara en los dos primeros partidos, pero jugando en casa y ante su público, nadie podía esperar la sorpresa irlandesa... y llegó, con aquel gol de Gerry Armstrong que llenó de resignación al fútbol español.

Irlanda del Norte ofrecería una gran imagen también en la segunda fase de aquel mundial, donde de nuevo Francia evitó que alcanzaran la ronda de semifinales. Volverían a una gran cita en México 1986, aunque en aquella cita (donde por cierto volvieron a enfrentarse a España), no tendrían una actuación tan destacada.

Comienza la era Capello, una época que espera ser gloriosa para el nuevo fútbol ruso... será observada meticulosamente por el resto del mundo. Irlanda del Norte es su primer obstáculo.

ANÁLISIS DE LA FASE DE GRUPOS DEL MUNDIAL 2014

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