Argentina: El regreso de River Plate y el nuevo formato liguero
Los Millonarios reaparecen ante su verdugo
River Plate regresa a Nacional A después de lograr el ascenso durante el pasado mes de junio y debutará precisamente ante Belgrano, el equipo que le hizo descender. Contamos la historia del retorno de los Millonarios a la máxima categoría del fútbol argentino.
"Las ratas (por los directivos) ya deben de estar corriendo con la plata. Yo me preparé como relator para contar historias lindas de River, para contar cosas malas como perder campeonatos, pero jamás para relatar momentos tan tristes como éstos. Hay que ser hijo de puta para sacudir a River y para reventarlo como lo reventaron ¡Qué hijos de puta que son, cómo lo hicieron mierda! No se van a poder esconder. Se tendrán que ir de la Argentina”. Palabras agresivas, violentas, letales y completamente descontroladas las que vertía hace poco más de un año Atilio Costa Febre en Radio Mitre. Era el desahogo ante la crónica final, ante el caos absoluto, ante la condena eterna y ante el descalabro de una muerte anunciada. Era el descenso de River Plate.
En un país donde el fútbol ha movilizado sentimientos humildes como en ningún otro y ha destapado las mayores polémicas violentas también como nadie hubiera querido relatar, la perturbadora estrategia económica de la última década acabó matando al ‘gigante’ River Plate. Tras 110 años de historia legendaria, de noches gloriosas y de clásicos míticos, el fútbol argentino perdió a uno de sus dos grandes referentes universales e históricos como castigo del Dios fútbol a todas sus devastadoras manos corruptas. El ‘Millonario’ (curioso denominarlo así cuando las arcas están más vacías que nunca) perdía la categoría tras tres años caóticos en lo deportivo, insertados en una entidad apaleada por sus directivos y como fiel reflejo de una crisis económica palpable en la disminución de recursos año tras año. El equipo que más torneos oficiales ganó en su país (33), el que ganó dos Copas Libertadores y una Intercontinental y el noveno del mundo en el siglo XX por su poderío y prestigio, según una encuesta de la FIFA. Ese, River Plate, se marchaba a la desconocida ‘Nacional B’.
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Argentina lo tachó como ‘El día más triste’. Un juicio final a todos sus pecados, que se reunieron en el Monumental para, ante Belgrado en el play-off por mantener la plaza o caer al ‘infierno’, caer avergonzados ante la incapacidad de remontar el complicado 2-0 que se traían los cordobeses de la Ida días atrás. En mitad de una ‘olla a presión’, con la necesidad histórica de reaccionar en la última posibilidad posible y con uno de las plantillas más frágiles que se le recuerda, apenas pudo empatar (1-1) entre parones constantes por la afición, un penalti errado (jamás lo olvidará Pavone) y una amalgama eterna de sensaciones amargas. Tras el duelo, que tuvo que terminar un minuto antes debido a los altercados de la gradería, los jugadores se reunieron en mitad del campo rodeados de policías pues, desgraciadamente, su afición quería tomar la palabra y ellos, como epicentro del caos, iban a tener problemas hasta para abandonar su sede. Se produjeron graves disturbios, 72 heridos, se destrozaron las instalaciones del recinto deportivo, intentaron acceder a los banquillos, se saquearon comercios, quemaron contenedores de basura y lanzaron piedras a los efectivos de seguridad, a lo que estos respondieron con cañones de agua.
Tras un año de lucha, reacomodando viejas estrellas, intentando limpiar los rastros delictivos de su cúpula, con un mito en los banquillos (Almeyda) y reactivando su sintonía especial con su ‘gallinero’, River Plate logró que los afiches enemigos apenas tuvieran un año de actividad. Debutará en el torneo Inicial 2012 del fútbol argentino en la primera semana de agosto próximo, en su regreso a la Primera División, ante el Belgrano de Córdoba, el equipo que provocó su descenso a la segunda categoría a mediados de 2011. Superando en un final de infarto a Quilmes, Instituto y Rosario Central, ‘la banda’ retornó por la vía rápida al primer escalón del fútbol argentino. Un entorno que jamás debió serle tan hostil y que ahora le abre las puertas con bastantes singularidades.
Y es que el formato del campeonato ha cambiado. El torneo Inicial, anteriormente denominado Apertura, comienza este viernes y se disputará hasta el 9 de diciembre. El ganador se enfrentará al mejor del torneo Final, que se desarrollará entre el 10 de febrero de 2013 y el 23 de junio, para determinar el campeón de la temporada a nivel global. Tras el Inicial y el Final, no habrá promociones ni play-off (como el que llevó a River al descenso) y descenderán los tres equipos con peores promedios de puntos, mientras que los tres mejores del Nacional B ascenderán a la Primera División. Y todo, en un mercado sin grandes fichajes y marcado por la polémica pues, debido a sus deudas, muchos clubes han tenido obstáculos federativos. Se pretendía que hasta ocho clubes (Racing, Independiente, San Lorenzo, River Plate, Newell's Old Boys, Tigre, Colón y Estudiantes de La Plata), estuvieran inhibidos para contrataciones, por lo que salvo casos muy concretos, todos se han reforzado con jugadores liberados o canteranos.
En ese contexto, tras haber abierto la puerta de manera polémica a dos de sus clásicos que ayudaron por el ascenso (Cavenaghi y ‘Chori’ Domínguez’), con Matías Almeyda asegurando que “si hablara sería un traidor pero no es un soldado al que Passarella manipula”, atando a jugadores expertos para el nuevo curso (Barovero y Mercado) y con sus jóvenes promesas haciéndose notar tras ganar la Copa Libertadores Sub 20 (parece que una de esas estrellas, Juan Cazares, tendrá hueco en la plantilla), River Plate regresa. Al primer plano del fútbol argentino, sudamericano, mundial y planetario. Ese que, curiosidades de la vida, le cruza el día de su vuelta con el enemigo que hace un año le empujó al precipicio: Belgrano. Regresa el fútbol en Argentina.