Eurocopa 2012: Italia, casta y orgullo
La Nazionale llega herida en su orgullo

Sin importar cual sea el resultado de la final, lo de que la selección italiana trasciende en los grandes torneos los años en que el Calcio vive algún escándalo dejará de ser una simple cábala para convertirse en un hecho tangible. Recapitulamos: en 1982, Paolo Rossi venía de dos años de suspensión tras el escándalo de apuestas conocido como el Totonero y fue el goleador de la Italia campeona mundial
y, a la postre, Balón de Oro. Hace seis años, en medio del escándalo de Calciopoli, muchos pidieron la cabeza de los juventinos, sobre todo de Cannavaro y Buffon, que fueron los principales artífices del tetracampeonato mundial y unos meses más tarde primero y segundo en el Balón de Oro. Ahora estamos frente a una Italia que algunos hasta sugirieron no debía participar en esta Eurocopa como gesto de vergüenza por el escándalo de Calcioscommesse, y nadie puede saber quién y cómo sea el campeón pero de lo que sí podemos estar bastante seguros es que, hoy por hoy, Andrea Pirlo debería estar en el podio del Balón de Oro FIFA 2012.
En el fútbol está la técnica, la táctica pero también están los imponderables que no son más que esos episodios completamente fuera del guión que tienes que aprender a convivir y valerte de ellos para crecer. Y eso es exactamente lo que ha hecho Italia cada vez que le han tocado el orgullo.
Buffon es uno que tanto en 2006 como ahora ha reaccionado impecablemente. Durante la concentración previa al mundial alemán, fue acusado de apuestas fraudulentas y muchos pidieron que fuera excluido de la convocatoria. Solo la firmeza del entonces seleccionador Marcello Lippi permitió que Gigi participara en aquel mundial. Ahora sucedió que tras algunas declaraciones espinosas que ponían en entredicho la ética de periodistas y magistrados, alguien sacó de la nada una vieja investigación por apuestas en un supuesto negocio en Parma. La investigación jamás procedió y sin embargo los medios se dedicaron a especular sobre ello haciendo ver que Buffon era culpable de algo; algo que sonaba más a amenaza mafiosa que a cualquier otra cosa. El resultado en ambos casos está a la vista.
Otro caso evidente es el de Leonardo Bonucci. Oficialmente nunca estuvo entre los investigados por el Calcioscommesse pero todos los medios aseguraban que más de un implicado le habría acusado formalmente. ¿Resultado? Perno fundamental en la defensa a tres, a cuatro o viniendo desde el banquillo.
Podríamos citar otros casos, quizás no necesariamente relacionados con los escándalos pero sí con el amor propio. Cassano hace un mes era para muchos un cardiópata, hoy resiste 60 minutos pero bastan para ser el diferente, el desequilibrante. De Daniele De Rossi se ha dicho que ya no tiene para ser centrocampista por la forma física y es uno de los jugadores que más ha corrido en esta Euro. Pirlo fue despreciado por su club de una década y ya sabemos todos qué está haciendo. Muchos dirán que entonces es una lástima que no haya estado Criscito, pero quizás fue un motivación más para sus compañeros.
Ha hecho bien España en rechazar la etiqueta de favorita en esta final. Sabe que va a jugar contra la que fuera hasta 2008 su bestia negra, sabe que en aquel cuarto de final de hace cuatro años eclipsó la Italia campeona del mundo 2006 y nacía el doblete histórico de España. Encima, La Nazionale viene herida en el orgullo, ése que de una manera u otra tenía en paz en Suiza-Austria. Es muy factible que La Roja centre el triplete porque es lo que dice la lógica. Sin embargo, habrá que ver qué dicen los imponderables.