Inglaterra: el inoportuno orgullo de Michael Carrick

El centrocampista podría ser titular si no hubiera rechazado acudir con los Pross

Pocos días después de que se anunciara que sería el nuevo seleccionador de Inglaterra Roy Hodgson recibió una llamada de teléfono. Al otro lado de la línea estaba Michael Carrick. La intención del centrocampista del Manchester United no era la de ganarse un sitio entre los convocados de los Pross para la Eurocopa 2012. Más bien todo lo contrario. Su llamada se parecía más a una amenaza que a una petición. "Si no voy a ser titular en la Eurocopa no te molestes en convocarme" -solicitó Carrick- "en este momento de mi carrera no quiero ocupar un sitio en el banquillo". Hodgson le hizo caso. No pensaba en él como titular y, por lo tanto, le dejó fuera de la lista provisional de 27 nombres que facilitó a mediados de mayo.

Fue el propio seleccionador quien hizo pública la 'orgullosa' petición de Carrick después de que la prensa inglesa se sorprendiera por la ausencia del Red Devil en la lista, mientras que sí aparecería entre los elegidos Jordan Henderson, quien no había firmado precisamente una buena temporada con el Liverpool. "Carrick me pidió que no le llamara si no pensaba en él como un titular. Ya me dejó claro que no quería asumir ese rol. Para llamarle tendría que demostrarme que es mejor que los otros cuatro mediocentros que he llamado y no lo ha hecho", sentenció Hodgson. Así se cerraba el 'culebrón Carrick', o, al menos, eso parecía.

Y es que la situación en Inglaterra ha dado un vuelco en cuestión de días y más en lo que a mediocentros se refiere, trastocando completamente los planes de Hodgson para el centro del campo. De los cuatro mediocentros por los que apostó inicialmente el seleccionador inglés sólo sobreviven dos: Scott Parker y Steven Gerrard, mientras que Gareth Barry y Frank Lampard se han visto obligados a abandonar la concentración británica por motivos físicos. Si bien ninguno de los dos tenía la titularidad asegurada al 100% sí una buena dosis de minutos en los momentos trascendentes de la Eurocopa 2012.

Con las ausencias de Lampard y Barry, sumada a la ya conocida de Jack Wilshere, quien se ha pasado toda la temporada en el dique seco por una lesión, Michael Carrick apareció en la mente de todos. Era la solución ideal para paliar la plaga de bajas en la medular, y el propio jugador, viendo que tenía opciones de ser titular reculó en su decisión y anunció públicamente su deseo de volver a jugar con los Pross, pero Hodgson tenía otros planes. Si un jugador había rechazado acudir a la selección por cuestiones de orgullo, él iba a tener tanto orgullo o más aunque la situación fuera crítica. Tenía claro que, pasase lo que pasase, no llamaría a Carrick. Y así fue. Hodgson se cobró su venganza contra el orgulloso desertor.

Para cubrir la baja de Frank Lampard, el ex técnico del West Bromwich Albion convocó a Jordan Henderson. Un cambio hombre por hombre. Hasta ahí todo normal, sin nada que desafiara la lógica. Todo lo contrario sucedió cuando antes Hodgson anunció el recambio para Gareth Barry. El del Manchester City es un mediocentro organizador, de poco recorrido pero mucho cerebro. Para sustituirle, curiosamente, decidió apostar por Phil Jagielka, un central expeditivo. Es cierto que el zaguero del Everton actuó como mediocentro durante su etapa en el Sheffield United, pero ya han pasado cinco años desde aquello.

De este modo, Hodgson se queda únicamente con tres mediocentros puros (Gerrard, Henderson y Parker) para ocupar el centro del campo, más las opciones de reconvertir a James Milner y Phil Jones, quien también han jugado en el centro del campo a las órdenes de Sir Alex Ferguson a lo largo de la pasada temporada. Hodgson concluye así su venganza contra el 'orgulloso' Carrick sin darse cuenta de que no ha aprendido la moraleja de la situación: el orgullo te acaba pasando factura. Y si no que le pregunte a su 'desertor'...

Francisco Ortí (Enviado especial a la Eurocopa 2012)

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