Colorín, colorado, Mou se ha puesto morado
Que la redención a través del fútbol de ataque y no sólo del ganar de cualquier manera es otra vía, la viva.
Lástima que terminó… Pero es así. El fútbol, aunque se repite de manera cíclica, no termina de permitir que nos acostumbremos a su largo verano, menor, claro está, cuando hay Mundial o Eurocopa, como es el caso, y ya menos cuando tenemos Copa América, por la lejanía y porque Messi no es el mismo y ya no están Ronaldo y Ronaldinho. Vamos, que de momento no es lo que fue otras veces. Así que se terminó lo más espectacular, las Ligas de Primera División en toda Europa, y las competiciones europeas, la Champions League del Chelsea y la Europa League del Atlético. Y hasta la final de la Copa del Rey, ésta de manera tan rápida que duró unos pocos minutos, los que quiso el Barça como el Atleti antes en Bucarest ante este gran Athletic tan querido como mal ha competido las finales.
Y llega reconocer una verdad del barquero, algo palmario. Aunque cueste escupirlo, ahí está. Jose Mourinho es el triunfador de la temporada, el que ha derrotado por vez primera al Barça de Josep Guardiola, algo para nada baladí sino bien complicado. Ya apuntó sus primeras maneras en la final de la Copa del Rey de la pasada temporada en Mestalla, con el gol/cabezazo de Cristiano Ronaldo, y lo disputadas de las eliminatorias a ida y vuelta en Supercopa de España y la misma competición del KO que mejor se le da, no obstante, de siempre el Barcelona, rey de Copas. El caso es que su temporada, con viento a favor en quítame allá unos errores arbitrales decisivos a favor y en contra del perseguidor, acabó para la historia, con sus 100 puntos y su concepto de estampida goleadora no de récord, de hazaña bélica. Bajó, igualmente, el tono rencoroso el portugués tras el error del dedo en el ojo a ‘Pito’ Vilanova y de ahí la presencia de Aitor Karanka en tantas y tantas ridiculas ruedas de prensa. Mou, además, ha tenido el ‘savoir faire’ de ganarse al pueblo no tan llano, al más radical de los hinchas y no ya a los ultras, que esos son baratos. Se ha ganado al aficionado medio que, en su defensa más acérrima y hasta irracional, es muy capaz de perder ya los papeles y lo que haga falta. Es así como abogados, ingenieros, padres de familia, profesores y estudiantes, por ejemplo, se han dedicado a bombardear las redes sociales con el mensaje más menos de “o con Mou o contra mí” y atacar de lleno a los que han cuestionado al luso de Setúbal, periodistas a poder ser mayoritariamente, incluso madridistas acérrimos. Lamentables hechos al margen, porque de populismo barato está el siglo XX destrozado y sin respuesta alguna en un club tan ibérico que ya es más portugués que universal, lo que cuenta para el recuerdo es que, sí, Mou, te saludan a ti por campeón. Felicidades. Que la redención a través del fútbol de ataque y no sólo del ganar de cualquier manera es otra vía, la viva.

