Chelsea: la desmembración del campeón

Los Blues perderán a varios pesos pesados este verano

Es habitual ver como tras protagonizar una gesta de relumbrón un equipo es expoliado por clubes de mayor alcurnia que le 'roban' a sus principales jugadores a golpe de talonario. Menos habitual, sin embargo, es que ese mismo campeón pierda a sus piezas clave porque éstas decidan marcharse por su propio pie sin siquiera conocer cual será su nuevo destino. Esa es exactamente la situación en la que se encuentra el Chelsea después de conquistar la ansiada Copa de Europa. El triunfo en Munich se ha convertido en el pistoletazo de salida para que los pesos pesados del vestuario hagan las maletas en busca de retos renovados.

Desde la llegada de Roman Abramovich a Stamford Bridge la Champions League se convirtió en el Santo Grial, en el objetivo que había que alcanzar a toda costa. Ganarlo después de una dolorosa lucha de nueve años ha generado una sensación de abandono en el conjunto londinense. Con la Copa de Europa en las vitrinas del club no queda un objetivo por el que luchar. La Liga de Campeones era el horizonte y tras ella no hay nada. Huérfanos de retos, varios de los puntales del equipo cambiarán de aires este verano. Paradójicamente, el sueño cumplido de Abramovich ha iniciado la desmembración del Chelsea.

Ron Gourlay, director ejecutivo del Chelsea, ha reconocido que la plantilla sufrirá cambios pese al triunfo en la Copa de Europa. "Van a llegar caras nuevas en Stamford Bridge este verano y, probablemente veremos también salir del equipo a un par de jugadores, pero es algo normal al terminar una temporada", afirmó el directivo, aunque, con total seguridad, serán más de un par los futbolistas que abandonen el Chelsea en el mercado estival. Los Blues afrontan una auténtica fuga de talentos que se acelerará durante las próximas semanas.

El primero en anunciar su intención de cambiar de aires ha sido el héroe de la final de Munich: Didier Drogba. El delantero marfileño ha reconocido que su tiempo en el Chelsea se ha agotado. "Es una decisión complicada, pero mi etapa en el Chelsea ha concluido. Ya he hecho mi trabajo allí. Me aventuro hacia lo desconocido, pero es hora de que afronte nuevos retos", confesó el goleador africano pocos días después de proclamarse campeón de Europa. Drogba se marcha sin saber donde irá, ni siquiera en qué continente jugará la próxima temporada, pero tiene claro que su futuro no pasa por quedarse en Londres.

Algo similar sucede con otro de los pilares del equipo campéon como Frank Lampard. El veterano centrocampista también considera que ha quemado su etapa en el Chelsea. Esta temporada ha sido especialmente dura para él. Muchos, especialmente André Villas-Boas, insinuaron que le había llegado el momento de colgar las botas y su suplencia se asumió con normalidad, algo que Lampard no perdona. El mediocentro no olvida que se le menospreció y sólo se recurrió a él en una situación desesperada. Es consciente de que los fichajes de este verano volverán a situarle en el banquillo de partida. El West Ham le espera con los brazos abiertos.

Tampoco continuará Michael Essien otro hombre clave de los años gloriosos del Chelsea. El centrocampista ghanés afronta el último tramo de su contrato con los Blues sintiéndose un jugador infrautilizado y que vive a la sombra de Obi Mikel, por lo que se buscará un destino donde disfrute de más minutos. Paulo Ferreira y Florent Malouda, con poco protagonismo a lo largo de la pasada temporada también cambiarán de aires. Menos traumáticas serán, por otra parte, las salidas de Jose Bosingwa y Salomon Kalou, quienes se marchan con la carta de libertad después de que hayan concluido sus contratos. Los Blues pagaron 19 millones de euros por el lateral luso en 2008 y 12 millones de euros por el atacante marfileño en 2006, y este verano se marcharán sin dejar ni un euro en las arcas de Stamford Bridge y dejando la sensación de no haber rendido al nivel esperado.

A la lista hay que sumar a Fernando Torres, quien ha confesado que no es feliz en Londres y quiere cambiar de equipo, aunque el Chelsea intentará convencerle para continuar contando con él. En definitiva, los Blues afrontan una desmembración en la que perderán, como mínimo, a siete jugadores. El campeón se renovará este verano, pero porque sus futbolistas le obligan a hacerlo. Cumplido el objetivo se marchan en busca de nuevos retos. Abramovich tiene su ansiado trofeo, pero tendrá que disfrutarlo a solas.

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