Bayern-Chelsea: Maracanazos, ‘haberlos, haylos’

Repaso de los grandes 'maracanazos' de la historia

Se viene la final de la Champions League, con ese Bayern de Múnich-Chelsea que tan fríos nos dejó en semifinales por impedirnos el ‘summum’, el ‘rien ne vais plus’ que habría supuesto para el balompié patrio un Real Madrid-Barcelona. A cambio, dos perdedores locales, sin Liga ni Copa el Bayern, sin plaza en Liga de Campeones los ‘blues’, pero dos grandes clubes europeos. De siempre el club bávaro, con ya cuatro copas levantadas, y desde el siglo XXI el londinense, inyectado económicamente por el ruso Roman Abramovich en lo que muchos consideran puro y duro dopaje financiero. Pero ese duelo Manuel Neuer-Didier Drogba (Fernando Torres no está ahora mismo en el foco de la titularidad, aunque muchas finales las ganaron suplentes en las segundas partes o prórrogas, aviso) debe dejar paso a otro morbo, al del escenario. Sí, se puede venir otro ‘Maracanazo’. Se dan las circunstancias: final, equipo local con estadio propio, todo a favor y… victoria contra los elementos del que menos se esperaba, el visitante. Pues sí. La historia no es tan abundante en estas situaciones, en estas decepciones supinas y estratosféricas que comenzaron con lo nunca previsto, la derrota de Brasil por 1-2 contra Uruguay en el estadio Maracaná de Rio de Janeiro (174.000 incrédulos espectadores) en el último partido de la fase final del Campeonato del Mundo de 1950. Esa increíble derrota, o victoria de los celestes, pasó a la historia como el Maracanazo.

Después de aquello, otros resultados similares han existido de muchos gustos y colores, pero no tantos como se supone. Que no es tan fácil perder ante los tuyos el partido definitivo, la final de un torneo oficial. Así lo atestiguan Uruguay e Italia en las Copas del Mundo de 1930 y 34. También Inglaterra en el 66, Francia en el 98 y Alemania Federal y Argentina, ambos contra Holanda, en sus Mundiales, en el 74 y 78; España contra la Unión Soviética en el Bernabéu en la final de la Eurocopa de Naciones de 1964, o también en esa competición Italia a Yugoslavia en 1968 y Francia a la propia España en 1984; el Real Madrid contra la Fiorentina en su segunda Copa de Europa; el Inter al Benfica en 1963 o hasta el Barça ante el Standard de Lieja en la final de la Recopa 1982. Por citar ejemplos reconocibles, aunque hay más, tipo el Feyenoord de la UEFA en 2002 ante el Borussia Dortmund en De Kuip.

Lo que sigue ahora son los auténticos golpes inesperados, el de los visitantes conquistando triunfos contra el pronóstico del que jugaba con todo a favor:

Real Madrid-Barcelona 1968: el ‘botellazo’

La final de las botellas pasa a la historia del balompié patrio por la victoria del FC Barcelona como visitante del Real Madrid en la final de la Copa del Generalísimo de la temporada 1967/68. El gol de Zunzunegui en propia puerta, y un penalti no pitado, exaltaron al público, que no comprendía la derrota porque el Madrid entonces era muy superior y buscaba el doblete. Cuando Franco le dio la Copa a Zaldua, tras un masivo lanzamiento de botellas que determinó la posterior prohibición de su uso en los recintos futbolísticos, se produjo una de las anécdotas de la rivalidad Madrid-Barça. La mujer del ministro de Gobernación le preguntó al presidente azulgrana aquello de “¿Barcelona es también España, no?”. A lo que le contestó el mítico: “Senyora, no fotem!”

Roma-Liverpool 1984: el ‘Grobbelaarazo’

La Roma sigue sin conquistar una Copa de Europa porque cuando la tuvo a tiro le superó el Síndrome Favorito, que se acentúa cuando pones campo en una final. Ahora le igualará el Bayern en el intento. Fue en 1984, con 1-1 (Pruzzo y Neal) y tanda de penaltis (2-4) para dar con el campeón, el Liverpool. Grobbelaar, con pasitos y movimientos ridículos, consiguió descentrar lo suficiente a los tiradores de la Roma, que perdió en penaltis pese al factor campo a favor. Robinson marcó el suyo y el Liverpool certificó su ‘Grobbelaarazo’.

Real Madrid-Atlético 1992: el ‘Gilifatazo’

La final de la Copa del Rey, ahora que está de moda la polémica por la negativa del Real Madrid a ceder su estadio para el próximo Athletic Club-Barcelona, sí que se disputó en el Santiago Bernabéu, como tantas otras veces, en la temporada 1990/91. El rival del Madrid era su eterno enemigo local, el Atlético, ese al que ahora humilla con docilidad. Pero, entonces, con Futre y Schuster liderando un gran equipo, el Atlético se le subió a las barbas con dos goles de sus dos estrellas que no pudo amortiguar Díaz Vega con el penalti de la segunda parte. Porque lo falló Míchel.

México-Costa Rica 2001: el ‘aztezcazo’

Se produjo en la fase de clasificación para el Mundial de Corea del Sur y Japón 2002. La modesta Costa Rica dirigida por Alexandre Guimaraes derrotó 1-2 a México en el estadio Azteca de DF, uno de coliseos, el también conocido como de Santa Úrsula, más imponentes del mundo, sede de dos finales mundiales, en 1970 y 1986. Los ‘ticos’, con goles de Fonseca y el que llegara a ser rayista Hernán Medford, ganaron a México, en la que sigue siendo la única derrota mexicana en casa en la historia de las fases clasificatorias mundialistas. Aun así, México reaccionó, cambió a Meza por Aguirre y llegó al Mundial asiático. Allí fue eliminado por Estados Unidos.

Real Madrid-Deportivo 2002: el ‘centenariazo’

El concepto del Real Madrid de los Galácticos, con Beckham, Figo, Zidane y Ronaldo, ganó fama pero pocos títulos, en una increíble combinación de espectáculo en el terreno de juego e ineficacia para las vitrinas. Uno de los casos más imprevistos fue el conocido como ‘centenariazo’, cuando la RFEF le otorga al Real Madrid la final de Copa en el Santiago Bernabéu por los cien años de vida. El Deportivo de Irureta, que ya iba cuesta abajo tras ganar la Liga en 2000, se presentó como con la cabeza baja y sus hinchas refugiados, temerosos, en la Casa de Campo hasta el momento de llegar al estadio. Y ganaron. Y bien. 1-2, con César y no Casillas de portero. El Depor festejó esa noche el título en el restaurante que reservó el propio Madrid ante su muy clara condición de favorito.

Portugal-Grecia 2004: ‘el ‘zorbazo’

Por Zorba, el griego, claro está. Grecia, en una de las mayores sorpresas futbolísticas de todos los tiempos, no sólo se presentó en la final de la Eurocopa de 2004 en Portugal, que ya parecía milagroso por su fútbol combativo pero ramplón con el alemán Otto Rehhagel de seleccionador, sino que le ganó la final a la selección local, que ya festejaba. Un gol de Angelos Charisteas a los 57 minutos dejó sin respuesta a una Portugal de Scolari con jugadores de la talla de Figo, Cristiano Ronaldo, Deco, Pauleta, Ricardo Carvalho o Nuno Gomes, verdugo de la España de Iñaki Saez en la fase de grupos.

Sporting-CSKA Moscú 2005: el ‘vagnerlovazo’

Final a partido único de la Copa de la UEFA disputada en el recién inaugurado para la Eurocopa del año anterior estadio Jose Alvalade de Lisboa. 40.000 hinchas leoninos en las gradas y apenas un millar de valientes del CSKA moscovita. Rogerio, a los 29 minutos, marca el 1-0. Todo correcto, todo conforme el guión previsto, hasta que en la segunda parte el equipo de Valery Gazzaev se desmelena las rastas del brasileño Vagner Love y remonta: 1-3. Exhibicion futbolística para el recuerdo, otro ‘maracanazo’ para la historia.

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