El cumpleaños más feliz de Simeone
El argentino cumple 42 años coincidiendo con su mejor etapa como técnico

Diego Pablo Simeone cumple hoy 42 años. El entrenador del Atlético de Madrid vive un momento muy dulce, tras haber llevado esta semana al club colchonero a la segunda final de la Europa League en su historia.
Simeone dejó huella en todos y cada uno de los clubes en los que jugó, pero fue en el Atlético donde su figura caló con mayor intensidad. Pocos hubieran apostado por una carrera de tanto éxito cuando abandonó Argentina en 1989 para jugar en el Pisa italiano. En la ciudad de la Torre pendente vivió claros y oscuros, coincidiendo con su compatriota José Antonio Chamot y firmando un buen debut en una liga europea a nivel personal. Pero la trayectoria del equipo dirigido por Mircea Lucescu no fue buena y el Pisa descendió a la serie B tras el primer año.
Simeone destacó en la selección argentina posterior a Italia 90; aquella que debía vivir paralelamente a la ausencia de Maradona. Un equipo que firmó una excelente trayectoria de 33 partidos sin perder tras la derrota en la final de la Copa del Mundo ante Alemania. Alfio Basile había formado un conjunto competitivo con el "Cholo" Simeone como uno de sus puntales en el centro del campo, pero todo se torció con la derrota en Barranquilla ante Colombia que puso fin a la racha en Agosto de 1993, y sobre todo con el hundimiento del fútbol argentino en el 0-5; también ante la sorprendente selección dirigida por Francisco Maturana. Antes de aquellas derrotas, Simeone tuvo una excelente participación en la Copa América de 1991. En el último encuentro, precisamente ante la selección colombiana, marcó el primer gol que sirvió en bandeja el título para la albiceleste.
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El remate de cabeza siempre fue uno de los atributos más certeros del futbolista porteño. De esa forma marcó su primer gol en la liga española en Mestalla en 1992, un estadio elegido por el destino para darle paradójicamente, la oportunidad de hacer historia desde el banquillo dos décadas más tarde. Dos días antes de cumplir 42 años, Simeone ha llegado a su mayor éxito desde que inició su andadura en los banquillos. Pero en ese camino se quedaron muchas historias, títulos y sinsabores; experiencias que convirtieron al "Cholo" en ídolo en cuatro puntos de la geografía futbolística europea; Sevilla, Madrid, Milán y Roma.
Bilardo le trajo a la capital hispalense. El equipo de Nervión prometía; la ciudad se había transformado con la celebración de la EXPO 92 y nadie podía conformarse con una historia en la que el Sevilla sumaba ya, 44 años sin ganar un título. Maradona fue la última piedra de aquel faraónico proyecto de Luís Cuervas, el presidente de la entidad. Para Diego Simeone se cumplía el mayor de los sueños que un futbolista argentino de 22 años podía esperar: aprender de Bilardo y compartir vestuario, entrenamientos y experiencias con Diego Armando.
La ambición del aguerrido futbolista no tuvo límites y muy pronto pudo observarse su evolución, convirtiéndose en pieza clave de aquel Sevilla que jugaba al límite del reglamento y que se ahogó con la gota del penúltimo vaso de Maradona.
Una brillante temporada más en Sevilla, permitió a Simeone dar el salto al Atlético de Madrid tras la Copa del mundo de Estados Unidos. Fue un período muy duro para su nuevo club, que vivió turbulencias durante toda la liga y conoció el paso de cuatro entrenadores por el banquillo, entre ellos el "coco" Basile.
El Atlético se salvó de la promoción de descenso en la última jornada con un gol del "Cholo" en el que había sido su estadio, el Sánchez Pizjuán, que sirvió para sumar el último punto que le restaba por conseguir al equipo para certificar la permanencia.
Pero el año mágico del Atlético llegó en 1996. Los rojiblancos formaron un conjunto nuevo en el que se salvaron pocos hombres de la temporada anterior. Bajo la dirección de Radomir Antic, el debutante Milinko Pantic compartió centro del campo con un inspirado Caminero y un acertadísimo Simeone; el argentino en el mejor momento de su carrera, guió a los madrileños hacia el doblete. Diego Pablo además, volvió a demostrar su instinto goleador en momentos clave, ya que marcó en la jornada más especial para el club en los últimos años; el día que el Atlético conquistó el doblete ante el Albacete… la conexión "cholo"-afición colchonera quedó unida para siempre.
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En 1997 Simeone abandonaría el club y retornaría a la liga italiana, pero antes dejó un detalle para el olvido, que le certificaba como un jugador con un arsenal de armas demasiado amplio para vencer al rival. Su entrada a Julen Guerrero clavándole los tacos en Diciembre de 1996, dio la razón a los detractores que definían al centrocampista argentino como un futbolista agresivo. A medida que avanzó su carrera, también lo hizo su habilidad por usar la "picaresca"; en 1998 provocó la expulsión de David Beckham en un decisivo choque de la Copa del mundo.
Volvió a España tras sumar una gran cantidad de títulos en el fútbol italiano. Capitaneó al cosmopolita Inter de Milán en su conquista de la Copa de la UEFA en 1998, y pudo volver a proclamarse campeón de liga tras el histórico triunfo de la Lazio de Roma en la serie A dos años más tarde. Simeone trazó la vuelta de su camino regresando a España, a su club, el Atlético de Madrid, y cerrando definitivamente su carrera futbolística en las filas del Racing de Avellaneda.
Simeone cumple años, 25 de ellos dedicados al fútbol. Su trayectoria como entrenador en el fútbol europeo no ha hecho más que comenzar.
La primera noticia positiva para el Atlético fue heredar parte del carácter del Cholo… en el campo ya han comenzado a florecer los primeros éxitos.