Cardozo guía a Monterrey en la CONCAChampions

Anoche, mientras medio mundo degustaba el partido entre el Real Madrid y el Bayern de Munich, a muchos kilómetros del Bernabéu, se disputaba un partido más importante, una final de torneo continental de clubes donde sí que los dos contendientes que se disputaban la CONCAChampions sí que eran del mismo país.

Santos Laguna y Monterrey volvieron a demostrar en esta edición que a pesar del crecimiento de los equipos MLS, México sigue manteniendo el mando cuando hablamos de fútbol en la zona de Norteamérica y El Caribe.

Durante el camino hacia la gran final buena cuenta de ello dio Santos Laguna que dejó en la fase de grupos (donde se paseó cediendo sólo un empate ante Real Unión) fuera a Colorado Rapids y, ya en la fase de eliminatorias, a los siempre atractivos Seattles Sounders y al Toronto antes de encontrarse con el actual campeón.

Un campeón que también tuvo choque ante los mentados Sounders en la fase grupal antes de comenzar su camino fraticida donde eliminó a los Monarcas de Morelia en cuartos y a los Pumas en semis para llegar a su segunda final consecutiva con el objetivo de reverdercer los laureles logrados la pasada campaña.

De Monterrey es inevitable hablar del 'Chupete' Suazo, el delantero que la temporada pasada salvó con sus goles al Zaragoza y que estuvo a punto de protagonizar uno de los bombazos del verano en América cuando Boca Juniors tanteó su incorporación ante la que no hizo ascos precisamente en público, lo que le generó una tan profunda como innecesaria polémica con su hinchada de la que salió con diplomacia y, visto su rendimiento, totalmente perdonado.

Y al hilo de todo esto llegamos al protagonista de esta entrada, Nery Cardozo, que ha vivido un camino casi inverso al que quiso protagonizar su compañero chileno.

Fruto de la inagotable cantera xeneize, Cardozo saltó a la fama como la penúltima perla de la Casa Amarilla debutando con diecisiete años con el primer equipo y convirtiéndose rápidamente en objetivo de ojeadores que tienen como misión mantener controlado a cualquier joven que comience a despuntar.

Cardozo vivió la última gran etapa de Boca con quien ganó Libertadores, Sudamerican y Recopa pero con el pasar del tiempo, no lograba asentarse como figura del equipo, ganándose cada vez un papel más secundario del esperado hasta el punto de ser un gran revulsivo a quien el regreso de Riquelme en 2007 ya apartó definitivamente de los focos.

Su pérdida de peso en el equipo le empujó a protagonizar una de las salidas más polémicas del fútbol argentino en los últimos años en 2008, acogiéndose a una cláusula poco usual, pero que tras varias semanas de peleas burocráticas le permitieron irse a México para jugar en Jaguares, una de las ligas con mejores salarios de la zona, para tratar de enderarzar su carrera lejos de los carteles que se había ganado en Argentina.

Y no le fue mal ya que en unos meses, Monterrey, en uno de sus proyectos para afianzarse en la lucha continuada por todos los títulos posibles, pensé en él para crecer y el jugador llegó primero a préstamo y después de manera definitiva donde ha explotado gracias a su velocidad y a su habilidad.

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Ayer consiguió el tanto que rompía la igualada lograda por Santos Laguna y su segunda CONCAChampions. Desde luego que siendo realistas, lejos queda dar continuidad a su carrera como internacional (sólo una convocatoria en 2007 de la mano de Basile) pero quién sabe si en su madurez profesional, haya despertado definitivamente el interés de algún club europeo que le permita convertir en realidad su sueño de jugar en el Viejo Continente.