John Terry, el guerrero de las 1.001 cicatrices

John Terry ha disputado partidos con dos costillas rotas, un pómulo fracturado o molestias en un hombro. Alto, corpulento e imponente físicamente, el dolor nunca ha sido un inconveniente para el poderoso capitán del Chelsea, quien ha sido capaz de saltar a un terreno de juego con máscara para burlar los consejos de los servicios médicos. Sus cicatrices externas son las propias de un guerrero, trofeos de batallas vencidas, pruebas de su afán de superación. Las internas, por el contrario, duelen y nunca terminan de sanar.

Terry ha superado cualquier dolor físico que haya intentado frenarle a lo largo de su carrera, pero sucumbe una y otra vez ante la voz de una conciencia traicionera y su inestable carácter. En las semifinales contra el Barcelona lo volvió a hacer y pagará por ello. Una cicatriz más en el alma de un guerrero irrompible por fuera, pero envenenado por dentro. Estas son algunas de las 1.001 cicatrices de John Terry.

Se expulsó contra el Barcelona

Es el ejemplo más reciente. Después de una temporada accidentada, con cambio de entrenador incluido, el Chelsea logró colarse en las semifinales de la Copa de Europa, donde se cruzaría con el Barcelona, el mejor equipo del mundo para muchos. Los Blues, con Roberto Di Matteo al mando de la estrategia, construyeron un muro defensivo para obtener un resultado positivo en el partido de ida y vencer por 1-0 en Stamford Bridge. El primer paso estaba dado, pero faltaba el más complicado: repetir gesta en el Camp Nou. Sería un partido muy exigente para los defensas.

El Chelsea visitó la Ciudad Condal con las mismas intenciones que mostró en Londres. Repliegue masivo y esperar una oportunidad de salir a la contra. Pese a todo, el Barcelona logró marcar el primero. Era el momento más duro de la eliminatoria para el Chelsea. Los azulgrana se habían adelantado y el Chelsea había perdido a Cahill, el otro central, por lesión. Terry decidió borrarse. En una acción incomprensible, el defensa agredió a Alexis Sánchez y vio la roja directa. El capitán dejaba tirado a su equipo cuando más le necesitaban. Aún así, el Chelsea se ganó la plaza en la final. Una final en la que, por cierto, tampoco podrá estar Terry.

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Falló el penalti decisivo en la final de Champions

Posiblemente la cicatriz que más atormenta a John Terry se abrió el 28 de mayo del 2008. Tendido sobre el césped del Luzhniki Stadium de Moscú al capitán del Chelsea se le partió el alma. Acababa de resbalar y, en consecuencia, desperdiciar un penalti que hubiera inscrito su nombre y el de su equipo en la historia del fútbol. Y es que por culpa de un mal apoyo falló la pena máxima que hubiese convertido al Chelsea en el campeón de Europa en la final de la Champions League 2007-2008 que los Blues disputaron contra el Manchester United. Nicolas Anelka fue quien falló el penalti que entregó el triunfo a los Red Devils en aquella final, pero Terry tuvo la oportunidad de dar el título al Chelsea y la desperdició. Una vez más, los Blues recurrieron a su capitán y éste les falló en el peor momento.

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Detonó la salida de Capello de Inglaterra

Faltando mes y medio para que arranque la Eurocopa 2012, Inglaterra continúa sin tener seleccionador ni un plan con el que afrontar el torneo. La situación es de caos absoluto y el culpable, o al menos el detonante de la misma, es John Terry. El cisma en la selección inglesa comenzó en un partido ordinario de la Premier League entre el Chelsea y el Queens Park Rangers en el que presuntamente Terry dedicó insultos racistas a Anton Ferdinand. El defensa del QPR denunció los insultos públicamente y aunque nunca aparecieron pruebas, la FA decidió castigar a Terry retirándole el brazalete de capitán de la selección inglesa.

La FA tomó esta decisión de manera unilateral, sin consultar con Fabio Capello, abriendo una brecha entre ambas partes. Capello consideró que los directivos habían invadido su parcela de responsabilidad y los criticó duramente por castigar a un jugador por una acusasión que no había sido demostrada. Defender a Terry le costó el puesto de trabajo, y el italiano abandonó el banquillo inglés. Actualmente, ni Inglaterra tiene seleccionador ni Terry el brazalete de capitán.

Se acostó con la mujer de Bridge

El episodio de la vida de John Terry que más polémica ha suscitado, también por ser el que más morbo genera, es el de su aventura con la mujer de Wayne Bridge, por entonces compañero de equipo y de selección. Terry compartía vestuario con Bridge tanto en el Chelsea como en la selección de Inglaterra, lo que no sabía Bridge es que también compartían mujer. Cuando se hizo público el affaire, a Terry se le retiró el brazalete de capitán (años después se le devolvió) y Bridge rompió totalmente su relación con él. Curiosamente, el más perjudicado por este asunto fue el propio Bridge, quien abandonó tanto el Chelsea como la selección inglesa y jamás volvió a levantar cabeza, deportivamente hablando.

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Organizó tours ilegales por Stamford Bridge

Más allá de sus constantes salidas de tono sobre el terreno de juego, y sus muestras de deslealtad hacia sus compañeros, John Terry también ha traicionado la confianza de su propio club. Asumiendo que Stamford Bridge organizó unos tours privados ilegales por el estadio para personas multimillonarias. Les mostraba los vestuarios, los despachos y les llevaba al terreno de juego, haciendo de guía de excepción para los turistas más acaudalados. Los tours los organizaba a cambio de 1.000 euros, una cantidad irrisoria para una persona que gana muchísimo más a lo largo de una temporada. Avaricia en estado puro. El Chelsea le descubrió y le castigó económicamente.

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