James McClean, la imparable sorpresa del Sunderland
Se enfrentará a España en la Eurocopa 2012 con Irlanda
La mejor noticia para el Sunderland ha sido la llegada al banquillo de Martín O´Neill para reemplazar a Steve Bruce. Sin mirar los resultados o la clasificación sino simplemente por el hecho de confiar en James McClean ya pueden estar agradecidos sus aficionados. La progresión del joven futbolista en la recta final de la temporada lo convierte en una de las sorpresas de la Premier. Su fichaje el pasado verano proveniente del Derry City venía acompañado por la expectación de ser uno de los jugadores con mayor proyección de la liga Irlandesa.
A sus 22 años James posee un experimentado currículum a nivel profesional. Comenzó a escribir su historia en el mundo del fútbol cuando pasó a formar parte del Trojans FC, un club de la ciudad de Derry. Al cumplir los dieciocho años militó en las filas del Institute FC durante una temporada, hasta 2008 cuando firmaría su primer gran contrato con un club de mayor importancia como el Derry City. Desde el primer momento no pasó desapercibido para todo el que lo vio jugar. De hecho Stephen Kenny, su entrenador, lo definía como uno de los jugadores con perspectivas de futuro halagüeñas fuera de aquellas fronteras.
Era cuestión de tiempo que empezase a llamar la atención de clubes de la Premier que deseaban tenerle en sus plantillas. Tres temporadas con los candystripes le proporcionaron el billete al Sunderland en el verano de 2011. La euforia con la que llegaba a su nueva casa se vio frenada de inmediato cuando comprendió que no entraba en los planes de Steve Bruce. No era de su agrado y descubrió que su contratación se había producido por el interés que tenía en él Niall Quinn, el presidente. A McClean no le quedó otra opción que conformarse con esperar su oportunidad jugando con el conjunto reserve. Ahí permanecería hasta que llegó su turno gracias a la contratación de Martin O’Neill como técnico de los blackcats. Había llegado su momento y debía corresponder aportando lo que todos esperaban.
No se puede hablar de James McClean como un futbolista que rebose calidad técnica pero sabe compensar sus carencias con su esfuerzo y trabajo constante. Es un extremo que se caracteriza por su facilidad para el desborde y para desequilibrar gracias a amplias zancadas. Su 1.80 de altura le ayuda a incorporarse en el juego aéreo aunque éste no sea uno de sus fuertes. Cansa a quien trata de marcarle con desparpajo y no se amedranta cuando debe enfrentarse cara a cara con su rival en el uno contra uno. Por su condición, se hace dueño de la banda hasta llegar a la línea de fondo desde donde coloca precisos centros al área que suelen ser bien aprovechados por el receptor. Le gusta ser práctico y evita poseer el balón más de lo necesario, de ahí que juegue al primer toque siempre que las condiciones del partido lo permitan. Esta cualidad influye directamente en su juego vertical e incisivo que está provocando más quebraderos de cabeza a sus rivales de los que éstos imaginaban. De hecho, cuando le regalan espacios no duda en aprovecharlos para salir al contragolpe mientras en su cabeza va ideando la jugada de asociación con sus compañeros. Estar en el lugar y momentos adecuados le ayudan a conseguir goles que completan su perfil y lo revalorizan. Cuando no participa en la jugada porque se produce por la banda opuesta procura buscar con rapidez desmarcarse esperando un balón que pueda rematar en el segundo palo.
McClean no es egoísta. No le importa sacrificar su juego ofensivo con labores defensivas tratando de taponar su carril izquierdo. Posee una zurda potente a media distancia ejecutando con precisión los disparos que intenta cuando el espacio se abre ante él. Para contrarrestar todos estos puntos positivos, es necesario comentar algunos de sus defectos. Además de no poseer una técnica destacable se trata de un zurdo prácticamente cerrado. No se siente cómodo cuando emplea su pierna derecha, esto provoca que busque acomodarse el balón a su pierna buena para no comprometer la jugada. Dada su juventud e inexperiencia en la Premier a veces peca de precipitado. Necesita frenar el ritmo para poder pensar y elegir la mejor opción que tenga delante, no forzar a la primera que se le pase por la cabeza. Aunque suele ser resolutivo en la portería contraria su efectividad se reduce considerablemente cuando se achican los espacios ante él, pero sabe contrarrestar estos detalles con su perseverancia y su lucha insaciable.
Son algunas carencias fruto de su juventud que irá corrigiendo a medida que vaya ganando peso en los partidos. Ahora tiene un lugar cada jornada en el once inicial. Tanto afición como cuerpo técnico están contentos con el rendimiento del jugador que también cuenta con experiencia en el equipo nacional. Meses antes de fichar por el Derry City ya se había estrenado con la selección norinlandesa sub-19 obteniendo la Milk Cup. Siguió apostando por los colores de su país hasta la sub-21 pero no con la absoluta. Al igual que hicieran otros paisanos suyos, McClean decidió cambiar de selección, en una situación similar a la protagonizada por Darron Gibson. Como James, también nació en Derry, cerca de la frontera con la República de Irlanda. En términos futbolísticos, el Derry City en lugar de jugar en la Liga Irlandesa de la IFA lo hace en la Liga de Irlanda de la FAI. Los éxitos particulares a nivel de equipo y los generales a nivel de selección han provocado que numerosos futbolistas decidan cambiar su camiseta por la de la República de Irlanda. Todo se remonta al Acuerdo de Viernes Santo de 1998 por el que se permite que opten a jugar con base a su pasaporte irlandés y con el consentimiento de la FIFA. Antes de dicha fecha ya se habían producido cambios de nacionalidad y siempre rodeados del revuelo y las amenazas de los que no están de acuerdo con los supuestos desertores.
McClean se ha impregnado de experiencia internacional disputando partidos con las categorías inferiores de Irlanda del Norte, hecho del que ha declarado que se arrepiente. Ahora, con vistas a la Eurocopa de 2012, quiere ganarse un puesto en la República de Irlanda. Aunque Trapattoni ya ha contado con él para un amistoso ante la República Checa el pasado mes de febrero, lo cierto es que el seleccionador es poco dado a introducir cambios en su estructura. No le gusta forzar sino que prefiere que las novedades se introduzcan de manera paulatina, ya que el éxito de su mentalidad es la consistencia de un bloque que rara vez cambia. Por el contrario, sabe que tiene delante un diamante que cada jornada brilla con más fuerza en la Premier y no puede pasarlo por alto. La Eurocopa puede servir para culminar uno de los años más importantes de su carrera y qué mejor forma de hacerlo que siendo referente de la República de Irlanda junto a Robbie Keane y Kevin Doyle.
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