Los fichajes de invierno del PSG

Rumor galáctico, realidad obrera

Uno de los mayores atractivos de estos equipos financiados por jeques es ver cómo se mueven con un mercado de fichajes abierto. Así, las miradas se dirigían en esta parte de la temporada no sólo a Inglaterra o España, sino también a París, expectantes de saber cómo iba a reforzarse de cara a la recta final de la temporada local tras caer antes de lo esperado en Europa League.

En verano ya protagonizó algunas incorporaciones de nivel como la de Pastore, Gameiro o Lugano y los nombres que se habían ido relacionando para enero de 2012 no pintaban nada mal. El que más cerca estuvo de fraguarse fue el del inglés David Beckham. El jugador ha renovado recientemente por los Galaxy, pero las condiciones para incorporarse al cuadro parisino estaban acordadas e incluso el presidente del Locmine, se frotaba las manos pensando en la taquilla que iba a hacer con el debut del inglés en la Cup hace unas semas. Al final no se produjo el fichaje, algo que para muchos hubiera supuesto un paso atrás en la formación de su proyecto con vistas al futuro.

Kaká, algo más joven y lejos de lo que se esperaba en el Real Madrid parecía también una gran opción. Y parecía que la oferta que se rumoreaba, cercana a los treinta millones, convencería al Real Madrid a la hora de cerrar una inversión fuerte que no ha dado sus frutos sobre el campo. Hasta la propia mujer del jugador 'twitteó' conforme a vivir en la capital francesa, pero finalmente el club blanco prefirió quedarse con el jugador viendo que comenzaba a tener más minutos y podría ser útil ante los retos que les quedan por delante.

Su compatriota 'Pato' también estuvo cerca de llegar a París. Fue casi la primera petición de Ancelotti y se echó el resto por el internacional brasilero, y aunque según el día el jugador estaba más cerca o más lejos, acabó quedándose en el Milan.

Y por supuesto, el hombre del mercado también estuvo relacionado con el PSG. Tévez, apartado del City y que lleva cerca de nueve millones de libras en multas con los citizen busca una salida y el equipo de Leonardo con dinero para gastar estaba en una posición de competir con los equipos de Milan (que era preferencias para el jugador). Finalmente, aunque la posibilidad estuvo hasta casi última hora del cierre de este mercado, el jugador no aceptó porque no le convecía vivir en París (!).

Entonces ¿cómo ha reforzado el PSG su equipo? La llegada de Ancelotti casi se podría considerar como el primer refuerzo aunque fuera para el banquillo y hace unas semanas y a partir de ahí, en acuerdo con la dirección, parece que se ha apostado por el trabajo y la experiencia, en palabras de su propio entrenador.

Maxwell, Alex, y Motta. Tres brasileños que viene de tres equipos grandes, top, de primerísimo nivel, pero donde tenían un papel secundario (siendo generosos con los dos primeros). La primera sensación que genera es que, a pesar de ser jugadores contrastados, no son jugadores con los que se pueda contar a largo plazo por edad y por expediente médico y que, en comparación con todos los nombres que se había relacionado con el PSG, suenan, con todos los respetos, a segundo plato.

Pero siendo un poco más analítico y entendiendo lo importante que sería para el equipo ganar títulos en el primer año de los jeques, no son tiros tan desacertados. Alex vendría a dar otra opción a Ancelotti después del pobre rendimiento de Lugano y de llevar a Bisevac al lateral en ocasiones. Maxwell debe de ser fijo en la izquierda para centrar a Sakho de manera definitiva y para darle al equipo algo que necesita como agua de mayo un lateral que pueda llegar hasta línea de fondo sin ser un descuido en defensa.

Motta ya tiene más miga. El entrenado italiano está jugando con un trivote y dos medias puntas, 'usando' en muchas ocasiones a Jallet, un lateral, como interior por la banda derecha y 'reubicando' a Bodmer en el medio con Matuidi. Motta también debería llegar para ser indiscutible por ser un mediocentro puro y por, más allá de la imagen que se tiene en España del italo-brasilero, tiene un buen trato de pelota en relación a lo que necesita ahí el equipo.

Así que sí, se ha pasado de las llegadas estelares a fichar descartes de grandes equipos y eso no genera ilusión alguna, pero entre Leonardo y Ancelotti pueden haber sentado las bases para levantar una nueva Ligue 1 después de muchísimo tiempo.

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