Radiografía de un Sevilla roto
Marcelino tiene las horas contadas en Nervión
Se esfumó. La buena imagen que el Sevilla FC estaba dando en las últimas jornadas gracias a reiteradas llegadas a portería, generación de múltiples ocasiones de gol, intensidad y presión desde el primer minuto, han desaparecido. En Málaga, en el derby andaluz, han vuelto a aparecer las carencias que arrastra el conjunto de Marcelino García Toral y no parece que vayan a corregirse a corto plazo.
La radiografía sevillista deja en evidencia claros síntomas de crisis. Aún no ha dado el coletazo definitivo pero acumular dos meses sin sumar tres puntos es un registro que un equipo que aspira, como mínimo, a Europa no se puede permitir. La defensa sigue siendo lenta y torpe. Los errores infantiles vuelven a traducirse en goles muy difíciles de remontar. Javi Varas no lo puede hacer todo, sobre todo cuando sus escuderos pretenden sacar el balón desde atrás tocándolo contra un Málaga presionando muy arriba. Ya no está Martín Cáceres, que viste de otros colores, y se nota. Se echa en falta sus subidas por banda acompañando a Jesús Navas. Se echa en falta cuando la defensa da un paso adelante y no hay tiempo para recuperar posiciones. Se echa en falta cuando en el minuto 75 la mayor parte del equipo está roto físicamente y él era el único pulmón que bombeaba oxígeno. Se echa en falta y se seguirá siendo así, a menos que Cala regrese pisando fuerte y asumiendo su responsabilidad desde el primer instante.
En el centro del campo vuelve a existir un desierto con espejismos fugaces cuando Rakitic tiene la oportunidad de repartir con fluidez. Sin embargo, no ha sido un partido reñido en la lucha por la posesión. Ni Málaga ni Sevilla han querido jugar al fútbol. Se han saltado la medular y han buscado alternativas que les proporcionaran los goles que deseaban. Los locales lo hicieron bien en los primeros minutos. Emplearon sus puntos fuertes para adelantarse y mantener el resultado. Con la búsqueda de faltas y jugadas a balón parado llegarían los goles. El resto del tiempo, aguantan las embestidas manteniendo la ventaja.
Se habla de la inexistencia de un creador de juego en el Sevilla. La cuestión es que dicha ausencia queda en evidencia cuando las bandas, en las que el conjunto ha confiado ciegamente en los últimos años, no están funcionando. Navas es intermitente. Aparece siempre que puede pero no siempre que quiere. La temporada pasada, sus lesiones, le han pasado una factura que aún está pagando. Cuando tiene libertad es letal, pero cuando desaparece su equipo lo acusa en exceso. En el lado opuesto, Luna está contando con los minutos que necesita para seguir creciendo. Suyo fueron el gol y las múltiples jugadas de complicidad con un Negredo que se ha desprendido de los kilos que hacían de lastre en sus apariciones. Solo le falta recuperar la puntería, afinarla, porque el potencial, la fortaleza y el coraje permanecen intactos.
El gran ausente del encuentro ha sido José Antonio Reyes. No había aportado demasiado cuando fue cambiado por estar lesionado. Quizás la apática cara de sus compañeros haya estado condicionada por su malestar. Desde que volviera a su casa, el lavado de cara de su equipo se había convertido en realidad al disputarse los mejores minutos con un juego del nivel que se espera. Los resultados, las victorias se resisten. Mezcla de mala suerte, negación para el gol y escasa definición, la ensalada perfecta para que un equipo pase de poder jugar la Champions a salirse de Europa.
Marcelino dice que es muy fácil, pero no lo será tanto cuando no ganan. Es posible que se equivoque en las formas, que haya dado por perdida su temporada, que no exista motivación o que desee abandonar un proyecto que le viene grande. Pero sea cuál sea el motivo por el que regalan tantos puntos debe atajarse de raíz. Es labor suya recuperar a jugadores como Perotti, sin rumbo en las últimas semanas, o Campaña, a quien acusa de no entrenar bien. El Sevilla está en sus manos y si ante Villarreal no hay un cambio significativo las alarmas se dispararán. ¿Sus posibles sustitutos? Tejada, Quique Sánchez Flores, Míchel,...tantos nombres como técnicos disponibles a estas alturas de la temporada. Con Caparrós fuera de la lista y en Mallorca, podría sonar hasta el nombre de Juande Ramos. Mi aportación particular, si me lo permiten, sería la de Tevenet. Conoce bien al club, a la directiva, a la secretaría técnica y supo motivar, dentro de lo que pudo, a la plantilla que entrenaba Álvarez. El destino dirá cuál es el elegido, mientras tanto, Marcelino cuenta con la confianza de la directiva pero ¿hasta cuándo?
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