Pierre Sinibaldi, un innovador de los sesenta

Entrenó a Anderlecht, Las Palmas y Sporting de Gijón

Hace unos días fallecía en la localidad francesa de Tolón, Pierre Sinibaldi. Su nombre no es demasiado conocido para los aficionados al fútbol actual, pero se trata de una figura decisiva en la evolución del fútbol europeo de la segunda mitad del siglo XX.

Sinibaldi nació en Monterroso (Francia) en 1924. Fue un delantero de gran talento que vivió sus mejores años futbolísticos en el legendario Stade de Reims, con el que ganó dos ligas y se proclamó máximo goleador del campeonato en 1947. Sinibaldi coincidió en el club francés con Albert Batteux, el hombre que llevaría a la gloria europea al equipo de Reims y el padre del conocido "football champagne", estilo que preconizaría en su etapa de entrenador a partir de 1950. Sinibaldi heredó el gusto por la rapidez y exquisitez del juego, pero cuando el Stade de Reims alcanzó la cima de su potencial, él ya no formaba parte del equipo.

Tras retirarse, inició una prometedora carrera como entrenador, que le llevó a la selección de Luxemburgo tras haber debutado en el Perpignan de su país de nacimiento. En 1960 llega a Bélgica para entrenar al Anderlecht. Con las ideas muy claras y una apuesta por el trabajo a largo plazo, el francés se convertiría en toda una referencia del club de Bruselas. Con su trabajo en Bélgica, pone los cimientos del cambio que se avecina en la forma de jugar de principios de los años setenta.

El 5 de Septiembre de 1962, se produce el primer aviso del Anderlecht de Sinibaldi. Ese día, su equipo sorprende al poderoso Real Madrid en el partido de ida de la primera ronda de la Copa de Europa. Un equipo joven y valiente, consigue arrancar un empate a tres goles que deja la eliminatoria abierta de cara al encuentro de vuelta. En Bruselas, el Real Madrid de Miguel Muñoz, es derrotado gracias a un tanto de Joseph Jurion, aquel delantero que jugaba con gafas, a cinco minutos del final.

El Anderlecht sería sorprendentemente eliminado en los cuartos de final ante el Dundee escocés, en lo que fue, en palabras del propio Sinibaldi, la gran oportunidad perdida de poder llegar lejos en la Copa de Europa. Ciertamente, su equipo dominó el fútbol belga de los años sesenta, pero esa aplastante superioridad no tuvo continuidad en las competiciones europeas, donde solo pudo llegar a una final, la de la Copa de Ferias 1969-70.

La importancia histórica del equipo de Sinibaldi se sitúa en su innovador estilo. El técnico francés era un enamorado del 4-2-4, sistema que había desarrollado desde sus inicios. Se declaraba un incondicional de la arrolladora forma de jugar de la selección húngara en los Juegos Olímpicos de 1952 y en la Copa del mundo de 1954. En Bruselas, se le permitió confeccionar un conjunto a su medida, y tuvo la fortuna de contar con alguno de los mayores talentos que jamás dio el país en su historia. Como Van Himst. En palabras de Sinibaldi; "nunca ha habido un Pelé, ni un Maradona, ni ningún Cruyff, de la misma forma, jamás ha existido un jugador parecido a Van Himst". Él era la piedra angular de aquel equipo, el "Pelé blanco" como era conocido, lideraba un grupo de jóvenes talentos que se forjó desde la llegada del técnico francés. Futbolistas como Jan Mulder, Johan Devrindt, o Jacky Stokman, funcionaron a la perfección en aquel equipo que practicaba un fútbol rápido, alegre y de muchas triangulaciones. Sinibaldi fue el precedente directo más importante de Rinnus Michels o Raymond Goethals. Su metodología sin embargo, fue muy criticada en sus inicios, como toda fórmula innovadora tuvo demasiados detractores entre sus colegas y rivales.

En 1971 aterriza en España para entrenar a la Unión Deportiva Las Palmas. Sinibaldi siempre deseó entrenar al otro lado de los pirineos, y no se lo pensó dos veces a la hora de aceptar la oferta del equipo insular. Muy pronto, sus métodos comenzaron a hacerse muy populares en el fútbol español. Mejoró la condición física de sus futbolistas, y tras un inicio prometedor en el que su equipo llegó a ganar en el Nou Camp, clasificó al equipo canario para la Copa de la UEFA.

Al año siguiente, vivió una de las mayores gestas del conjunto amarillo en Europa. Tras perder en Turín por 2-0 frente al Torino, consiguieron remontar la eliminatoria gracias a los goles de Soto y Germán, el 4-0 final llevó el delirio al estadio Insular. En aquella edición serían eliminados por el Twente en los octavos de final.

Una de las anécdotas más famosas de Sinibaldi en su periplo por Las Palmas, tuvo lugar en los cuartos de final de la Copa del Rey 1974-75. La Unión deportiva Las Palmas se enfrentaba al Real Madrid, al que goleó en el partido de ida por cuatro goles a cero. Unos días antes del partido de vuelta, la tragedia sacudía al conjunto entrenado por Sinibaldi, su jugador Tonono (el primer jugador que un equipo canario aportó a la selección española), fallecía de una infección vírica. Sus compañeros, rotos por la tragedia, cedieron por 5-0 en el Santiago Bernabeu. Curiosamente, los dos entrenadores que se sentaron aquel día en los banquillos, han fallecido en fechas muy similares, Miljan Miljanic en el Real Madrid y Pierre Sinibaldi en Las Palmas.

El francés tendría un breve paso por el Sporting de Gijón antes de abandonar el fútbol español. Nos deja un innovador de los sistemas de juego, el "mago" Sinibaldi, descanse en paz.

RIP Sinibaldi

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