Olivier Giroud, el Montpellier se le queda pequeño
El delantero oposita para jugar la Eurocopa 2012 con la selección francesa

Es el hombre de moda de la Ligue 1 y al que persiguen los principales clubes europeos. Todos quieren tenerle en su equipo. Los aficionados para ovacionar sus goles y los jugadores para celebrar victorias gracias a sus aciertos. Ante el Lyon lo ha vuelto a hacer. De nuevo un gol suyo permite al Montpellier mantener el segundo puesto en la Liga Francesa con una cómoda, aunque no definitiva, distancia respecto al tercero.
Su estado de gracia no ha pasado desapercibido para equipos de la Premier como Arsenal o Newcastle que desean ficharlo, pero las exigencias económicas del club francés se escapan de sus posibilidades. La cuestión es, ¿vale Olivier Giroud los 50-60 millones de euros que pide Louis Nicollin? Se trata de un delantero con cualidades innatas para el gol. Una vez que el balón está en su poder el peligro se multiplica y con el paso del tiempo ha ido adquiriendo la experiencia que necesitaba para reinventarse y mejorar.
En el Grenoble hizo sus primeras dianas con timidez. No se encontraba cómodo ni tenía la confianza que necesitaba, así que decidió aceptar la opción de cesión que había pedido el Istres. Y acertó. Allí evolucionó en todos los aspectos pero ante todo obtuvo los minutos que anhelaba. Su gran campaña, con 14 goles en 33 partidos en tercera división, caló en numerosos clubes pero él debía regresar a Grenoble antes de fichar por el FC Tours. Una temporada de adaptación y una segunda de consolidación fueron suficientes para dar el gran salto a la Ligue 1 de la mano del Montpellier por dos millones y medio de euros. El club supo jugar sus cartas para captar la atención del joven futbolista de 23 años, que en 2010 rechazaba ofertas de Celtic, Middlesbrough, Portsmouth, Valenciennes, Mónaco o Toulouse.
Las virtudes de Giroud no son pocas. Es un delantero de más de 1,90 metros con buena envergadura física y fuerza. No se trata de un futbolista pesado al que le cuesta mover su esqueleto sino que posee habilidad y agilidad de movimientos para desenvolverse en el área con comodidad. Este hecho propicia que sea apto para rematar y controlar centros complicados de domar. Cuando conduce el balón, la potencia con la que corre y su amplia zancada lo convierten en prácticamente imparable por sus rivales, al menos, sin cometer falta sobre él. Su portentosa zurda pasa a un segundo plano cuando es capaz de poner en apuros a la defensa contraria en las jugadas a balón parado. Aunque sabe colocarse en la posición adecuada para buscar el gol nada más recibir, no es egoísta y no titubea cuando percibe a un compañero mejor situado.
Asiste a los que se suman al ataque desde atrás, atrae a los defensas, es buen cabeceador, rápido dentro y fuera del área y con un potente disparo desde cualquier lugar cercano a portería. Deleita con una definición infalible controlando previamente o recibiendo de primeras pero sobre todo con mentalidad de líder. De los que cuando el equipo pasa penurias sabe qué hacer para proporcionar los goles necesarios para que el resultado cambie a su favor. De ser convocado con Francia para la Eurocopa reforzará el combinado gracias a su movilidad y buen ritmo, además de proporcionar inteligencia y contundencia debido a su estatura y físico. La sangre fría con la que finaliza sus jugadas le convierten en la principal arma de destrucción para las estrategias rivales.
Con infinidad de puntos positivos y pocos matices que corregir parece que se trata de un futbolista determinante para el equipo que lo fiche. Ser decisivo implica revalorizar tu tasación. Los 50 millones resultan excesivos ahora, pero de seguir evolucionando a este ritmo, conseguir el pichichi de su país y obtener el pasaporte para la Eurocopa de 2012, puede que sea la cantidad adecuada. Mientras tanto, Olivier Giroud debe mantener intacta su eficacia y regularidad, los dos pilares imprescindibles para que la dinamita de sus botas no desaparezca jamás.