96. Juup Heynckes, Copa de Europa con despido incluido
Fue destituido justo después de proclamarse campeón de Europa con el Real Madrid

Para un entrenador levantar la Copa de Europa es alcanzar la cima de su carrera. Incluso más que ganar un Mundial o una Eurocopa. La Champions League te obliga a medirte a equipos fabricados a golpe de talonario y trabajo con el único objetivo de proclamarse campeones y requiere rendir al más alto nivel durante toda la temporada. Convertirse en el rey de Europa, es por lo tanto, el sueño de cualquier técnico. Para Juup Heynckes, sin embargo, el trofeo llegó acompañado de una inesperada noticia. Estaba despedido. Sobre el mismo césped del Ámsterdam Arena en el que acababa de proclamarse campeón de la Copa de Europa con el Real Madrid, Lorenzo Sanz -por entonces presidente- le comunicó que había sido destituido. Cielo e infierno en cuestión de segundos.
En cuestión de segundos, Heynckes pasó de ser manteado por sus jugadores a hacer cola en las oficinas del INEM. Un cambio tran radical es el paradigma perfecto para describir la agitada situación que atravesaba el Real Madrid en aquella época, acostumbrado a vivir en los extremos desde que Lorenzo Sanz se convirtiera en presidente. El trilero financiero asumió la presidencia del club blanco en 1995 sucediendo a Ramón Mendoza y lo hizo decidido a devolver al Real Madrid a lo más alto después de vivir durante un lustro a la sombra del todopoderoso Barcelona de Johann Cruyff. La precipitación fue su seña de identidad y nada podía garantizar la continuidad de un técnico en el banquillo blanco con Sanz en el palco.
Fabio Capello, campeón de Liga durante la temporada 1996-1997, fue el primero en sufrirlo. Ganar el título de Liga no fue suficiente para que el italiano continuara en el club. Entonces, pese a que la primera opción era el también alemán Ottmar Hitzfeld, llegó Juup Heynckes y tuvo la misma suerte que Capello. El alemán ganó la Copa de Europa, la deseada séptima Copa de Europa, acabando con 32 largos años de sequía europea para los madridistas, pero para Lorenzo Sanz pesó más la mala imagen liguera -terminó como cuarto clasificado por detrás de Barcelona, Athletic de Bilbao y Real Sociedad- y decidió destituirle.
Aquella victoria en el Ámsterdam Arena con gol de Pedja Mijatovic frente a la Juventus de Turín fue el punto álgido de la carrera de Juup Heynckes como entrenador. Desde entonces ha cosechado triunfos a medias, especialmente en el fútbol alemán, donde está considerado como una eminencia tanto por lo que logró en su etapa jugador -ganó una Eurocopa y un Mundial en los setenta con Alemania- como por su trabajo en los banquillos, ganando dos Bundesligas con el Bayern de Munich y liderando con notable éxito a equipos como el Borussia Monchengladbasch, Eintracht de Frankfurt, Schalke 04 y, más recientemente, al Bayer Leverkusen.
Su paso por España se recuerda sobre todo por volver a ganar una Copa de Europa en color para el Real Madrid, algo que parecía ya imposible en aquella época e incluso se emitían anuncios bromeando al respecto, pero también cosechó éxitos en el Athletic Club de Bilbao (en dos etapas) y en el Tenerife. Con los chicharreros estuvo especialmente brillante, clasificando al equipo canario para la Copa de la UEFA (ahora Europa League) en su primera temporada y liderándole posteriormente hasta las semifinales del torneo, donde cayeron frente al Schalke 04, campeón de aquella edición.
Juup Heynckes se encuentra ahora en una situación similar a la que vivió en el Real Madrid. El Bayern de Munich le ha reclamado para volver a levantar títulos y el alemán ha asumido el reto. Tanto el Bundesliga como en Champions League el inicio ha sido inmaculado y la afición muniquesa ha depositado sus ilusiones en una final de la Copa de Europa que se disputará en su ciudad, en el Allianz Arena. Para Heynckes, sin embargo, pensar en la final de la Liga de Campeones despierta sus peores recuerdos. La primera y única vez que la ganó fue despedido. ¿Le sucederá lo mismo?