Ancelotti y el PSG, la aventura sin sustos de Carleto
Un proyecto ideal para Carleto
De un tiempo a esta parte los méritos durante la carrera profesional no sólo servían para conseguir el carnet de entrenador con mayor facilidad, sino que parece que ayuda a quemar etapas en cuanto a la formación sobre el terreno. En España los casos más claros son los de Guardiola y Luis Enrique, ambos, tras un año en el filial del Barcelona, han llegado al máximo nivel. También Leonardo se estrenó directamente con el Milan.
Después está el talento de Villas-Boas que hizo un rodaje extraño partiendo de su etapa de seleccionador de las Islas Vírgenes Británicas con 19 años o el de Ronald Koeman que salió del staff de Holanda para comenzar directamente en la Eredivisie.
Y luego están los entrenadores como Carlo Ancelotti que por preferencias o por falta de confianza en su momento tuvieron comienzos humildes, casi como prácticas (remuneradas) tras conseguir el título. El que fuera integrante del Milan de Sacchi y de los holandeses se inició en 1995 con la Reggiana en la Serie B y el ascenso en esa temporada le convirtió en el líder de la nueva generación de entrenadores en Italia y le abrió las puertas del Parma de Buffon y Cannavaro con el que firma un subcampeonato y una cuarta plaza antes de llegar a la Juventus en 1999.
Sus equipos intentan tratar bien la pelota y el técnico consigue mejores resultados año tras año pero se le resiste un gran título.
Parece que el destino espera a que 'cierre el círculo' volviendo a Milan para vivir su mejor etapa en los banquillos. Ocho años al frente del primer equipo rossonero en los que logra todos los títulos relevantes y donde 2003 se convierte en 'su año' al ganar la Champions y ser elegido mejor entrenador por la UEFA y la prestigiosa revista World Soccer.
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Quizás notando el desgaste tras dos años sin titulos no renueva en el verano de 2009 y unas semanas después es presentado por el Chelsea como su nuevo entrenador. Un gran sueldo, un gran equipo y un nuevo país donde ya no seguir su formación pero si alimentando su experiencia como técnico. Su primer año con la Charity Shield y la Premier invita a pensar en que Abramovich encuentró por fin al técnico que haría al Chelsea campeón de Europa, y el inicio de la máxima competición europea en la siguiente temproada le coloca como uno de los máximos candidatos. Pero en 2011 todo se tuerce.
El equipo hace dos incorporaciones para dar el remate final al gran equipo: Torres y David Luiz. Cerca de ochenta millones de euros para buscar la Premier y la Champions y quedando en el camino en ambas ante no la mejor versión del United. En mayo la paciencia del magnate ruso se acaba y 'Carleto' conoce la amargura del fracaso.
Lejos de marcar su carrera de manera negativa, su nombre es ligado con equipos sí, ya no punteros, pero que le pueden ofrecer un proyecto a largo plazo interesante tanto dentro de Inglaterra como fuera, estando muy cercano a fichar por el Anzhi.
Pero la paciencia a la hora de elegir su futuro han dado sus frutos. Como si estuviera todo orquestado (y viendo que su 'amigo' Leonardo anda detrás no sería nada sorprendente) ha sido el elegido para dirigir el último gran proyecto de un jeque en el fútbol europeo y será el entrenador del Paris Saint Germain las próximas tres temporadas. Otro salario enorme por hacerse cargo de un equipo con medios casi infinitos para satisfacer sus necesidades.
El arranque no está siendo esperanzador: una derrota en un amistoso ante el Milan en Dubai y la victoria sufridísima ante el Locmine en la Copa gala. Ya ha avisado que tal y como ha visto al equipo, costará algo hacerlo jugar como él quiere, pero mientras tanto, disfruta de su status y seguro que no recuerda sus inicios en la ruda Serie B.