El régimen de Fidel Castro y la muerte del fútbol cubano
El fútbol en Cuba está totalmente oprimido por el régimen castrista
El fútbol en Cuba siempre ha sido poco mediático. Abandonado y dejado de lado por las instituciones y el interés general, ha vivido siempre bajo la sobra del béisbol, auténtico deporte nacional en Cuba. En la actualidad se vive el momento de mayor interés cubano por el deporte rey en la isla con un seguimiento como el que nunca ha habido. Sin embargo y en contraste con esta realidad, el fútbol cubano no vive sus mejores momentos, ni profesionalmente ni institucionalmente…
Y es que lejos queda ya aquel Mundial de Francia 1938 para el que la Selección Cubana de Fútbol se clasificó. Realmente, decir que Cuba se “clasificó” para aquel Mundial resulta pretencioso, pues las rondas clasificatorias cubanas fueron un auténtico espectáculo: la Copa Mundial de la FIFA había sido creada con la intención de alternar sedes entre Europa y Sudamérica. Puesto que la edición 1934 se disputó en Italia, se entendía que la de 1938 se disputaría en el cono sur americano y yendo más allá, Argentina parecía ser la elegida para albergar la tercer Copa del Mundo de Fútbol. Sin embargo el presidente de la FIFA Jules Rimet quiso llevar su más preciada creación a su Francia natal y de esta manera se acabó seleccionando a Francia como sede del torneo. Esto, en una época en la que el honor y el orgullo estaban por encima de cualquier otra cosa provocó la renuncia a participar en el torneo de la mayoría de las Selecciones americanas, salvo Brasil y Cuba, que fueron las únicas selecciones que clasificaron por la CONMEBOL y la CONCACAF respectivamente, los cubanos sin disputar un solo encuentro.
Sin embargo, en el Mundial 1938 Cuba sorprendió a propios y extraños eliminando a Rumanía en el partido extra de Octavos de Final por 2-1, tras finalizar el primero con empate a 3 goles (por aquel entonces no se decidían los partidos en la tanda de penaltis). En Cuartos de Final, Suecia infligió un duro correctivo a los caribeños al derrotarlos por 8-0. Aquel 12 de Junio de 1938 fue el último partido de la Selección Cubana en un Mundial de fútbol hasta la fecha. Y el momento estelar del fútbol cubano sin duda.
Y es que el futbol en Cuba ha pasado la mayor parte del siglo XX a merced de los rumbos políticos que iba tomando el gobierno de la isla. Tras aquel Mundial de 1938, Cuba participó fallidamente en la clasificación para Brasil ’50 y hasta 1978 no volvió a disputar una fase de clasificación para un Mundial de fútbol. Por medio, una Revolución en 1959 que cambió la cara totalmente al país y que situó al hoy moribundo Fidel Castro al frente de una isla que ha sufrido desde entonces todo tipo de penurias económicas a raíz de los numerosos bloqueos a los que es sometida. Habrán aspectos de la vida diaria y deportiva cubana que hayan mejorado desde la llegada de los Castro al poder, sin embargo el fútbol no es uno de estos.
Por unos u otros motivos políticos dejaron de participar en los Mundiales de 1958, 1962, 1970, 1974 hasta que a raíz de la apertura estadounidense de 1976, Cuba volvió a participar en todos y cada uno de los mundiales, salvo, como puede resultar lógico, en el de USA 1994. En todas las ocasiones, los “Leones del Caribe” han quedado muy lejos de clasificarse y más lejos todavía (si cabe) se encuentra el apoyo gubernamental e institucional al fútbol en Cuba. Desde la Revolución del 59, el deporte por antonomasia de la Isla es el béisbol y el futbol, símbolo deportivo del capitalismo, apartado y casi casi enterrado. Y es que el fútbol cubano carece de identidad, de infraestructuras y de separación total de la política. En la actualidad, los estadios de fútbol propiamente dichos son raros de ver en la isla y la mayoría de los partidos se disputan en estadios de béisbol. Además, las deserciones (la última en la Copa de Oro 2011) a las que nos tienen habituados los futbolistas cubanos restan credibilidad a un deporte que intenta renacer en la isla y se encuentra totalmente ahogado.
Hace poco tiempo, el 11 de Diciembre de 2011 se celebró un partido conmemorativo de los 100 años de existencia del fútbol en Cuba entre la Selección nacional y la Selección de Costa Rica (1-1 final). Dicho partido, que debería haber sido considerado como un homenaje al fútbol patrio no se retransmitió en directo porque había un partido de la Liga Regular cubana de béisbol entre Industriales y Villa-Clara. Aun deberían dar las gracias porque el partido de fútbol se emitió en diferido…
Por si fuera poco, la selección nacional cubana es territorio vetado para todos aquellos “traidores” que salen de la isla para jugar al extranjero por lo que la habilidad, la técnica y las tácticas internacionales que pueden aportar estos futbolistas de mayor calidad no son utilizadas en beneficio de la propia Selección. Sin estadios propiamente de fútbol, sin una televisión detrás (ni siquiera es retransmitida la Final de la Liga), sin una organización profesional moderna de la Liga (apenas se juegan 14 partidos de Liga y 2 en semifinales y 2 en la Final) por lo que el futbolista cubano se encuentra a años luz en preparación respecto a otros compañeros de profesión. Y no se trata de que en Cuba no haya talento futbolístico, pues lo hay y siempre lo ha habido, ahí tenemos a Regino Delgado, Andrés Roldán, Osmín Hernández, Lázaro Darcourt y más recientemente Osvaldo Alonso, estrella de los Seattle Sounders de la MLS, Yordanis Álvarez de Real Salt Lake… talento hay, pero no sólo no se quiere explotar si no que por motivos políticos y de ideología, no se nutre, no se aprovechan de él en Cuba.
Además el aislamiento internacional que sufre la isla tiene su reflejo en el fútbol. Cuba no juega un partido frente a una selección europea desde 1988 cuando se enfrentó a Albania. Además, desde entonces, hace más de 23 años, Cuba solamente ha jugado 4 veces frente a una selección que no fuera perteneciente a la CONCACAF: Camerún (1997), Corea del Sur (2002) y en 2007 frente a Venezuela y Chile.
Es por eso que tal vez con el fallecimiento de Fide Castro, se olvide el ostracismo al que está sometido el fútbol en Cuba y se produzca una apertura total cuyo gran beneficiario será el propio fútbol nacional. Y es que hay vida más allá del béisbol en Cuba… y de Fidel Castro.