Resumen del 2011 en el fútbol italiano: Jugar en tiempos revueltos

Repaso a lo más destacado del 2011 en la Serie A

El fútbol italiano vive tiempos difíciles, con una lenta y constante pérdida de prestigio que se agudiza por momentos. Buena prueba de ello es que el último campeonato italiano seguramente no lo ganó el mejor, lo ganó el menos malo. El AC Milan de Allegri se llevó un Scudetto con un juego descafeinado e insulso. Para ello tuvo bastante con acudir a la pegada del trío integrado por Robinho, Pato e Ibrahimovic y al buen desempeño de un Clarence Seedorf que parece haber pactado con el diablo para llevar la vejez con mucha más dignidad que otros colegas de generación. Inter, Roma, Juventus y Lazio demostraron su inoperancia y estuvieron a años luz del rendimiento ofrecido no hace tanto, como consecuencia de ello, la competición se resintió restándole interés más allá del buen hacer del Napoli y el Udinese.

El Inter que venía de darse un gustazo de títulos y reconocimientos de la mano de Mourinho, naufragó con Rafa Benítez en el tramo final de 2010 no llegando a finalizar el año como técnico neroazzurro. Leonardo tomó las riendas del Inter y pudo enderezar algo el rumbo en liga, finalizando tercero y llevándose una Coppa Italia por el camino al vencer al Palermo en la final. Más resultados que fútbol.

En Europa, tanto Tottenham como Schalke 04 mostraron la dura realidad y el nuevo escenario continental a los dos conjuntos lombardos, eliminándolos de la carrera por la Champions. El papel de los italianos en las dos competiciones continentales fue ciertamente deplorable.

El mejor fútbol italiano de la 2010/11 salió de las botas de los futbolistas del Palermo, Udinese y Napoli. Los Alexis Sánchez, Di Natale, Inler, Isla, Cavani, Hamsik, Maggio, Lavezzi, Ilicic, Palermo y Miccoli se revelaron como los jugadores más en forma del calcio y como los valores en alza de un campeonato que pide a gritos nuevos iconos.

El Inter sesteó lo que quiso y más aunque al final con un gran Pazzini entró en Champions, mientras que los dos conjuntos romanos cumplieron con las expectativas mínimas entrando en Europa League, si bien la Lazio peleó la última plaza Champions con el Udinese hasta el final.

La temporada 2011/2012 arrancó con pesimismo en Italia. A la pérdida de una plaza en Champions League en detrimento de la emergente Bundesliga se le unieron en el mes de agosto dos malas noticias como fueron la progresiva marcha de jugadores importantes que le daban nivel a la competición como fueron Samuel Eto’o (Anzhi), Alexis Sánchez (Barcelona) o Javier Pastore (PSG), y el sorpresivo KO de tres equipos italianos en las rondas previas de competiciones europeas. Que el Arsenal abocará al Udinese a la Europa League es hasta cierto comprensible, pero que el Palermo cayera ante el Thun suizo y la AS Roma de un recién llegado Luis Enrique lo hiciera ante el Slovan Bratislava eslovaco fue un duro golpe para el calcio italiano que no hacía otra cosa que confirmar que la pérdida de la cuarta plaza Champions era más justa de lo que pudiera parecer en un inicio.

Si a estos factores de base le unimos el hecho inequívoco que los iconos de principio de siglo (Totti, Cassano, Gattuso, Toni o Del Piero) ven como el paso inexorable del tiempo no les ofrece tregua ni prórroga, el panorama se torna ciertamente desolador.

El calcio de “Ferraris y restaurantes caros” que en los 80's y los 90's enamoraba con figuras rutilantes como Maradona, Platini, Zico, Van Basten, Gullit, Ronaldo o Zidane ha dado paso de forma lenta pero constante a un campeonato más de “Fiats y pizzerías” donde las estrellas son sudamericanos que ansían recalar en Inglaterra o España (Cavani, Lavezzi, Isla) o veteranos ilustres que parecen haber bebido de la fuente de la juventud como pueda ser el caso de Toto Di Natale (Udinese), Andrea Pirlo (Juventus) o Marco Di Vaio (Bologna).

La liga ha bajado de nivel, pero ello ha conllevado partidos muy igualados, diferencias mínimas entre los equipos, y en ocasiones, partidos con muchos goles, lo cual está resultando atractivo para el aficionado que una vez se ha mentalizado que la vacas gordas ya pasaron, debe aprender a disfrutar desde un perfil más bajo. Quien no se conforma es porque no quiere.

El 2011 será recordado por la breve estancia de Gasperini en el banquillo del Inter, por el gran rendimiento de Germán Denis en Atalanta, tras estar infravalorado en Nápoles y Udine, por el fichaje de Pirlo por la Juventus, pero esencialmente se recordará porque el Napoli volvía a la máxima competición continental por primera vez desde 1990, año en que con Diego Armando Maradona como estandarte y los brasileños Alemão y Careca como secuaces lograron el segundo y último scudetto de la historia partenopea accediendo a jugar la por entonces Copa de Europa. Esto no sería noticia si no fuera porque hace tan solo siete años, en verano de 2004, el club se declaraba en quiebra y se veía abocado a la C1 (Tercera División). Siete años de travesía por el desierto llenos de miserias y desencantos que finalmente con Aurelio De Laurentis en la directiva y Walter Mazzarri en el banquillo han concluido en un final feliz.

El equipo ha ganado tal confianza que se ha permitido hasta el lujo de apear de los octavos de final de la Champions al Villarreal y al Manchester City y sueña con seguir avanzando en Europa y pelear con los grandes como hiciera el año pasado, si bien necesita más regularidad ante los equipos de perfil bajo contra los que suele pinchar.

El cambio de cara de la Juventus es otra de las buena noticias del año. Tras unos primeros seis meses donde se vio a un equipo deprimido y en coma, la llegada de Antonio Conte en verano y el hecho de jugar sus partidos en el nuevo estadio han dotado al equipo de carácter, fe y personalidad. Si a eso se une las importantes llegadas de peloteros del nivel de Andrea Pirlo, Arturo Vidal, Mirko Vucinic y el paso adelante que han dado los Pepe, Marchisio o Matri es fácil coincidir en que esta renovada Juventus es la principal favorita para llevarse el Scudetto.

Las peores noticias del año son sin duda los graves problemas de salud que atraviesan dos mitos como Gennaro Gattuso y Antonio Cassano, y el escándalo de apuestas que ha envuelto al Atalanta y a su capitán Cristiano Doni, cuando el "caso Moggigate" aún sigue coleando.

En clave de selección, la squadra azzurra espera la cita continental del próxima verano con la ilusión de ver que Cesare Prandelli ha huido de los estereotipos y ha hecho una apuesta por el buen fútbol, llevando a cabo una progresiva revolución que tendrá su primera piedra de toque en la primera fase ante España. Caras nuevas y gente de nivel contrastado como Marchisio, Pazzini, Matri, Balzaretti, Pepe, Criscito, Maggio, Rossi y Osvaldo deben encabezar a esta nueva Italia que se siente orgullosa de su pasado y mira con optimismo al futuro.

LOS BALANCES DEL 2011 EN LAS PRINCIPALES LIGAS DE EUROPA

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