Copa del Rey juvenil, cuna de talentos

Grandes jugadores han disputado la final del torneo

Bojan, Busquets, Jarque, Riera, Arteta, Valdés, Pavón, Joaquín, Gabri, Marchena, Mista, Puyol, De la Peña, Celades, Álvaro Benito, Karanka, Cuellar, Julen Guerrero, Tito Vilanova, Alkorta, Amor, Losada, Caminero, Patxi Salinas, Pardeza, Michel, Carrasco, Calderé, Rojo y hasta... ¡Julio Iglesias! todos estos futbolistas comparten algo: jugaron la final de la Copa del Rey de juveniles en alguna ocasión.

Entusiastas del fútbol base y caprichosos de la historia, recuerdan con nostalgia aquellas finales de la copa "chica" (como habitualmente se llamaba en el argot futbolístico de la época a la Copa de juveniles). Nacida en 1951, el trofeo que designaba al mejor equipo de la categoría se ha disputado ininterrumpidamente durante 61 años. Primero con la denominación de Copa del Generalísimo de juveniles, y más tarde, Copa del Rey.

El Barcelona fue el club que en más ocasiones consiguió alzar el trofeo (una réplica exacta de la copa de los mayores en tamaño menor) un total de 18 veces, convirtiéndose de esa forma en el rey de copas de la categoría a imagen y semejanza del primer equipo.

El Fútbol Club Barcelona vivió desde siempre un idilio con la competición. Disputó un total de 27 finales y dejó constancia siempre del excepcional producto de su cantera, con el que siempre contó en las alineaciones del partido decisivo.

Hoy en día se añora el espíritu del torneo. Fue a principios de los ochenta cuando se decidió que las finales no se disputaran el mismo día y en el mismo estadio del partido de los mayores. Hasta ese momento, los espectadores que viajaban para presenciar una final de Copa acompañando a sus equipos, disfrutaban del privilegio de observar a las estrellas del futuro en uno de los clásicos previos al partido grande.

Para los jóvenes futbolistas, disputar la final de copa era una forma de darse a conocer, y al mismo tiempo, competir en grandes estadios bajo un clima de fiesta deportiva. Todos estos condicionantes aportaban a la final de copa juvenil una jerarquía que ha perdido casi por completo.

El primer encuentro de estas características tuvo lugar el 27 de Mayo de 1951. El Barcelona y un sorprendente equipo valenciano, el C.D Sueca, debían dilucidar quien sería el primer campeón copero de la categoría. El estadio de Chamartín se engalanó para la ocasión, ya que precisamente ese día, el Barcelona disputaría la final de los mayores ante la Real Sociedad. Fue una gran tarde/noche para los miles de catalanes desplazados a la capital de España, ya que los azulgrana ganaron las dos copas. El C.D Sueca no pudo resistir la presión y sucumbió por 5-1 ante la poderosa cantera culé.

En 1953, se disputa el primer clásico entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Madrid. El 0-0 final obligó a jugar un partido de desempate, que terminó con el mismo marcador. El Madrid ganó gracias a una curiosa circunstancia; había ejecutado un mayor número de corners.

En 1959, el desempate entre Barcelona y Sevilla se produjo de una forma moralmente más justa; los catalanes tenían un equipo con una media de edad más joven, algo que le dio su segundo título.

El torneo siempre produjo sorpresas y homenajes a varios equipos que cuidaron la cantera. El Elizondo en 1961 y El Club de fútbol Damm en 1966, perdieron la final de copa ante Valencia y Athletic de Bilbao respectivamente. Su participación en el partido fue un excelente premio a su trayectoria en las rondas previas. El Athletic fue en los sesenta, junto al Barcelona una década más tarde, los únicos equipos que consiguieron marcar una auténtica época de triunfos con 5 victorias consecutivas cada uno.

El Santiago Bernabeu de Madrid o el Nou Camp de Barcelona, dejaron paso como sedes a ciudades como Logroño, Cuenca o Soria. La posibilidad de trasladar a las joyas del fútbol español a estadios y ciudades más pequeñas, restó popularidad y seguimiento al trofeo, aunque fue precisamente en los años ochenta y noventa cuando se presenciaron algunas de las mejores finales de la Copa de juveniles.

Guillermo Amor, campeón de Copa de juveniles 1986 con el Barcelona (MundoDeportivo)

En 1986 en el estadio de "Las Gaunas", el Barcelona se proclama campeón venciendo al Real Madrid por 6-3. Entrenados por Charlie Rexach, dos hombres se convierten en auténticos verdugos del equipo merengue. Guillermo Amor y Tito Vilanova dirigen el juego del equipo azulgrana en una goleada para el recuerdo.

Una de las finales con más polémica, fue la que se jugó el 18 de Junio de 1981 en el estadio Vicente Calderón. El Real Madrid ganó al Athletic de Bilbao gracias a una acción muy discutida en el primer gol. En el minuto 58, Michel adelanta a los blancos con un tanto que solo acertó a ver el colegiado catalán Miguel Pérez; un disparo que no entró y que lastró a los vascos el resto del encuentro. El propio Michel se mostraba incrédulo al observar la reacción del árbitro, que concedió el gol a pesar de encontrarse a más de cuarenta metros de la jugada.

La final de 1993 disputada en Teruel también tuvo especial relevancia. Real Madrid y Barcelona volvían a verse las caras; repetían en categoría inferior un duelo que ya se había producido en Liga y en la Copa de los mayores. Siguiendo la estela del equipo entrenado por Benito Floro, los blancos se hicieron con el trofeo. Iván de la Peña no recordará con especial cariño aquel partido en el que falló una pena máxima y puso en bandeja la copa para el Real Madrid.

Athletic Club y Fútbol Club Barcelona fueron los últimos vencedores de la competición en los años 2010 y 2011. La Copa del Rey de juveniles sigue siendo un excelente banco de pruebas para las estrellas del mañana. Démosle la importancia que requiere y no dejemos en el olvido un trofeo con más de sesenta años de historia.

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