Manuel Pellegrini. El Señor "Ingeniero"

Un señor entrenador contra el Real Madrid de Mourinho, morbo en Málaga

El fútbol es un deporte que inventaron los nobles ingleses. En principio se supone que tiene que ser un deporte de caballeros aunque como bien dicen algunos británicos: "el fútbol es un deporte de caballeros que practican algunos bestias y el rugby es un deporte de bestias que practican algunos caballeros". En un mundo donde el resultadismo y la victoria es lo único que se paga. El Real Madrid que hoy vende récords de goles y de puntuación, echó al entrenador que más partidos ha ganado en la historia, el que más puntos ha sacado y el que mejor números ha hecho en una Liga. Su pecado. Ser segundo. El mejor subcampeón de la historia.

Portada de Marca el día del "juicio final", al acabar la Liga. Foto:eleconomista.es

Chile ha exportado al mundo a un señor que le ha dado empaque y tronío a éste deporte y que está dejando a mucha gente en su lugar. El suyo, el de Manuel Pellegrini, debe ser la elite. Y el balompié le devuelve el balón y lo deja en su tejado. En lo más alto, donde se merece.

La historia de Manuel Pellegrini como técnico empieza como todas las buenas películas, con muchas dificultades y muchos errores a los que sobreponerse. Sus primeras etapas en Chile y Ecuador fueron muy duras. Después llegó su etapa en Argentina.

En 2001 firmó por San Lorenzo donde consiguió sus éxitos más sonados en Sudamérica dando la sorpresa en el Clausura de este año cuando consiguió el título con la mayor cantidad de puntos jamás conseguida en un campeonato corto (43) y con más victorias conseguidas (13).

Siempre cuestionado

River lo firmó a continuación para que lo hiciera campeón del Clausura en 2003. No obstante, la figura de Pellegrini empezaba a ser discutida. A pesar de sus victorias una gran parte de la Platea San Martín, (una de las gradas más entendidas del fútbol mundial), pitaba al técnico cuando éste quería amarrar un resultado. La retirada de alguno de los jóvenes talentos que por entonces jugaban en River, (Cavenaghi, D’Alessandro o el “Chori” para meter a un futbolista más “potrero” o como se conoce en España “canchero” como Osmar Daniel “Malevo” Ferreyra. Los pasos hacia atrás de Pellegrini en el Momumental eran una ofensa al paladar negro de las altas clases bonaerenses.

Villarreal

Pellegrini dejó un club histórico y grande con uno con ganas de crecer, el Villarreal. Llegó de la mano de Llaneza y Fernando Roig a un club en auge, pero que encontró con él su mayor grandeza. En 2004 se hizo cargo del equipo y mantuvo la apuesta de toque que caracterizaba al club amarillo en la Primera División española, pero aún no se había dejado caer en Europa.

Cazorla es el perfil que quiere Pellegrini. Foto:lainformacion.com/EFE

Pronto el viejo continente iba a conocer la apuesta de un pequeño club y una pequeña ciudad por el buen fútbol. Pellegrini rompió las pizarras españolas desterrando a los interiores y los extremos y plagando su centro del campo con jugadores de buen pie, sin que ninguno de ellos fuera específicamente de banda. Su revolución desorientó a muchos técnicos de Primera y triunfó en Europa. Hizo campeón de la Intertoto al Villarreal y después alcanzó los cuartos de final de la Copa de la UEFA contra todo pronóstico. Pero la evolución del equipo no se quedaría allí. La presencia de futbolistas sudamericanos enriqueció la fórmula y las exquisiteces de Román Riquelme llevó al club a su cénit. En 2008 consiguió el subcampeonato de la Liga española con 77 puntos y el año siguiente alcanzó las semifinales de la Champions League. Todo esto con el balón como argumento y con una gestión de club que sacó los colores a todos los grandes de Europa, incluido el Inter a quien apeó en cuartos de final.

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Las semifinales fueron contra el último gran reducto del Arsenal de Arsene Wenger. El conjunto londinense se presentó con algunas de sus grandes figuras que ya no volverían a reinar en Europa como Thierry Henry, y sobrevivió a El Madrigal de milagro, después de que Jens Lehmann le detuviera un penalti en los últimos minutos del partido a Riquelme que hubiera supuesto el pase a la final del Villarreal.

Posiblemente ese penalti fue la culminación a una época gloriosa que quedará para el romanticismo del fútbol, algo parecido a la aldea de Asterix, con un druida de pelo blanco y ojos azules que encontró la poción mágica para llevarles a luchar por el cetro europeo.

Pellegrini llegó al Real Madrid avalado por fútbol y resultados. Foto:lainformacion.com/EFE

Pellegrini no tuvo nunca una mala palabra y su tono en las entrevistas y ruedas de prensa denotaron un señorío y un tronío que encajaba perfectamente en el segundo proyecto de Florentino Pérez al frente del Real Madrid.

El curioso “caso Florentino”

La temporada 2009-10 fue una de las más extrañas en la historia del Real Madrid. Florentino Pérez ascendió a la Presidencia del club blanco en su segunda etapa, proclamado mejor club del Siglo XX por la IFFHS, después de los escándalos que rodearon a su predecesor en el cargo, Ramón Calderón, que venía de “comprar una Asamblea”.

Ramón Calderón protagonizó un escándalo. Foto:lainformación.com/EFE

No fueron buenos meses para la entidad blanca. A la espantosa imagen de Ramón Calderón boicoteando una Asamblea de socios, le sucedió un Presidente como Vicente Boluda que tuvo a bien, en la previa contra un histórico continental pronunciar el desafortunado vaticinio del partido contra un histórico y respetable club como el Liverpool, al que anunció que le ganarían: “Será un chorreo”.

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Parecía que los gestos de mal gusto acabarían en el Real Madrid después de que esa misma temporada, meses antes su entrenador campeón de Liga, Bern Schuster, anunciara, literalmente: “¿Ganar en el Camp Nou? No eso es imposible”. Fue cesado instantáneamente.

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Su relevo en el banquillo lo cogió Juande Ramos a quien le tocó capear el temporal (2-0) en Barcelona para enlazar una gloriosa racha de resultados que llevaron la Liga en vilo hasta la vuelta en el Bernabéu. (2-6). Las calamidades del Real Madrid parecían tener fin con un Presidente como Florentino Pérez. Un señor respetable en la elite empresarial de Madrid, España y Europa que abandonó “el barco” años atrás harto de los caprichos de una plantilla multimillonaria y caprichosa.

Florentino Pérez, que en su primera etapa había apostado por Queiroz como su primer entrenador y destituyó a Del Bosque, porque “no encajaba en la imagen del Real Madrid”, (posiblemente porque el actual campeón del mundo no sea el técnico más guapo y a quien mejor le queden los trajes de Europa), acabó apostando en su inicio de estas, su segunda etapa por Manuel Pellegrini.

El Ingeniero” tuvo una temporada histórica plagada de récords en el Real Madrid. Pero no consiguió el objetivo único que se había marcado el club esa temporada, derrotar y derrocar al FC Barcelona. Pellegrini dotó al Real Madrid de un estilo de juego vertical, pero mucho más elaborado de lo que venía siendo en su etapa anterior. Ganó 18 partidos en el Bernabéu, no cedió ni un empate, pero perdió contra el peor de los enemigos, el Fútbol Club Barcelona. Consiguió 96 puntos, más victorias que nunca en la historia del club, 31, más puntos que nunca… pero no consiguió superar al FC Barcelona. Fue el mejor subcampeón que haya conocido la historia del fútbol. Pero eso es como decir que fue el mejor perdedor de nunca.

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Su bagaje en la Champions tampoco llegó al suficiente. Después de arrasar en la Fase de Grupos el Olympique de Lyon se cruzó en su camino. Gerland ha sido, históricamente, una roca contra la que el Real Madrid se estrellaba una y otra vez. Tampoco pudo revocar su destino el chileno. Su planteamiento en Lyon fue muy criticado por utilizar a Diarra en el centro del campo, pero peor fue aún cómo Claude Puel le remontó la eliminatoria en el Bernabéu con un gran movimiento táctico con la incursión de Kallstrom en el centro del campo. El francés le ganó la partida porque Granero no pudo sostener el medio con Lass. La superioridad táctica del Olympique cortó la hemorragia de ocasiones que el Real Madrid había generado en la primera parte donde pudo golear y sólo las intervenciones de Hugo Lloris y un fallo impresentable de Higuain impidieron que el equipo se fuera con la eliminatoria sentenciada al descanso.

El gol de Pjanic congeló el Bernabéu. Fue el primer partido que no ganaba Pellegrini en toda la temporada y su parte de defunción.

Sólo le quedaba un punto de agarre al Real Madrid. Derrotar al FC Barcelona. Su planteamiento en el Camp Nou fue el partido donde más cerca ha estado el Real Madrid en la época de Pep Guardiola de ganar. Su primera parte portentosa mereció mejor rédito, pero fue también otra de esas estrellas que se pagan a precio de oro la que falló. Cristiano Ronaldo, 96 millones de inversión sólo para la compra, (sin contar sueldo), falló un mano a mano con Valdés que pudo marcar un antes y un después.

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Más tarde, Ibrahimovic, que no había sido titular, rescató al Barcelona con un gol de volea rozando el fuera de juego. El partido de vuelta, con todo en el aire y con el Real Madrid empatado a puntos, pero líder, se jugaba la Liga. Una victoria blanca hubiera dejado el título muy cerca de Chamartín, pero un Barcelona extrañísimo, con una alineación que hubiera firmado el propio Cruyff en el Bernabéu acabó con la imbatibilidad blanca en su propio feudo. (0-2). El Real Madrid ganaría el resto de los partidos que le quedaban hasta la última jornada, y el Barcelona empató contra el Espanyol y todavía tenía que visitar Villarreal y Sevilla. Lo hizo con sendas victorias y su último partido en casa fue un paseo ante el Real Valladolid de Clemente que acabaría bajando. Con la Liga perdida, el Real Madrid se dejó llevar en Málaga, (su último partido de la temporada). El empate del Málaga y la derrota del Valladolid daba con el conjunto andaluz en Primera y el pucelano en Segunda.

Esta semana vuelve la Liga BBVA a Málaga y Pellegrini recibe a su ex equipo. Mourinho llegará a la capital de la Costa del Sol a lomos de sus declaraciones: “Yo nunca entrenaría al Málaga”. Pues, de momento el banquillo de La Rosaleda le espera. La sentencia el sábado a las 20.00 horas.

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