Viktoria u Olympique de Lyon, ¿quién fue peor?

Real Madrid y Fútbol Club Barcelona han comenzado sus propios duelos en esta Champions League en la que no parecen tener rivales. Jose Mourinho, después de la exhibición de su equipo ante el Olympique de Lyon, se apresuró a apuntar hacia la debilidad de los rivales de esta competición del Fútbol Club Barcelona: "Nuestro grupo tiene un gran equipo francés, un gran equipo holandés y el campeón de Croacia. En otros los grandes equipos son más afortunados porque he tenido que mirar en internet para saber de dónde son sus rivales". El Olympique dio una sensación flojísima en el Bernabéu, pero ayer, el Viktoria Plzen no se mostró como un rival de la categoría de esta competición. Fue un equipo fantasma. Sin disparos a puerta, ni dentro ni fuera, sin córners, sin fueras de juego, (sólo 1), sin tarjetas amarillas ni rojas. Sólo 12 faltas.

Rivales de Champions

Cuando un equipo juega esta competición se supone que tiene que pasar unas cribas y tener un cierto nivel. La Champions League es una competición de elite. La UEFA es muy exigente con las estructuras de los clubes, los estadios, las plantillas, las ruedas de prensa, la publicidad, los horarios. Todo está medido. Todo, menos dar cabida a equipos de segundo nivel. Las televisiones pagan muchísimos dinero para ver grandes partidos. Para ver cómo los mejores equipos de Europa son sometidos a exámenes exigentes.

En el grupo del Barcelona, BATE Borisov y Viktoria Plzen se han mostrado como dos comparsas lejos del nivel mínimo exigible. Los checos comenzaron la competición el 12 de julio jugando contra el FC Pyunik, (de Armenia, para que Mourinho no tenga que seguir buscando), y se clasificó tras eliminar en el Play Off al Copenhague, otro rival del Barcelona el año pasado.

Decepcionante Olympique

Comenzaremos por decir, de todos modos, que el comportamiento del Olympique de Lyon en nada tiene que ver con la sensación de Mourinho de "un gran equipo francés". De hecho, el Olympique del martes pasado en el Bernabéu sólo se parece al campeón francés que aterraba al Real Madrid en ediciones pasadas en el nombre, el escudo y la camiseta. Sus futbolistas han sufrido un descenso de nivel notable. Ni rastro de los Malouda, Diarra, Govou, Pjanic, Juninho Pernambucano o Lisandro. Sin parangón el estado de forma de Cris, Revelliere... Un equipo sin alma y con un centrocampista que apuntaba a figura en el Girondins, Yoann Gourcuff, y que se está quedando en estatua de escayola. El joven francés fue una de las grandes promesas de Europa, e incluso el Milán lo firmó para darle la responsabilidad de sus operaciones en ataque. Volvió a Francia tras una temporada aciaga en Italia y fue la estrella de Laurent Blanc en el Girondins, semifinalista de hace dos ediciones. Pero su llegada a Lyon parece haberle apagado todo el brillo a un jugador que naufragó en el mundial de Sudáfrica y que no da el nivel mínimo exigido.

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Sí, el Olympique fue un equipo sin alma o con alma en pena. Una sombra de lo que se puede pedir a un equipo que aspira a entrar en octavos de final y fue aplastado por un Real Madrid que llama, otra vez, a las puertas del máximo título continental. Aún así, se asomó un par de veces con peligro en las inmediaciones de Casillas, hizo un gol en fuera de juego y se sostuvo a duras penas de pie en el Bernabéu. También, el Real Madrid fue culpable de gran parte de los desastres del conjunto francés, que ya no gana ni su Liga, (sometido el año pasado por el Lille).

Al menos, el Olympique es un equipo que ha tomado cierto nombre en Europa y compite en una liga como la francesa, cada día más prestigiosa.

¿Viktoria? Plzen

Por su parte, el campeón checo, que viene jugando Champions League desde junio para ir eliminando a todos los rivales que le han ido tocando en suerte, se ha presentado en la fase de grupos en sociedad. Es un equipo ramplón, sin calidad y que no se supo ni defender. Que el FC Barcelona no les goleara fue más fruto de la incompetencia definidora del club catalán que de las aptitudes defensivas del conjunto checo.

El fútbol checo, en general, ha sufrido un retroceso muy grande los últimos años. Pero su presencia en la Champions League le resta prestigio a una competición que se creó, precisamente, para tratar de meter a los mejores equipos de Europa, más conjuntos de las grandes Ligas y menos campeones de Ligas menores. Ni por esas.

El Viktoria, podría pedirle explicaciones ayer a su nombre al que no hizo honor en ningún momento. Fue un equipo fantasma. No disparó en todo el partido. Ni dentro ni fuera. No sacó ningún córner. Nada. La completa y total nada. No es preciso mirar en internet para saber dónde juegan o a qué país pertenecen, van a desaparecer de la Champions en cuanto acabe este grupo que perfectamente podría haber sido una eliminatoria entre Milán y FC Barcelona.