El Bueno y el Malo

Xabi Alonso y Busquets son "El Bueno y el Malo"

Busquets y Xabi Alonso son dos jugadores que vienen siendo indiscutibles en el esquema del seleccionador Vicente del Bosque. Titulares ambos en la Final del Mundial 2010, han venido demostrando que aunque uno pertenezca al FC Barcelona y el otro al Real Madrid, nada ha impedido que su compenetración sobre el terreno de juego sea perfecta. Es más, la base de esta buena compenetración es la manera en que se complementan: mientras Xabi Alonso es el que se lleva las patadas y los golpes, Busquets es el “golpeador”, el cizañero, ese jugador que encontramos en todas las grescas y pone el punto marrullero necesario en todo equipo.

Sergio Busquets es el jugador destructor de juego del Barça y de la Selección Española. Su misión es abortar los ataques del rival, a ser posible sin falta. No obstante, de un tiempo a esta parte se ha venido haciendo famoso por las pequeñas infracciones, la recurrencia a parar el juego rival una y otra vez y sobre todo, todo sea dicho, por su picardía a la hora de exagerar una falta sobre él cometida o por su habilidad para el arte de perder tiempo. Es digamos, el “chico malo” de la pareja.

Es el del juego duro, no exento de calidad en su caso, por lo que es uno de los futbolistas más valorados en su posición por este mismo motivo. Cuando a la Selección le atacan, allí aparece “el pulpo de Badía” para robar la bola y si es necesario, parar el juego con una falta táctica de esas que tanto gustan a los entrenadores. Además, tiene la cualidad de que posee un bajo número de tarjetas amarillas pese a ser, en teoría, el jugador que más faltas realiza del equipo. Una verdadera aspiradora en el centro del campo español. Y sólo tiene 23 años.

Como ya hemos contado, el complemento perfecto a Busquets en la selección tiene nombre y apellidos: Xabi Alonso. El compañero del de Sabadell en el mediocampo es también encargado de, en cierta manera, parar el juego rival, pero se siente muy descargado por la ya elogiada calidad de “Busi”. No obstante, se contrapone a él en que Xabi Alonso no es conocido por su marrullería y juego “sucio” si no por ser el objeto del mismo. Es el “chico bueno” de esta peculiar pareja. Nunca lo veremos decir una mala palabra, nunca lo veremos en alguna gresca, en alguna pelea, sino más bien observaremos su carácter conciliador y tiende a ser el que separa cuando aparecen los puños. Aún así, Alonso parece tener un imán con la Selección para recibir el impacto de una tremenda patada o de una falta fuera de tiempo. Lo vimos en la final del Mundial con aquella patada “karateka” que le propinó De Jong en el pecho y que le dolió a media España… y lo vimos recientemente con la patada del checo Hübschman, quien hizo retirarse lesionado, aunque finalmente no fue a mayores la cosa.

Esto nos lleva a preguntarnos si el tolosarra es realmente el “jugador indestructible” de la Selección, pues ambas patadas hubieran mandado derechito al quirófano a muchos futbolistas. Sin embargo él siguió jugando la Final del Mundial como si el dolor no fuera con él y en el partido del pasado viernes, con 0-2 y sin nada en juego, se prefirió reservarlo cambiándolo por Javi Martínez. Toda una roca el jugador del Real Madrid.

No obstante, esta tarde seguramente no podremos ver al “chico bueno” y al “chico malo” juntos en el centro del campo de los campeones del Mundo, las rotaciones y el intrascendente encuentro frente a la selección Escocesa mandan. Sin embargo, muchos de los éxitos futuros de la Selección dependerán del buen estado de forma de esta peculiar pareja de futbolistas y seguirán por muchos años haciendo las delicias del aficionado español.

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