El arma secreta de Emery

Los jugadores, su pizarra, la afición... ¡y el jardinero!

Uno de los rivales que más suele hacer sudar al FC Barcelona en los últimos años está siendo el Valencia de Emery. Más allá de ser un duelo entre dos equipos potentes de nuestra liga desde casi su inicio y las connotaciones sociales e incluso políticas que rodean el encuentro, el equipo ché, con el técnico vasco al frente, siempre ha destacado en los cruces ante el equipo de Guardiola por maniatar o dificultar el habitual juego de circulación y posesión de los culés.

Que luego llegue o no a rematar la faena con la victoria es otra cosa (que debería servir para valorar lo extraordinario de los resultados azulgranas en este ciclo). Después del duro palo que supuso su primer enfrentamiento en donde el equipo de Guardiola le goleó por 4-0, en la vuelta en Mestalla le volteó un 0-1 y sólo un error de César Sánchez permitió al Barça sacar un punto clave empatando a 2-2.

En la siguiente temporada, los de Emery volvieron a 'ensuciar' el campo en Barcelona, con un planteamiento que frenó la habitual velocidad y donde sólo el talento de Messi decantó un partido muy igualado hasta el punto de deshacer el trabajo valencianista con un 3-0.

La vuelta en Mestalla suponía un partido clave en las aspiraciones ligueras de un Barça que veía como el Madrid sí le mantenía el ritmo de victorias. El empate a cero fue casi celebrado como una victoria por los culés y en donde los azulgranas sufrieron bastante en el último partido con Silva, Villa y Mata juntos ante los culés.

La temporada pasada fue, sin dudas, donde más sufrió el cuadro catalán para sacar los puntos ante el Valencia. En el Camp Nou vio como el Valencia se adelantaba con un gol de Pablo (quien suele firmar buenos partidos ante el Barça) y que tuvo en los primeros cuarenta y cinco minutos la oportunidad de sentenciar. Dejó vivo a un Barça que encontró la salida a la trampa ché en el medio del campo y volteó el partido con los goles de Puyol e Iniesta.

La vuelta en Mestalla, otra vez clave para decidir la liga, se vio a un Valencia algo mermado en defensa pero que le dio muchos problemas al Barça y que sólo cedió la derrota por un error en el repliegue que supo aprovechar Adriano para encontrar a Messi.

Se puede observar una serie de coincidencias en los partidos de Emery con el Valencia ante el Barça: en el Camp Nou es incapaz de hacer que el equipo juegue bien cuarenta y cinco minutos pero en Mestalla consigue alejar al cuadro culé de su vitola de invencible. Le vuelve humano y es capaz de generarle preocupaciones.

Junto a su estudio para parar al rival y la motivación extra que imprime la grada a sus jugadores, Emery se guarda un as en la manga con el jardinero. Al encargado de campo le pide que deje el césped algo más alto y seco de lo habitual y, aunque parezca mentira, el Barça lo suele notar.

La nota curiosa acontenció en la final de la Copa del año pasado. En la que el Madrid contaba con el mismo césped que pide Emery para sus partidos ante el Barça pero el Valencia pensó en presentar 'un tapete' para la ocasión. Finalmente, el Madrid que ejercía de local, no consiguió el césped alto, pero sí lo más seco posible.

Obviamente un césped alto y seco no es la fórmula antiBarça a pesar de que los resultados y las actuaciones del Barça en Mestalla no se la más brillante de la etapa de Guardiola, pero sí que suele ser noticia en las previas de los partidos de los barceloneses en la Capital del Turia.

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