El Inter de Porto Alegre gana la Recopa Sudamericana
Remonta el resultado de la ida en un gran partido de Damiao
En la madrugada del miércoles al jueves en Europa se disputaba la vuelta de la final de la Recopa Sudamericana entre el Inter de Porto Alegre e Independiente de Avellaneda. Los argentinos contaban con la ligera ventaja del 2-1 cosechado en la ida, aunque a la postre se quedó corto ante un equipo brasilero que aprovechó muy bien los numerosos errores de la zaga roja.
Arrancó fuerte el conjunto gaúcho con líneas adelantadas e imprimiéndole mucha velocidad al juego mientras que el equipo de Avellaneda tenía dificultades para hilar jugadas y mucho trabajo para frenar a los atacantes brasileros, empleándose en ocasiones con algo de dureza. Y fue cuando Independiente comenzó a estirarse y a encontrar el camino hacia la portería rival cuando el Inter se adelantó.
Era el minuto veinte y Leandro Damio recibió un balón en la izquierda al que fueron a tapar dos defensores. Con un buen reverso se deshizo de ambos y armó un disparo seco al segundo palo que sorprendió a Navarro y se convirtió en el primer tanto de la noche.
Sólo cinco minutos después, los mismos protagonistas para el 2-0: Damiao gana el salto a Milito que además quedo desequilibrado y permitió que el joven punta del Colorado se quedara solo en la frontal con una pelota franca para el golpeo que cruzó con calidad para poner el 2-0. Eran los mejores minutos del equipo local que se aprovechaba de la fragilidad de la zaga de Mohamed personificada en un Milito que desde luego no tuvo su mejor noche ayer.
Con ese 2-0 que dejaba el título en Brasil se llegó al descanso y tras él, en el minuto cuatro, Marco Pérez entró bien por la izquierda para aprovechar un pase al espacio y conseguir el gol que igualaba la serie batiendo a Muriel por el palo corto.
Pocos minutos más tarde a punto estuvo Pérez de lograr su segundo gol. Tras el descanso se vieron los mejores minutos de Independiente pero no fue capaz de materializar sus ocasiones y permitió que el Inter reaccionara regalando al aficionado un bonito intercambio de ocasiones.
En una de esas, Hilario Navarro arroyó a Kléber dentro del área provocando un penalty que el propio lateral ejecutó con clase poner el 3-1 que le devolvía la ventaja, esta vez de manera definitiva, al Inter.
A partir de ahí, los brasileros contenporizaron ante un Independiente que fue un quiero y no puedo hasta el final del partido.