La huelga continúa con esquiroles a bombo y platillo

El asunto amenaza con enquistarse y la AFE se manifiesta de manera incoherente

La huelga continúa y parece que se puede perpetuar de manera indefinida. La AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) y la LFP (Liga de Fútbol Profesional) no han llegado a ningún y acuerdo, de hecho, no parecen haber avanzado ni un poco, con respecto a una posición que parece que se va a enquistarse y con muy malas soluciones.

Siguen negociando/ lainformacion.com (EFE)

La discordia

De momento todo sigue en el mismo punto. La AFE considera insuficientes las garantías del cobro de los contratos de la mayoría de sus afiliados. El sindicato, que representa de manera visible su presidente Luis Rubiales y que viene apoyada por todos los futbolistas más importantes de este país, Casillas, Puyol, Xabi Alonso, Antonio López, Fernando Llorente, Villa... y así hasta 100 que quisieron salir en la foto del anuncio de la misma. Lo que reclaman es perfectamente lícito. El cumplimiento de los contratos que se firman, la creación de un fondo de garantías que cubra los posibles impagos, el descenso administrativo de los clubes que incumplan sus contratos con sus trabajadores, el reparto de los derechos de imagen, los ingresos por las casas de apuestas y juegos de la ONLAE, (Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado), ahora privatizado, y la confirmación de la Ley Concursal, (que hoy ampara a los clubes morosos, casi les impulsa a convocarla...). Pero las formas están empezando a suscitar algunas dudas. No sólo en el mundo del fútbol, en los clubes y en los aficionados. Incluso a nivel jurídico.

Una huelga 'a la carta'

El primer problema que está suscitando esta huelga es las limitaciones y las acotaciones que los mismos integrantes del sindicato se están poniendo. Desde luego no es una huelga al uso. Un derecho constitucional y reconocido a todos los trabajadores, sea del sector que sea. Claro que este derecho, como todos, conlleva una serie de obligaciones y parece que, por ahí, los futbolistas no están muy de acuerdo. De momento no se han fijado los días en los que no se va a trabajar, (se hablaba de cese de servicios), y por lo tanto, todos los que se acojan a este derecho, renunciaran al cobro de estos días... se supone. ¡¡¡En cambio sí se han fijado las competiciones para las que se manifiestan en huelga!!!

Los futbolistas han acordado fijar la huelga desde las 18.00 horas de esta tarde hasta el lunes que viene y en el mismo horario, el fin de semana que viene. Pero con la salvedad de aquellos jugadores que vayan a jugar competiciones europeas. Así que unos tendrán derecho al trabajo y al cobro de sus emolumentos y otros no.

Esquiroles a bombo y platillo

De tal manera que los mismos futbolistas nombran a dedo sus propios esquiroles y los anuncian a bombo y platillo. Todos aquellos jugadores que tienen que competir con sus clubes, los mismos contra los que va destinada la huelga y que forman la LFP, van a poder competir en todas aquellas competiciones que no sean La Liga BBVA. Claro que esto da un lugar a la interpretación del derecho constitucional de la huelga muy amplio. Quizá demasiado. Es un poco difícil explicar en un sentido estricto, cómo un colectivo que se manifiesta contra una patronal elige qué parte de este colectivo y qué parte de esta patronal están o no en el derecho. Así que mientras tratan de cerrar un convenio colectivo, lo que está claro es que este convenio no le conviene a todos los futbolistas por igual. Así que como paradoja, no está mal. Habrá futbolistas que podrán seguir trabajando y cobrando con la venia del resto de su colectivo, mientras otros deberán perder su derecho al trabajo, a su formación y a su sueldo para que los primeros actuen en beneficio de a quien quieren exigir una serie de medidas, los clubes.

De momento, el 85% del colectivo de futbolistas ha anunciado que mañana se entrenan con normalidad acogiéndose a su derecho al trabajo... (¿habrá piquetes?).

¿Presión al moroso?

Se supone que este tipo de huelgas son para presionar al moroso. Claro que 'el moroso', con el beneplácito estatal publicado en su BOE con la Ley Concursal es el menos perjudicado de todo este movimiento. Si la huelga se lleva a cabo, esos días que tiene para seguir creciendo desde su administración concursal y con la misma obligación de pagar que antes. Y el pagador, no sólo tiene que atender al pago de sus contratos, si no que, además debe responder por las deudas de sus asociados, en el colectivo de la LFP, pero en el fondo rival...

Astiazarán contra las cuerdas

Para explicarlo claramente: El Club Atlético Osasuna, por ejemplo, club modelo en su desarrollo económico históricamente, tendrá que avalar y pagar las deudas del Real Zaragoza, con quien compite por la salvación de la categoría en la misma Liga, para que esta pueda empezar. Mientras tanto, y por ampliar el ejemplo, los jugadores del Atlético de Madrid, el Sevilla FC, el Athletic de Bilbao o el Villarreal, podrán seguir completando sus entrenamientos y su preparación para la competición mientras el Valencia, al día en sus pagos con sus futbolistas, clasificado para la Champions de la próxima temporada y con la pretemporada y la preparación física y táctico-técnica por completar no va a poder jugar ni un amistoso en estos días mientras que sus más directos rivales siguen con su planificación marcada. Los jugadores del Valencia se han reunido esta mañana durante 45 minutos para consensuar su comportamiento este fin de semana. Completarán la huelga. Futbolistas en paro contra futbolistas en activo.

Las posibles soluciones

Soluciones hay muchas, pero no parece que puedan estar cerca las posturas de patronal y sindicato. El sindicato ha anunciado que sin acuerdo no juegan. Y la patronal que no puede dar más garantías. Claro que si los jugadores quieren garantías reales de pago, también pueden renegociar sus contratos, valga la redundancia, con "la realidad" del fútbol español, hoy, muy acorde con "la realidad" de la economía española, hoy. El problema es que muchos de ellos deberían renunciar a unos emolumentos que firmaron legítimamente hace unos años cuando nada tenía que ver con lo que hay hoy. Y por ahí los jugadores tampoco van a 'colar'.

La Liga no puede firmar unas garantías que no tiene. Claro que la facturación sigue creciendo y el reparto sigue algo desigual. Por ahí parece la única vía de escape. Lo que pasa es que la petición de los futbolistas es tan elevada que, aunque la LFP quisiera, y no tiene pinta de estar ni cerca de estos parámetros, no llega. Así que de cualquier forma, los fubolistas tendrán que bajar sus pretensiones o por lo menos sus cuantías.

Sine die

Lo más importante es que la huelga es una realidad en la primera jornada, pero el sistema de competición exige que todos los equipos jueguen contra todos, un partido en casa y otro fuera. Y claro, el calendario no está para muchas alegrías. De momento no hay acuerdo de cuándo se ha de jugar la primera jornada, que desde luego no ocupará este lugar cronológico en su disputa. Pero los problemas crecen. Tampoco está claro que se vaya a jugar la segunda. De hecho, hoy, está más cerca la suspensión de la segunda que otra solución. Y dos jornadas copan el límite que acepta el calendario para poder completar una Liga de 38 jornadas en la temporada 2011-2012.

La tensión entre LFP y su crispado Presidente, José Luis Astiazarán y AFE, está trascendiendo a los límites de la profesionalidad de sus presidentes y ya parece estar entrando en un problema personal. Evidentemente sería intolerable que trascendiera un problema profesional al terreno de lo personal, pero si ninguno de los dos da su brazo a torcer... no se descarta ningún daño colateral. Televisiones, medios de comunicación, restauración... la Selección Española de Fútbol... Medio país en vilo y más sombras que luces en una huelga, profunda en su fondo y cutre en su forma.

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