El futuro de Sneijder

No hay nada que haya potenciado más la carrera de Wesley Sneijder que su cruce en Milan con Mourinho. Fue él quien lo vio como un ‘enganche’ moderno, más allá de las posiciones en las que había jugado hasta el momento en Ajax y Madrid, no tan definidas como la que pensó el técnico luso.
A partir de ahí, Sneijder se ha convertido en una referencia en el puesto hasta el punto de ser protagonista de uno de los bombazos del verano.

Porque desde hace varias semanas se habla de que Alex Ferguson piensa en el internacional holandés para ser el jefe de operaciones ofensivas del United. La marcha de Scholes y la limitación de Carrick a la hora de abarcar más funciones parecen empujar al entrenador escocés a recuperar la figura de mediapunta en el United, alguien que vea con clarividencia y pase con acierto a Rooney, Hernández, Nani, Park, Giggs, Valencia... menos conducción y más combinación.

Así, varios de los medios que han ido dando cobertura a esta noticia han ido ‘filtrando’ (entrecomillamos porque no sabemos hasta que punto han sido suposiciones o información real que interesaba que se hiciera oficial para tantear la operación) principalmente el precio de la operación, que sería lo que le faltaba al moviminto para ser de las más importantes de este mercado si no la que más.
Pero el punto culminante aconteció esta mañana, cuando según varios diarios ingleses, el United está a punto de cerrar la operación en torno a los cuarenta millones de euros, mientras que en Italia, algún medio que se ha estado haciendo eco de todo, publicaba las palabras de Branca, director deportivo interista, donde era contundente ‘Sneijder no está en venta’.

Al United tampoco le salió bien la jugada de ‘incluir’ a Nani (un jugador con el que Ferguson no acaba de estar contento a pesar de su buen rendimiento) en la operación o, ‘jugar’ con un tercer nombre como recambio al puesto que debía ocupar Sneijder en el United, Samir Nasri, que parece que se quedará en Londres o, de salir, lo haría al barrio de los ‘skyblues’ de Manchester.

Todo esto es lo que tanto enamora del mercado de fichajes y que deja clara una cosa cuando hablamos de estrellas: que Manuel Llorente no iba tan desencaminado con sus ‘ofertas escandalosamente escandalosas’.