Lendoiro, trilero de negocios
El mandatario intenta evitar el descenso con sus artimañas en los despachos

El Deportivo de la Coruña se ha hundido en la Liga Adelante fruto de una pésima temporada y una mala gestión arrastrada durante los últimos años. Sin embargo, su presidente Augusto César Lendoiro espera lograr la salvación en los despachos gracias a una red burocrática que ha tejido alrededor del club. Su última artimaña ha sido reclamar el descenso administrativo del Zaragoza por impago del traspaso de Ángel Lafita.
Su estrategia arrancó con la adquisición de Lafita por parte de los gallegos, procedente del Zaragoza. Lendoiro, trilero de contratos, obligó a los maños a firmar una cláusula de recompra con varias condiciones. El Zaragoza podría ejecutarla antes del 30 de junio de 2009 a cambio de tres millones de euros, o antes del 30 de junio del 2010 pagando tres millones y medio. El Zaragoza aplicó la opción de recompra sin cumplir los plazos de pago pactados y tan sólo depositó dos millones de euros en las cuentas gallegas.
La falta de pago del Zaragoza es el clavo al que se agarra Lendoiro para lograr la salvación en los despachos. “El Zaragoza se ha estado riendo de nosotros. Con ese dinero que no pagan se refuerzan y luego logran la permanencia”, explicó el mandatario de los gallegos, quien ha denunciado por impagos al club maño. La justicia le ha dado en cuestión económica y el Zaragoza deberá pagar 1.480.000 euros al Deportivo de la Coruña, pero todavía no hay novedades en lo que al descenso administrativo se refiere.
El caso Lafita no es el único que mantiene ocupado a Lendoiro. El presidente del Deportivo de la Coruña también anda liado con la letra pequeña del contrato de Adrián López. El Atlético de Madrid anunció el fichaje del delantero como agente libre, pero el mandatario gallego asegura que todavía tiene un año de contrato -aplicando el artículo 18 del convenio entre la LFP y la AFE- y los rojiblancos deberán pagar cinco millones de euros. Será un árbitro quien decidirá el futuro de Adrián y de o no la razón al Deportivo.
Con la actividad en los juzgados, Lendoiro corre una cortina de humo con la que distraer tras el fracaso del descenso, aunque no es la primera vez que se destapan sus artimañas negociadoras. Fichó a Mauro Silva y Bebeto prometiéndoles que el clima de Coruña era similar al de Brasil. Arañó 20 millones de euros por la venta de Makaay al Bayern cuando los alemanes sólo estaban dispuestos a pagar catorce. Y cerró una negociación con Las Palmas a las doce de la mañana del día siguiente a comenzar las conversaciones.
Mientras Lendoiro consuma su figura de presidente trilero y teje sus entramados financieros, el Deportivo de la Coruña ha sufrido un doloroso descenso a la Liga Adelante. El SuperDepor se ha consumido entre cláusulas y malos fichajes, pero la letra pequeña de un contrato podría devolverle a la Liga BBVA. Lendoiro ya está moviendo sus hilos para conseguirlo.