¿Manchados de por vida?

Hace varios días saltó la noticia del positivo por Clembuterol de cinco jugadores de la selección mexicana de fútbol. Los implicados fueron Guillermo Ochoa, Edgar Dueñas, Francisco Rodríguez, Christian Bermúdez y Antonio Naelson 'Sinha'. Los cinco fueron apartados rápidamente del combinado azteca al conocerse la noticia. Hoy ya pueden respirar tranquilos los dirigentes y representantes de México, pero los futbolistas ya nunca serán vistos iguales, estarán manchados por la sombra del dopaje. Por ejemplo, el Levante mantuvo contactos con el guardameta mexicano, y en el momento que surgió la noticia del dopaje, cortaron de raíz la negociación con el futbolista.

El problema del dopaje siempre es doble. Por un lado, están los que se sabe y se ha demostrado que han 'trabajado' con sustancias no aceptadas y por el otro los que les han acusado de algo y luego se ha demostrado lo contrario con las pruebas. Alberto Contador, Pep Guardiola, la lista de inocentes manchados por el dopaje es muy extensa, y lo peor de todo es que no tiene pinta de parar.

Uno de los últimos casos más sonados ha sido el de la atleta Marta Domínguez. La corredora palentina fue una de las acusadas de la 'operación galgo' por tema de dopaje. Transfusiones de sangre, llamadas teóricamente con jerga de dopaje, todo para finalmente demostrarse que Marta no estaba implicada en tal operación. La atleta ya nunca será mirada de igual forma que antes.

Los encargados del anti doping deberían llevar las cosas con muchísima más profesionalidad y esperar a que las segunda pruebas hablen por si mismas. El deportista manchado por el dopaje, siempre estará marcado, sea o no inocente.