Neymar, talento irreverente

El conjunto blanco está cerca de cerrar el fichaje del crack brasileño

Santos y Atlético Goianiense se enfrentan en una nueva jornada del Brasileirao. Neymar está siendo el protagonista del partido, enloqueciendo a la defensa rival. Sus desequilibrantes apariciones en el área rival terminar por provocar un penalti a favor del Santos. Acto seguido, Neymar, decidido, busca el balón. Ha decidido que va a tirar el penalti, pero la figura de su entrenador se opone. Consciente de que el atacante había fallado varias penas máximas en los últimos encuentros, el técnico Dorival Junior le prohibió que lanzara el penalti, al mismo tiempo que desataba la ira de su caprichoso jugador.

Neymar no asumió la negativa. Se encaró con su técnico. Discutió con sus compañeros. Y transformó el partido en una exhibición personal. Si no le dejaban lanzar un penalti él no dejaría jugar a sus compañeros. No pasó ni un solo balón durante el resto del partido. Cada vez que entraba en acción destapaba su amplio abanico de filigranas, regates y fintas. Jugando para sí mismo. Demostrando su descomunal habilidad, pero también su peculiar carácter. “En nombre del arte de jugar al fútbol estamos creando un monstruo. Es la hora de que alguien lo eduque”, explicó René Simoes, técnico del Goianiense. Como consecuencia de este altercado, Neymar agigantó su fama y Dorival Junior fue destituido.

Esta semana define perfectamente la dualidad que encierra Neymar. Talento desorbitado contra personalidad problemática, casi endiosada. Y es que tanto Santos como Brasil han encumbrado a la categoría de Dios al producto más caro que ha generado el fútbol brasileño en los últimos años. Siempre ha estado en el punto de mira de los grandes de Europa, llegando a rechazar una oferta multimillonaria del Chelsea que provocó que el presidente de Brasil Lula da Silva le pusiera como ejemplo de amor por el país.

El currículum de ‘trastadas’ de Neymar no acaba en su enfrentamiento con Dorival Junior. Fue expulsado por celebrar un gol con una máscara de sí mismo, perdió los pantalones durante un partido, amenazó con abandonar el terreno de juego, insultó a un árbitro a través de Twitter. Además, de infinidad de protestas durante los partidos e innumerables piscinazos. En su otra versión, también sobran los motivos para considerarle un auténtico jugón. Regates imposibles, sombreros deliciosos, velocidad eléctrica y goles decisivos brillan durante su recorrido en Santos y en las categorías inferiores de la Canarinha.

Neymar, de origen humilde y que jamás completó la educación secundaria, afronta un momento decisivo en su carrera. La etapa en la que puede crecer para convertirse en una estrella mundial o estancarse fruto de su problemático carácter. Malcriado por su club, elogiado por la prensa, y mimado por los árbitros, Neymar vive en una burbuja en la que es el rey, en la que nadie puede discutirle que es el mejor jugador del mundo.

Ese es el principal peligro al que se expone el Real Madrid con su fichaje. En el club blanco Neymar deberá adaptarse a una nueva realidad en la que no es el jefe y en la que deberá convivir con otras estrellas. El conjunto blanco invertirá 35 millones en la operación. Una cifra escandalosa, especialmente si tenemos en cuenta que lo pudo haber adquirido por 60.000 euros cuando se probó en Valdebebas cuando tenía 14 años, pero no lo contrataton por culpa de los problemas institucionales que atravesaba el club.

Con el millonario fichaje de Neymar el Real Madrid se asegura adquirir un talento en estado puro, pero también un carácter díscolo. La dualidad de Neymar se pondrá a prueba en el Santiago Bernabéu.

Artículos destacados

Comentarios recientes