Una celebración 'especial'

Gerard Piqué 'toma el mando'

Llegaba la Cuarta, llegaba la Copa de Europa al Camp Nou. La fiesta barcelonista, de nuevo, acababa en un baño de masas de la plantilla del Barcelona ante un estadio a reventar de aficionados que habían estado entre tres y cuatro horas esperando a sus ídolos, esos jugadores que han elevado a los cielos futbolísticos el nombre de su equipo.

Sin embargo, como suele pasar en las celebraciones culés la situación les supera, se les va de las manos, y la escusa madridista ya no es la de que no están acostumbrados.

Gerard Piqué, sin nombrar directamente al Real Madrid, afirmaba cuando le tocó su turno con el micrófono que en el Barcelona 'nadie nos drogamos, nadie compra a los árbitros y nadie es teatrero'. Unas palabras que sí, a la afición azulgrana presente volvió loca, pero que nuevamente, pese a su excelencia futbolística, ha vuelto a dejar por los suelos la buena imagen de los azulgranas.

La fiesta dialéctica no quedaría ahí. Víctor Valdés también tendría su turno, y cuando acabó su discurso dejó a todos en vilo cuando afirmó que faltaba algo. Cogió una senyera catalana y engalanó con ésta la Copa de Europa. Instantes después gritó '¡Que se enteren!', obviamente en catalán.

¿Qué quiere decir Víctor Valdés? Si tienen algún problema tiene fácil solución, que rechacen su plaza europea de la próxima temporada, ya que la han logrado gracias al campeonato español y nada, que se creen su propia liga perfecta en la que dominarían siempre a sus anchas y que convenzan a la UEFA sobre sus plegarias. Nada más, es fácil. O rechazan o se acoplan.

Pero bueno, esto de la política no es cosa nueva en ese club que desde hace tres años parece que ha inventado el fútbol.

Este mismo año, durante un encuentro de UEFA Champions League, una gran pancarta en la que se podía leer 'Catalonia is not Spain' se desplegó en el Camp Nou. Hasta el más despistado de los aficionados que estaban frente al televisor se dió cuenta de ese detalle. Al parecer la UEFA no, que pese que prohíbe rotundamente cualquier detalle político, miró para otro lado.

En fin, son campeones, son los mejores del Mundo, pero nuevamente han dejado que no saben celebrar un triunfo de tal calibre.

Y ojo, todo esto bajo un ritmo intenso, ya que claro, la broma del concierto de Shakira hizo que la gente que esperó hasta 4 horas tan solo pudiera ver a sus ídolos en el campo en torno a 20 minutos. Genial Barcelona, genial.

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