La historia de un brazalete
Una intrahistoria que se vivió en Wembley
Un brazalete es uno de los protagonistas indirectos que siempre está presente en los encuentros de fútbol. Un símbolo para algunos, una parte más del capitán para otros.
En Wembley tuvo hasta tres dueños. Tres jugadores fueron los elegidos de ejercer como capitanes del Barcelona en la histórica Final de Wembley en 2011.
Comenzaba el encuentro con Xavi Hernández como el elegido de representar a los suyos sobre el terreno de juego, el elegido para ejercer el peso que tiene en el vestuario durante una mítica Final.
En el segundo tiempo saltaba al terreno de juego Carles Puyol, teóricamente primer capitán de la plantilla azulgrana, y fue Xavi quien le cedió el honor.
Pero la intrahistoria no acabaría ahí, ya que tras la finalización del encuentro, en un gesto estratosféricamente humano Puyol cedía el brazalete a Eric Abidal, un jugador que ha sufrido y superado una de las mayores barreras de la vida. Sería el lateral izquierdo francés, que había sido titular, el encargado de levantar la Cuarta Copa de Europa en la historia del conjunto culé al cielo de Londres.
Un gesto, un elemento, un trozo de tela que representa al barcelonismo, y que en la noche del sábado supuso el mayor gesto humano vivido sobre un terreno de juego.