Luto en el fútbol iraní

Día triste para el fútbol iraní. El hombre que ayudó con sus reflejos a conseguir a Irán dos Copas Asiáticas durante la década de los años 70, ha fallecido.

Nasser Hejazi fue admirado por Irán. Deseado por el Manchester United, pasó a la historia como el segundo mejor guardameta del siglo XX. Además, fuera del terreno de juego fue un ejemplo de honradez y humildad durante sus 61 años de vida.

Aunque su vida se esfurmara esta semana, tras luchar 18 meses contra un cáncer de pulmón, el emotivo funeral que se le rindió hace indicar que su figura estará siempre presente en el fútbol asiático.

El Nader, Taj, Shahbaz, Esteghlal y Mohammedan, clubes en los que militó durante su carrera no quisieron faltar a su último adiós.

Su importancia llega hasta tal punto que por primera vez en un acto oficial se permitió a entrada al estadio Azadi a las mujeres. De esta manera, cerca de tres mil mujeres, entre las que se encontraban su hija de Hejazi, Atoosa, la capitana de la selección femenina de Irán, y sus compañeras, estuvieron presentes junto a sus familiares, amigos, ex compañeros y aficionados al mundo del fútbol.

Dentro del estadio,su ataud fue colocado dentro del área pequeña, donde realizó grandes intervenciones con Irán y el Esteghlal, antes de que el futbolista conocido como “la Leyenda” fuese enterrado en el cementerio Behesht-Zahra.

Hejazi, nació el 19 de diciembre de 1949 en la capital de Irán. Sus inicios no fueron precisamente en el mundo del fútbol ya que se decantó por el baloncesto, llegando incluso a representar a Irán en las categorías inferiores.

Pero su vida cambió durante un partido en el instituto. La lesión sufrida por el portero del equipo le dio la oportunidad de ponerse bajo palos. El entrenador del equipo vio en Hejazi, que era alto y atlético, al sustituto ideal.

En un principio, Hejazi declinó la propuesta pero la insistencia de aquel entrenador, le situó bajo los palos. En su primer partido, dejó la portería a cero y su leyenda comenzó a crearse.

En 1967, debutó con el modesto Nader. En 1967 fichó por el Taj. Dos años más tarde, debutó con la selección nacional con 19 años con un triunfo por 4-2 ante Pakistán.

Los títulos más importantes de su carrera llegaron en 1972 y 1976 cuando el portero conquistó con la selección de Irán la Copa Asiática. Gran actuación en la primera final ante la República de Corea (2-1) y dejando su portería a cero ante Kuwait.

Además, Hejazi representó a su país en los Torneos Olímpicos de Fútbol masculinos de 1972 y 1976, así como en la Copa Mundial de la FIFA 1978.

Su última etapa como futbolista, la vivió fuera de su país,en Bangladesh donde disputó 31 encuentros con el Mohammedan, al que pasó a entrenar un año después.

A su regreso a Irán, llegó a tomar las riendas de nueve clubes distintos (incluido el Esteghlal, al que condujo hacia el título en la liga iraní 1997/98) entre 1988 y 2007.