Nunca están contentos

No consiguen pasar página o al menos eso es lo que parece. Aquellos grandes jugadores que en su día deslumbraron al mundo por su fútbol, hoy en día parece que no quieren dejar que los nuevos talentos les roben el protagonismo y se dedican a criticar muchos de sus actos, no sólo dentro del terreno de juego, si no también su vida privada.

El último en hacerlo ha sido Pelé. El que fuera junto con Maradona, uno de los grandes futbolistas que ha podido verse en el mundo, no ha dejado pasar la ocasión de decirle a Neymar, nueva estrella brasileña, que se preocupe menos por salir en la televisión y se dedique más a jugar: "Juega muy bien, pero debe tener un poco más de personalidad, se preocupa mucho por el público y la televisión".

Parece que Pelé olvida, o no se ha enterado, que Neymar deslumbra a todo el fútbol brasileño, que es el jugador carioca con más proyección de futuro y que ya es a día de hoy, una de las estrellas de la selección canarinha.

Por supuesto que tampoco podía faltar Maradona. "El Pelusa" no deja títere con cabeza. Pero no sólo con jugadores o entrenadores, si no también con la prensa. ¿Quién no recuerda el "que la chupen y la sigan chupando" dedicado a la prensa argentina?.

Maradona dijo de Riquelme que no le servía un jugador que se dedicaba a dar vueltas en círculo sobre el terreno de juego, de Bilardo que era un "cagón", de Messi que no tenía carácter para luchar por premios, dijo de la selección española que no la veía favorita para ganar el Mundial porque no sabía atacar e incluso dijo que Pelé debía "volver al museo" aunque bien es cierto que el brasileño tiempo atrás llegó a decir que a Maradona le debían quitar los títulos por consumo de drogas.

Tampoco es que Johan Cruyff esté muy callado. El que fuera técnico del Barcelona criticó con duerza el juego y la dureza de la selección holandesa en el pasado mundial e incluso durante esta temporada ha hablado mal del juego del Barcelona, de Mourinho e incluso de Florentino Pérez cuando aseguró que "todo le da igual con tal de ganar".

El último en sentar cátedra ha sido Di Stefano, aunque en este último caso con algo más de gravedad ya que sus críticas hacia Mourinho las realizó siendo presidente de honor del Real Madrid.

Dijo del portugués que: "Ha hecho del Madrid un equipo sin personalidad.El Barcelona merece la Liga. Han sido siempre ellos mismos. Se observa a la legua que juegan con alegría. Resulta evidente que el Barcelona es superior al Real Madrid".

No se dan cuenta de que su tiempo ya pasó y pese a que seguramente tendrán gran parte de razón en todas sus críticas, sus palabras no hacen más que poner en pie de guerra a toda la gente que a día de hoy, como hicieron ellos en sus tiempos, viven del fútbol.