El Clásico desde...Chamartín

Con la ayuda del colegiado... mejor.

Era el encuentro del Siglo, sí, una vez más, y en tensión no decepcionó.

Un Barcelona que en el primer tiempo pudo determinar el resultado final del encuentro, perdonó, y finalmente lo acabó pagando, levemente, pero dejó escapar dos puntos.

Un Real Madrid a la heroica, con su casta histórica, con su orgullo plantó cara al Mejor Equipo de la Historia para todos, o mejor dicho, para casi todos.

Se habla de que el Real Madrid, el madridismo, celebra el empate. Muy equivocados están todos ellos. Lo que el madridismo defienden es el orgullo de este equipo, la casta y el esfuerzo de un club que sigue dando ejemplos de grandeza.

Cuando el conjunto blanco intentaba hacer daño al Barcelona ahí estuvo el jugador número 12, ese que esta semana se analizaba aquí y que determinó el ir y venir del choque.

Caída, desmayo, de David Villa en el área del Real Madrid y penalti en contra. Como Albiol era último hombre, expulsión. Por si acaso sufrían más de la cuenta ese jugador número 12, que hoy jugaba vestido de negro, algo que ya se ha convertido en costumbre en los últimos tiempos, volvía a aparecer al rescate. Leo Messi, ese ejemplo de humildad que se dedica a tirar balonazos a la grada, adelantaba al conjunto azulgrana y sentenciaba la Liga.

¿Qué hubiera pasado si Cristiano Ronaldo hubiera lanzado un balonazo a la grada? Mínimo de prepotente le habrían puesto... Pero no, lo han hecho los pupilos del genio, del que algunos le consideran un sabio...

Pero Pep Guardiola y sus pupilos no se esperaban una reacción grandiosa del Real Madrid, que con 10 jugadores lograría empatar el choque, colocando contra las cuerdas al intratable líder del campeonato.

¿Porqué la caída de Villa es expulsión y la de Marcelo no si en ambos casos señala penalti? La misma historia de siempre señoras y señores.

Claro que la sensación es positiva, claro que existe el positivismo. Un equipo con 10 jugadores, con casta, orgullo, empataba un encuentro que tiene un premio moral que quizás sea decisivo de cara al miércoles.

Primer asalto en tablas, y gracias. El Real Madrid, nuevamente, se enfrentó a un Barcelona con 12. Ya decía Mourinho en la previa que no sabía jugar un encuentro frente a los culés con 11, y su estadística siguió adelante. Le tacharán de prepotente, le dirán chulo, pero tiene más razón que un santo.

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