El clásico desde...Canaletas
El Barcelona consigue mantener la distancia

Fin del primer asalto. Real Madrid 1, Barcelona 1. Partidazo en el Santiago Bernabeu, los dos primeros clasificados de la Liga ofrecieron un espectáculo a la altura de lo esperado. Era el primero de los cuatro, y el menos trascendente, el descafeinado. El Barcelona tenía a su eterno rival a 8 puntos de diferencia, los cuales eran un buen colchón. El objetivo, mantenerlos.
El partido empezó muy igualado, con ocasiones en las dos porterías. Iker y Víctor tuvieron que estar atentos todo el partido. Pero el partido hubiese tenido otro guión si el árbitro hubiese expulsado al cancerbero madridista en el minuto 27. En ese instante todo pudo cambiar. Villa se plantaba sólo ante Casillas y en su intento de evitar el peligro, arroya al delantero. Todo el mundo vio el penalti, menos el árbitro. Era roja y expulsión.
Se llegaba al descanso y la distancia de 8 puntos seguía intacta. Satisfacción en la ciudad condal. La pelota estaba en el tejado del eterno rival. Los jugadores se dirigían a los vestuarios, mientras el árbitro le seguía dando vueltas a la jugada más polémica del primer tiempo.
Tantas vueltas le dio que no le quedó otra opción que remediarlo en el segundo tiempo. Si el de Casillas fue de libro, el de Albiol de Enciclopedia. Villa se iba sólo cuando el madridista se encargó él solito de desequilibrar la balanza. Roja, a la ducha y la liga a un paso. Messi no perdonó.
El Barcelona lo tenía todo a su favor para sentenciar partido y liga. Dominaba en todas las zonas del campo, hasta que Muñíz Fernández quiso volver a ser protagonista. De una dudosa jugada en el área blaugrana, se sacó un penalti de Alves sobre Marcelo que transformó Cristiano. Muñíz ya podía estar contento, al día siguiente iba a estar en la boca de todos. A partir de ese instante, el partido entró en una fase en la que los madridistas lo intentaron sin ningún éxito. Empate final, misma distancia y un partido menos. Guardiola y su gente pueden volver a casa tranquilos. Toca preparar el segundo asalto.