¿Han sido beneficiosos los cambios de entrenador?
Repasamos los despidos de la temporada y su efecto
El fútbol son resultados, números al fin y al cabo. De nada sirve jugar un fútbol maravilloso si la pelota no acaba por entrar. Cuando la situación es crítica, o al menos complicada, los clubes tienden a cambiar la dinámica de resultados. ¿Cuál es la más rápida y contundente solución? Despedir, cesar al entrenador.
Ayer, la UD Almería destituía a José Luís Oltra como técnico de la primera plantilla tras sufrir una dolorosa derrota en el Juegos del Mediterráneo por 1-3 frente al Athletic de Bilbao.
Una decisión quizás injusta, porque tal y como dice el dicho futbolístico popular 'quienes juegan son los jugadores, no el entrenador', pero claro está, es más sencillo y rápido despedir a una persona que a una plantilla de jugadores.
El técnico valenciano se suma a una lista negra de entrenadores que han salido de sus respectivos conjuntos en la presente temporada.
Uno de los primeros, y quizás más sonado, fue el de Jesualdo Ferreira, ya que el Málaga se encontraba coqueteando con los puestos calientes de la tabla clasificatoria. En su lugar llegaba a la capital de la Costa del Sol Manuel Pellegrini, en paro desde su salida el verano anterior del Real Madrid. Su llegada, provocada por la adquisición del jeque árabe Abdullah Bin-Nasser Al-Thani, instauró un clima de positivismo de cara al futuro que ha ido en detrimento, ya que en la actualidad, el conjunto malacitano continúa en puestos de descenso a falta de 8 jornadas.
El Sevilla también decidió destituir a Antonio Álvarez en la Jornada 5 de la Liga BBVA. El entrenador andaluz arrastraba consigo hechos ocurridos en la temporada anterior que precipitaron su salida de Nervión tras la derrota en el José Rico Pérez frente al Hércules por 2-0. Su sustituto fue Gregorio Manzano, en paro desde su salida del Mallorca en verano. A día de hoy, el conjunto sevillano es sexto clasificado en puestos de UEFA Europe League.
El Zaragoza también decidió rescindir el contrato de José Aurelio Gay. Así, Javier Aguirre se hizo cargo del conjunto zaragocista y su llegada no ha supuesto mayor cambio a lo anteriormente visto en la Romareda. Su particular personalidad y forma de trabajar le hacen que los medios de comunicación le sigan de cerca.
Los últimos casos, exceptuando el de Oltra en Almería, han sido Miguel Ángel Portugal en Santander y José Antonio Camacho en Pamplona. Sus sustitutos fueron Marcelino García Toral y José Luís Mendilíbar respectivamente. Pese a llevar poco tiempo en el cargo tanto Racing de Santander como Osasuna han sufrido un lavado de cara que les permite aspirar a la permanencia con más firmeza que sus rivales, ya que ambos han logrado establecerse en la zona media de la tabla clasificatoria y su futuro depende de ellos mismos.
El pasado fin de semana debutaba en el banquillo del Hércules Miroslav Djukic. Justo antes del parón por compromisos de la Selección Española el conjunto alicantino decidió despedir como entrenador a Esteban Vigo, ya que la situación del conjunto herculano no llamaba a la calma precisamente dentro de los puestos de descenso. En su debut, el pasado domingo en Anoeta, lograría una importante y a la vez contundente victoria por 0-3 ante la Real Sociedad.
A nivel europeo también ha habido casos de destituciones, algunas de ellas en clubes importantes históricamente.
En Inglaterra, Roy Hodgson era destituido como técnico del Liverpool, ya que los de Anfield se encontraban muy lejos de las aspiraciones al título y sobre todo de los puestos que dan derecho a disputar competición europea la próxima temporada. Tiempos de tormenta sobrevolaban la institución red cuando, tras la llegada de Kenny Dalglish, fue Fernando Torres quien decidió abandonar el barco en el mercado invernal. El Liverpool aprovechó los 50 millones de libras recogidos por la salida del madrileño en los fichajes de Andy Carroll y Luís Suárez que, sumado al trabajo del técnico escocés han hecho que el conjunto red retome el vuelo y tenga opciones de lograr entrar en puestos europeos.
En Italia, algo asombroso. Tras la salida gloriosa de José Mourinho el pasado verano con dirección Concha Espina (logrando el triplete) llegaba otro de los considerados Mejores Entrenadores del Mundo. Rafa Benítez se hacía cargo de los neroazzurri y, tras ganar Supercopa de Italia y el Mundialito de Clubes, la suma entre el descontento del conjunto italiano por no convencer y el estado de incomodidad que sufría el técnico madrileño hicieron que, tras coronarse como Campeones del Mundo de Clubes, Rafa Benítez fuera cesado como técnico del Inter de Milán. Su relevo fue Leonardo, ex-técnico del AC Milan, que ha logrado devolver el carácter ganador al conjunto del Giuseppe Meazza y ha llegado a pelear por el título junto al líder AC Milan, sin embargo la derrota por 3-0 en el derbi del pasado sábado han devaluado sus aspiraciones al título. La llegada al banquillo del técnico brasileño ha supuesto una renovación de aires que ha quedado perfectamente reflejado en la dinámica de resultados de los interistas.
En la capital italiana ha ocurrido algo similar. Claudio Ranieri dejaba el cargo de entrenador romanista dado que la Roma se encontraba en mitad de la tabla y sus aspiraciones quedaron nulas casi a principios de campeonato. El recambio fue Vincenzo Montella, ex-jugador de la plantilla, que estaría al frente de la parcela deportiva hasta final de temporada. Su llegada, sumada a la siempre luchadora entrega del capitán Francesco Totti han hecho que la Roma se encuentre en puestos de UEFA Europe League.
Uno de los últimos clubes considerados grandes del viejo continente que han destituido a su técnico ha sido el Schalke 04 alemán. Cuarto finalista de la máxima competición europea y situado en la mitad de la tabla en la Bundesliga parecieron argumentos poco convincentes para la continuidad del técnico alemán Felix Magath, que abandonó el proyecto de los mineros de Gelserkinchen a mitad de temporada. Su despido se relacionó directamente a temas extra-deportivos. Su relevo en el cargo fue Ralf Rangnick y el equipo parece haber retomado el vuelo y las buenas sensaciones en una temporada que, salvo milagro, aspirarán a lograr la permanencia lo antes posible, ya que los puestos europeos sumado al gran número de rivales que aspiran a lo mismo hacen una tarea casi imposible estar presente en Europa la próxima campaña.
Casos de confianza sobre un técnico, por ejemplo en el fútbol español, es el de Luís García Plaza. El técnico del Levante no ha sido criticado ni puesto en duda en toda la temporada, y razones tenían para ello, ya que la Primera Vuelta supuso que el conjunto granota se codeara durante gran parte de los encuentros con los puestos de descenso. La calma de la directiva azulgrana sumado a la delicada situación económica del conjunto del Ciutat de València hicieron que Luís continuara en el cargo y a día de hoy ha sido la mejor de las opciones, ya que actualmente el Levante se encuentra clasificado en la novena posición a tan solo 7 puntos de Europa, una situación que jamás habrían pensado en el conjunto de la capital del Turia.
Cuando un proyecto deportivo confía el peso sobre un entrenador conlleva que en caso de no salir como lo esperado el primer perjudicado y posteriormente destituido en la mayoría de los casos sea el propio entrenador. Una figura solitaria que lucha con sus conocimientos y vivencias contra un cúmulo de factores que conviven y se dan durante los encuentros.
En ocasiones, los recambios en los banquillos son positivos, se logra el resultado esperado, en otros la situación sigue igual o empeora, lo que, como en el caso reciente de la UD Almería, lleva a que se vuelvan a tomar medidas.
El entrenador solo ante el peligro.