Thiago, la oveja negra de la familia

El hijo de Mazinho podría salir en verano

Quizás por el nombre de Iomar do Nascimento no os venga nada. Si os comentara que su ‘nombre artístico’ es ‘Mazinho’ rápidamente podemos ponerle la cara del fantástico mediocentro que pasó por nuestro fútbol de la mano del Valencia, del Celta, del Santboià y del Elche, presentado en todos estos equipos como un campeón del mundo (Brasil, 1994) que iba a subir el nivel de la plantilla.

No mentían quienes decían esto: no destilaba un fútbol brillante o lucido, pero su inteligencia táctica y su despliegue en el campo hacía que diera un equilibrio y fuera uno de los jugadores más valiosos que han pasado por nuestra Liga en la década de los noventa.

‘Mazinho’ se afincó una vez retirado en España y sus hijos han seguido sus pasos en la fértil cantera del Barcelona. Rafa, el más joven, está comenzando a asomar la cabeza en el equipo B en la Segunda División. Juega en una posición algo más adelantada a la de su padre con una participación en la creación superior a la de destrucción y con mucha más elegancia que papá.
Los que saben de esto dicen que el Barça puede tener un mediocentro de bastante nivel a poco que no se pierda con sus dieciocho años.

Thiago, el mayor de los vástagos de ‘Mazinho’ que cumplirá este mes los veinte años, tiene poco o nada que ver también con su progenitor... incluso su fútbol parece tener más magia que el de su hermano. El espíritu de un clásico enganche encorsado en la posición de mediocentro. Sus virtudes, las habituales en ese puesto, la conducción, el pase, la visión y la llegada... pero verlo en vivo es ver a un jugador diferente, cómo recibe el balón, lo para y arranca o cómo lo devuelve de primeras... tiene un duende con el que parece que el equipo azulgrana puede haber encontrado otro centrocampista con el que mantener su estilo.

Jugó el pasado sábado en Vila-Real y a pesar de no ser su debut en el primer equipo (incluso ya se ha estrenado como goleador en la Liga) sí que ha sido su partido más completo e influyente ante un rival duro.

El club catalán tiene una interesante estructura a la hora de gestionar este tipo de talentos y Thiago la ha seguido hasta el punto de haberse ganado de manera seguro ficha en el primer equipo de manera oficial a partir de la próxima temporada junto a todo lo que pueda jugar durante este año.
Aún así, su contrato finaliza en 2012, lo que le convierte en un caramelo y un jugador a tener convencido de que su sitio está en Barcelona.

‘Mazinho’ ejerce de representante de sus hijos y desde hace unos meses, en varias ocasiones, ha dejado claro que Thiago se buscaría otro equipo que le garantizara minutos (y que no fuera una cesión) si Guardiola no se los daba. Claramente, y basándose en su experiencia, busca lo mejor para su hijo y representado, pero en Can Barça no quieren hacer excepciones con sus planes para con los canteranos y el propio Guardiola lanzó un mensaje bastante esclarecedor hace unos días preguntado por el tema: ‘Confío más en Thiago que en su padre’.

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