Terry ante sus 'Demonios'
Quiere resarcirse del fatídico penalti

Un segundo puede cambiar la vida de cualquier ser humano, una pelota de tenis que rebota en la red y se eleva manteniendo durante centésimas de segundo el resultado de un partido, tal y como expresa Woody Allen en su película "Match Point".
Jugadores como Román Riquelme, Mauricio Pellegrino o John Terry han sentido el amargo sabor de la derrota en jugadas express, acciones que en instantes marcaron el devenir de su futuro.
El sorteo realizado en Nyon el pasado 18 de Marzo dio a conocer los emparejamientos de los Cuartos de Final de la UEFA Champions League, entre ellos uno de los grandes encuentros del Viejo Continente.
El azar tuvo como resultado que Chelsea y Manchester United se cruzaran en sus respectivos caminos. Dicha eliminatoria asegura un representante inglés en las semifinales, pero la trayectoria de ambas instituciones en la última década han convertido estos enfrentamientos en algo más que un partido de fútbol. Y para Terry lo es mucho más por razones muy particulares.
Con motivo de este emparejamiento, analizando y exponiendo la intrahistoria aparece un hecho todavía latente en el corazón de los aficionados blues, y en especial del capitán del Chelsea.
Año 2008. Final de la UEFA Champions League disputada en el Estadio Olímpico Luzhnikí de Moscú. Chelsea frente a Manchester United, los dos colosos frente a frente luchando por el mayor de los tesoros a nivel continental.
Tras adelantarse el Manchester United con gol de Cristiano Ronaldo fue Frank Lampard quien empataría desde los once metros para los blues. Un encuentro tenso, digno de una final en la que estaban presentes dos clubes tan rivales.
Después de una prórroga vibrante todo se decidiría desde los once metros, pero un momento clave, un fallo que quedó marcado en la historia del conjunto de Stamford Bridge. John Terry se resbalaba en su respectivo lanzamiento y mandaba el balón al olímpo.
El elegido, el eterno capitán, el líder, había fallado ante los suyos. Un error que todavía en la actualidad sigue pesando al central inglés.
Un resbalón que, como una maldición no escrita, supondría la caída deportiva de John Terry desde entonces y una pérdida de poder en materia de títulos respecto al Manchester United que ya comienza a preocupar en el seno del club londinense.
Considerado por muchos el mejor central del Mundo. Toda una institución en el fútbol inglés. Capitán absoluto de la Selección Inglesa. Era el intocable, era the boss.
A partir de aquel fatídico penalti que supondría la pérdida de la máxima competición continental la vida pareció cambiarle rotundamente. Todo lo que antes relucía de oro ahora es simple cemento. Aquel fue un punto de inflexión en la carrera deportiva del defensa británico.
Varios sucesos de carácter personal han ido afectando con el tiempo al Terry persona y al deportista, que se ha visto envuelto en una dinámica que ha acabado afectando a su juego.
Un lamentable suceso con la pareja del que era compañero de selección y anteriormente en el Chelsea, Wayne Bridge, hizo que el seleccionador de Inglaterra, Fabio Capello, tomara la rotunda decisión de quitarle la capitanía indefinidamente otorgandosela a Rio Ferdinand, defensa del Manchester United.
El reencuentro entre ambos en los prolegómenos del Chelsea-Manchester City de la pasada temporada fue sin duda una de las imágenes más perseguidas y con más repercusión en Inglaterra.
Numerosos escándalos sexuales hicieron que finalmente, de manera lógica, el matrimonio con su esposa, Toni Poole, finalizara, y que posteriormente fue in-crescendo por la soltería del futbolista.
Un bache emocional que quedaba patente sobre el terreno de juego. Lejos quedaba el central correcto, férreo, siempre bien colocado que le convirtieron en el mejor del Mundo.
Una eliminatoria frente al Manchester United que siempre le hace estar integrado al cien por cien, que le intensifica en su trabajo y que le presentan a los reds devils como sus máximos rivales.
Dentro de la institución de Old Trafford aparecen dos rencillas relacionadas de cerca con John Terry: Wayne Rooney y Rio Ferdinand. Dos compañeros, además, de selección que le hacen convivir con la doble mentalidad de amistad y profesionalidad.
Wayne Rooney es conocido por todos como un delantero que se caracteriza por sus revoluciones durante el transcurso de los encuentros, un futbolista con una técnica exquisíta, pero que en ocasiones pierde los papeles y muestra una cara agresiva antes sus rivales, y hasta con sus propios compañeros de vestuario.
La relación de John Terry con el delantero del Manchester United no se caracteriza por ser fluida, quizás todo lo contrario, algo forzada por las concentraciones de los pross. Claro está, queda reflejado sobre el terreno de juego y en duelos estelares cuando ambos comparten marca. Uno delantero, el otro defensa, unidos por decreto. Ambos estandartes de sus respectivos clubes. Un choque de personalidades y de galones que siempre queda reflejado con duras entradas, empujones y discusiones sobre el césped.
El otro foco, éste algo forzado. Rio Ferdinand, capitán del Manchester United, fue el futbolista elegido por el seleccionador Fabi Capello para sustituir al central del Chelsea cuando éste fue apartado de la capitanía. Rio, forzadamente, tuvo que aceptar, lo que hizo que el Manchester United se sobrepusiera en un segundo plano al conjunto de Londres.
Pero todavía hay más. Una conducta inapropiada hacia el colegiado Graham Poll en 2008 fue suficiente para ser castigado por la FA con 10000 libras. Más reciente, la pasada temporada fue acusado de cobrar a seguidores del Chelsea por visitar las instalaciones del club a escondidas.
Nadie sabe el porqué, no existen hechos materiales que comprueben el antes y después de aquel fatídico lanzamiento de penalti que acabó con el sueño de Roman Abramovich y le sigue quitando el suyo a Terry.
El próximo miércoles, una nueva oportunidad para que John Terry se cobre venganza por aquel resbalón, por aquel título que se le escapó al Chelsea e intentará poner fin a una maldición que parece haberse instaurado sobre el eterno capitán blue y de la selección inglesa.