Como en casa en ningún sitio
Los brasileños vuelven a su país antes de hora

El crecimiento económico que vive Brasil estos últimos años está provocando que los clubes brasileños tengan una mejora importante en ingresos por patrocinio. Hay más dinero en el país sudamericano y las empresas están apostando muy fuerte por su fútbol. Todo esto ha provocado que muchos jugadores brasileños estén volviendo al país que los vio nacer como futbolistas. La tendencia de volver a casa ha aumentado muchísimo en los últimos años y además con la particularidad de que ahora se van cuando todavía pueden dar un gran nivel en el viejo continente.
Desde Edu, pasando por ex barcelonista Deco hasta el fichaje de Luís Fabiano por el Sao Paulo en el pasado mercado invernal. Deco fue uno de los casos que más impresionó al fútbol europeo. En la temporada 2009/2010 jugó 39 partidos con el Chelsea a un nivel más que aceptable, era titular casi siempre y nos asombró a todos cuando decidió volver a su país, fichar por el Fluminense en el verano de 2010 con 32 años, cuando todavía le quedaba mucho fútbol.
Normalmente el motivo principal de la vuelta los brasileños a casa es por temas familiares, por estar en casa y jugar al deporte rey con la familia cerca. Deco, por ejemplo, declaró que el venía a por títulos, que había un proyecto muy bueno: “Es una responsabilidad grande volver a Brasil. Fluminense me abrió las puertas, mostró que me quería y presentó un proyecto serio para ganar títulos".
Otros jugadores como, por ejemplo, Ronaldo volvieron ya siendo más veteranos y con un nivel de forma bajísimo. 'O Fenomeno' abandonó el AC Milán en el verano de 2008 para fichar por el Corinthians. En su última temporada como rossonero sólo jugó 6 encuentros debido a la grave lesión de rodilla que padeció. Ronaldo volvió para colgar las botas en casa. El crack dejó de cuidarse y volvió a engordar mucho.
El caso de O Fenomeno nos demuestra que la presión en Brasil sobre sus jugadores es mucho menor que en el continente europeo. Ronaldo siguió una vida normal, sin cuidarse y eso pasa factura. Es lo que quería, disfrutar del fútbol, de la buena vida y por supuesto, todo cerca de casa. La poca exigencia de los clubes sudamericanos es un aliciente muy apetitoso para los jugadores brasileños.
En el mismo 'saco' podemos meter a Ronaldinho. El ex del Barcelona y Milán decidió irse al Flamengo el pasado mes de enero cuando estaba participando bastante en el club italiano. Con 31 años, Roonie no quería más presiones, ni tensiones con aficionados por no estar al 100% y toma la decisión de volver al país de la samba. A pesar de que Patricia Amorim, presidenta del Flamengo, advirtió que Gaucho no tendría privilegios, este vive sin ninguna presión en el club brasileño. El de Porto Alegre está ahora mismo en su salsa, con la gente ilusionada en é y con la capacidad para decidir si entrena con mayor o menor intensidad.
Una de las vueltas más curiosas y fugaces fue la del también jugador del Milán, Robinho. El punta brasileño vivía un gran momento en el Real Madrid cuando empezó a perder los papeles diciendo que el club blanco no le respetaba porque quería fichar a Cristiano Ronaldo. Después de hacer unas declaraciones incendiarias, el cracl brasileño de marchó al Manchester City. Para sorpresa de todos, el de Sao Vicente se fue cedido al Santos en la mitad de su segunda temporada con los ingleses. Fue una cesión de medio año que nadie entendió en Europa. Robinho jugó 18 partidos con el Santos y volvió la Premier a finales del mes de julio para fichar por el Milán un mes más tarde. Inexplicable.
Otros casos curiosos fueron los de Edu, mediocentro del Valencia, que acabó con 30 años en el Corinthians o el ex jugador de Galatasaray, Elano, que fichó en el mercado invernal por el Santos con tan sólo 29 años y un estado de forma bastante aceptable. Edu llevaba dos años padeciendo lesiones y decidió marcharse a Brasil porque allí la intensidad no era tan alta. Por su parte, el internacional brasileño, tenía muy claro que su intención era volver al club que le dio la oportunidad de jugar al fútbol para agradecerles el favor. Elano pasó de jugar un Mundial con la canarinha a volver a jugar en la Serie A brasileña. El Santos pago casi tres millones de euros a la entidad turca, una cifra muy poco habitual en fichajes que van hacia sudamérica.
El motivo de Elano suele ser también muy común, los jugadores vuelven para agradecer la oportunidad que les dieron en sus clubes, a muchos los sacaron de las calles, de barrios muy pobres. Adriano, exfutbolista de la Roma, llegó a comentar que su cruel infancia le había marcado mucho en lo psicológico. El delantero brasileño pasó una infancia muy dura en una favela de Vila Cruzeiro, su padre murió asesinado en un tiroteo.
El jugador pasó de vivir en la delicuencia a ganar cinco millones de euros en el Inter de Milán. En 2009 volvió a su Flamengo para pasar dos años en casa. Extrañamente la Roma los rescató a mediados de 2010 pero su rendimiento ha sido nulo y el jugador está negociando ya su llegada al Corinthians.
El último en volver a casa ha sido Luís Fabiano, del Sevilla al Sao Paulo. La irregularidad de carioca durante toda la temporada hacia pensar que el delantero se marcharía a otro grande de Europa para seguir con su carrera europea. Para sorpresa de todos, O Fabuloso elogió el Sao Paulo como destino. "El dinero no lo es todo en la vida, nada me hace más feliz que volver a ponerme la camiseta del Sao Paulo. Le debo todo al club que me dio a conocer en el mundo", dijo el brasileño tras consumarse su fichaje por el Sao Paulo.
La afición del brasileirao está encantada con la llegada de tanto ídolo, no le importa su estado actual de forma, su pasado, su vida extradeportiva o las exigencias que él propio futbolista se ponga. Los jugadores conocen a su afición y saben como actuar en cada momento para no meterse en problemas, son ídolos y como tal son tratados.
Juan, defensa central de la Roma, podría ser el siguiente en volver a casa.