Al Atlético le entran las prisas

El equipo no termina de arrancar en la segunda vuelta

Mucho tiene que mejorar el Atlético de Madrid para salvar una temporada que está siendo desastrosa. Eliminado de la UEFA Europa League, donde defendía título, y lejos de pelear por entrar en la próxima Champions, sólo le queda sacar el orgullo en las once jornadas que quedan para poder jugar competición europea la próxima campaña. Sin embargo, el camino no va a ser nada fácil.

Siempre se espera del Atlético que tire de la casta que lleva en su ADN, pero no deja de ser uno de los muchos tópicos que rodean al club del Manzanares. El pasado año el equipo reaccionó tras la llegada de Quique Sánchez Flores al banquillo, pero el margen de maniobra era mayor que el actual. Abel Resino fue destituido en el mes de octubre de 2009 y Quique tuvo tiempo de apuntalar un equipo con muchas fisuras, recuperar anímicamente a sus jugadores de clase y todo ello lo completó con la incorporación de Tiago en el mercado invernal. Con esos mimbres el equipo se plantó en las finales de la UEFA y de la Copa del Rey, anotándose su primer título internacional desde que en 1974 levantaran la Copa Intercontinental.

Este año muchos esperaban que la canción volviese a sonar igual. Quique y los suyos firmaron una primera vuelta titubeante en Liga, pero ofrecieron su peor cara en el resto de competiciones. Y eso ha pasado factura en el vestuario y en el entorno.

El equipo no encadena dos victorias consecutivas desde que ganó seguidos a Deportivo y Málaga en las jornadas 12 y 13. Tampoco ha ganado tres partidos seguidos en todo lo que llevamos de campeonato y acumula, tras 27 jornadas, 11 derrotas. Unas cifras muy similares a las del año pasado, cuando firmó al final de la Liga 17 partidos perdidos.

Pero eran otros tiempos. El equipo ganaba en otras competiciones lo que perdía en Liga y las estrellas tiraban del carro. La dupla Agüero-Forlán, flanqueada por Simao y Reyes, levantó al equipo en el tramo final de la temporada.

El caso del uruguayo es de estudio. Desde que juega en España ha marcado 48 goles en la primera vuelta y 72 en la segunda. Sin embargo, este año parece otro. Rumores de vestuario, rencillas con algunos compañeros y la falta de entendimiento con el entrenador han descentrado a Forlán, que tan sólo lleva ocho goles. Lejos de los 18 del año pasado y mucho más de los 32 de la 2008-09.

Al Atlético le aguarda un final de campeonato cuanto menos incómodo. Tiene que jugar con Real Madrid, Espanyol y Mallorca, además de con casi todos los candidatos al descenso. Huesos duros de roer que podrían suponer un freno constante a las aspiraciones de los colchoneros de levantar el vuelo. Hacer las cosas tarde y deprisa tiene esa dificultad añadida.

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