Sin Maradona, pero con su historia

21 años después, un enorme Milán-Nápoles

El próximo lunes se juega un partidazo en San Siro: AC Milán - Nápoles, un partido que revive una leyenda de hace 21 años. El conjunto napolitano está a tres puntos de los rossoneri y una victoria les pondría líderes. En la primera vuelta venció el Milán 1 - 2 en el estadio de San Paolo.

Es un partido histórico, lleno de rivalidad y decisivo para ver si el Nápoles tiene verdaderas aspiraciones y ambición suficiente para volver a ganar el calcio más de dos décadas después de su último título liguero. Por su parte, el Milán no gana el scudetto desde hace siete años (temporada 2003 - 2004).

El ex equipo de Maradona subió el escalón que separa a los campeones de los que se quedaron en el intento en la temporada 88-89. Con el "Pelusa" como estrella, el equipo del sur de Italia terminó el año con una liga y una Copa de la UEFA en su palmarés.

El Nápoles está ahora reviviendo una lucha intensa que mantuvo con el Milán en la temporada 89-90, en la que ambos llegaron empatados a 47 puntos al frente de la tabla a falta de dos jornadas para terminar la competición. Los napolitanos terminaron la liga con dos victorias, mientras que el Milán cayó en un partido y dejó escapar el Scudetto. Era la segunda liga consecutiva.

Fueron buenos años para el Nápoles hasta que a mediados de los 90 todo empezó a cambiar. Los peores años estaban por llegar. En 1997 bajan a la Serie B. Tras volver milagrosamente a la primera división italiana dos años después, sólo fue capaz de mantenerse una temporada en la máxima categoría.

Los problemas económicos del club provocaron que el Nápoles descendiera a la Serie C1 del fútbol italiano en 2004. A partir de aquí el conjunto celeste comienza a remontar el vuelo. En la temporada 2005 - 2006 se asciende a la Serie B y un año después se logra la gesta de volver a colocar al equipo en la Serie A, de dónde ya no se ha movido.

Los napolitanos sueñan con lograr su tercer scudetto 21 años después. Se podría argumentar que sin la luz de guía que suponía Diego Armando Maradona no podrán hacer nada, pero es que los napolitanos cuentan con dos grandes referentes, no sólo uno. Evidentemente ninguno a la altura del que muchos consideran el mejor de la historia, pero sí lo suficientemente importantes para dirigir el destino del equipo a grandes cotas.

Ezequiel Lavezzi y Edinson Cavani son las grandes figuras de los azzurri, pretendidos por media Europa. Sin embargo, su tarea de aquí a final de temporada será conducir el carro de un conjunto que quiere reverdecer antiguos recuerdos que nunca podrá olvidar.

Dejada atrás la Europa League, los napolitanos van a centrar sus cinco sentidos en el Scudetto. No pueden dejar marchar una oportunidad histórica, y con una victoria en San Siro, donde el Milán se ha mostrado más vulnerable esta campaña, se pondrían empatados en el liderato y el viejo espíritu se elevaría sobre todos ellos con la mayor de las fuerzas.

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